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El fallido pelotazo de Ortiz von Bismarck con una empresa legal de cannabis en Uruguay
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solo hay dos empresas autorizadas en uruguay

El fallido pelotazo de Ortiz von Bismarck con una empresa legal de cannabis en Uruguay

El hijo de Gunilla, moroso de Hacienda en 2017 y habitual de los Papeles de Panamá, busca ahora hacer negocio con el comercio legal de marihuana en el Cono Sur

Foto: Francisco Ortiz Von Bismarck, en una foto de archivo. (Gtres)
Francisco Ortiz Von Bismarck, en una foto de archivo. (Gtres)

El emprendedor Francisco Ortiz von Bismarck (Málaga, 1980) no es un habitual de las fiestas costasoleñas que hicieron famosos a sus padres en la década de los 80 y 90 (Luis Ortiz y Gunilla von Bismarck), aunque con su mujer, Elisabet Dutú, se deja ver mucho por Marbella, una ciudad donde oficialmente no residen (lo hacen legalmente en Zúrich, Suiza). De camino a los cuarenta, el benjamín de Gunilla sigue manteniendo esa estricta seriedad alemana y el burbujeo ocurrente de su padre Luis, eso sí, con tintes de niño de Harvard. Ortiz Von Bismarck, que fue apadrinado en su bautismo por la reina Silvia de Suecia, ocupa de nuevo titulares. Y no es como ocurrió el pasado noviembre por tener una sociedad de tecnología con sede en Malta, ni por haber aparecido en los Papeles de Panamá con sus empresas 'off shore', ni por ser moroso de Hacienda (en 2017 debía al fisco español 1,25 millones de euros, según datos de la propia Agencia Tributaria).

Ahora el bisnieto del canciller Otto Von Bismarck -artífice de la unificación alemana a finales del siglo XIX- y el hombre que saltó por sí mismo a la fama por ser uno de los creadores de Tuenti, allá por 2006 -una red social que finalmente terminó comprando Telefónica por 70 millones de euros-, está probando suerte con el negocio del cannabis estatal de Uruguay. El marbellí, que sueña con ser el Mark Zuckerberg europeo, ha intentado ahora hacerse con una de las dos empresas legales y autorizadas por el Estado para vender marihuana. Sin embargo, la jugada no le ha salido completa. Pero vayamos por partes.

Francisco Ortiz von Bismarck gestiona su última app a través de una sociedad en Malta

Juan Sartori, el amigo 'offshore'

Primero, el contexto. En diciembre del 2013, con José Mujica como presidente, Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar el mercado de marihuana recreativa a nivel nacional (hay varios estados de Estados Unidos que lo hicieron, pero no el Gobierno federal). Una de las tres vías para acceder a la marihuana es la compra en farmacias; se pueden adquirir hasta 40 gramos por mes, aunque primero hay que registrarse en una oficina pública. El Gobierno fija el precio de venta y lo que ganan los productores, que tienen un tope de producción de dos toneladas anuales, lo que tampoco dispara los beneficios para las empresas. La marihuana que se vende en farmacias -esto no ha ocurrido hasta julio de 2017 con el Gobierno de Tabaré Vázquez- es producida por solo por dos empresas privadas. Y es aquí donde entra en escena Ortiz Von Bismarck.

placeholder Francisco Ortiz von Bismarck.
Francisco Ortiz von Bismarck.

Una de las empresas productoras se llama International Cannabis Corp (ICC) y su dueño es Juan Sartori, quien ha hecho muchos negocios con Ortiz Von Bismarck. Ambos se conocieron en Harvard, en el famoso club de estudiantes Spee donde también Von Bismark hizo amistad con Tyler y Cameron Winklevoss -famosos por demandar a Mark Zuckerberg-, y después Sartori y Ortiz hicieron negocios en Suiza. Los dos empresarios aparecen ligados en los Papeles de Panamá y juntos crearon una sociedad en las Islas Vírgenes Británicas llamada Camaleon Consulting. Igualmente, 'El Mundo' reveló un documento en el que se prueba que Ortiz von Bismarck fue director de Union Group International, sociedad de Sartori, al menos hasta 2013. Ese documento, la compraventa de derechos de explotación minera en Uruguay, también llevaba la rúbrica de Sartori.

Pero Ortiz Von Bismarck no ha intentado entrar en la empresa de su amigo de la época universitaria, sino en la de la competencia (Symbiosis), una relación que fue destapada por el semanario uruguayo 'Búsqueda'. La unión hace la fuerza y el monopolio, sin duda.

Anexo: Ortiz von Bismarck integra el directorio de Union Agricultural Group (UAG), una de las mayores empresas del sector agropecuario uruguayo que ahora enfrenta problemas financieros. La compañía, fundada y presidida por Sartori —quien abandonará su cargo el jueves 28—, prácticamente dejó de producir y pasó a arrendar sus campos, luego de reducir su cartera de tierras en explotación a casi la mitad para pagar deudas. A fines del 2017, UAG vendió campos por millones de dólares. La transacción implicó cancelar hipotecas que pesaban sobre esas tierras, y uno de los acreedores era Ortiz von Bismarck. La relación entre Sartori y Von Bismarck no escapa de los datos del registro mercantil uruguayo.

Lea aquí: Así es (y funciona) el cannabis de lujo que triunfa en Hollywood

El rechazo de los accionistas mayoritarios

Symbiosis es, junto con ICC, la empresa que ganó la licitación en 2014 a otras 20 compañías y cultivan actualmente las cerca de 10.000 plantas de cannabis hembra (la que produce la flor, que tiene el componente psicoactivo THC) que se distribuyen legalmente en el país. Von Bismarck, aconsejado por Sartori, decide comprar esta compañía, que puede fabricar hasta dos toneladas al año de marihuana, y hacerse con el cine por cien de su paquete accionarial.

En el sector era conocido que Symbiosis había tenido problemas para echar a andar la producción y que había diferencias entre sus socios. Para realizar la transacción, los accionistas necesitaban que el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) autorizase el traspaso de acciones y de su aval sobre los compradores, según reveló 'Búsqueda'. Pero el esperado 'sí, quiero' a Von Bismarck no se ha producido. O al menos en parte: sí pudo pagarle a los accionistas minoritarios, pero no a los mayoritarios.

Como se trata de negocios vinculados al cannabis, la ley exige un control previo de la Secretaría Nacional Antilavado con el objetivo de impedir el ingreso de dinero del narcotráfico al sistema legal. El Gobierno uruguayo autorizó la venta a fines del 2017. Y ahí fue cuando comenzaron los problemas, según los informantes.

Ortiz von Bismarck pudo pagarle a los accionistas minoritarios, entonces dueños de un poco más del 30% de la empresa, pero no lo logró con el mayoritario, el matrimonio formado por Carolina Sintas y Pablo Perazzo. De acuerdo con la información que recibió el Gobierno y con la que cuentan actores del sector privado, hubo un problema con el sistema bancario, reacio a brindar servicios a empresas vinculadas con el mercado de cannabis recreativo.

Después de varias negociaciones frustradas entre los empresarios, Von Bismarck no ha podido consolidar su pelotazo con el negocio del cannabis en Uruguay y se ha quedado como socio minoritario.

Este medio y el semanario 'Búsqueda' se han intentado poner en contacto sin éxito con Francisco Ortíz Von Bismarck para que detallara si va a seguir intentando hacerse con el cien por cien del negocio de Symbiosis o si piensa reclamar al Estado uruguayo que autorizó la transacción.

placeholder Lea aquí todo sobre la casa que Gunilla von Bismarck vende en Istán. (Gtres)
Lea aquí todo sobre la casa que Gunilla von Bismarck vende en Istán. (Gtres)

La vida pos-Tuenti de Francisco

Tras la venta de Tuenti, Ortiz Von Bismarck decidió trasladarse a California en busca de nuevas inversiones y finalmente se gastó el dinero en Glass, una ambiciosa plataforma que aspiraba a crear una capa intermedia entre los contenidos de la World Wide Web y los usuarios, de tal manera que cualquiera pudiese anotar comentarios, como si fuesen post-it, por encima de los navegadores, saltándose sus canales, en una especie de comunidad total.

Pero no funcionó. Tras tímidos intentos por conquistar el mercado español, se centraron en Estados Unidos, pero la aplicación se ha ido apagando poco a poco hasta hacerse invisible online a partir de 2011. Por si fuera poco, Google anunció sus gafas inteligentes Google Glass desterrando la startup de Ortiz de los resultados de búsquedas.

Sus empresas españolas

Pero nada desanima a Ortiz, que mantiene en España varias sociedades abiertas. De sus empresas españolas, la única que publica sus cuentas en el registro mercantil es Inception Capital SL, una sociedad que opera como vehículo inversor en proyectos basados fundamentalmente en internet, plataformas móviles, contenidos digitales y nuevas tecnologías en general. Esta sociedad tiene un activo de 3,5 millones de euros y en 2015 tuvo como resultado 1,8 millones de beneficio.

Esta sociedad administra, entre otras, plataformas como AOMM.TV (canal web de yoga y pilates); Segundo Hogar, una app que conecta a viajeros y propietarios latinoamericanos para realizar viajes, entre otros negocios, y Fintonic, que el pasado junio ha cerrado una ronda de inversión de 25 millones de euros que ha contado con el apoyo de ING Group, entre otros inversores. El objetivo de esta ampliación de capital es impulsar el crecimiento de Fintonic en España y Latinoamérica, así como incrementar la propuesta de valor a los usuarios. Tras la ronda de financiación, el accionariado queda muy diversificado, encontrándose entre sus socios Ideon Financial Solutions, Onza Capital, Atresmedia, las entidades ING y PSN.

Su negocio con el yerno de Felipe González

Casualmente en California abrió en 2010 una sociedad llamada Sky Dreams con Eric Bergasa, marido de la experta en comunicación política María González, la hija del expresidente del Gobierno Felipe González. Bergasa es un informático canario muy emprendedor que durante un tiempo llevó Tagua Capital, una firma de capital riesgo impulsada por el exmandatario socialista, entre otros. Sky Dreams se dedica al desarrollo de software.

El emprendedor Francisco Ortiz von Bismarck (Málaga, 1980) no es un habitual de las fiestas costasoleñas que hicieron famosos a sus padres en la década de los 80 y 90 (Luis Ortiz y Gunilla von Bismarck), aunque con su mujer, Elisabet Dutú, se deja ver mucho por Marbella, una ciudad donde oficialmente no residen (lo hacen legalmente en Zúrich, Suiza). De camino a los cuarenta, el benjamín de Gunilla sigue manteniendo esa estricta seriedad alemana y el burbujeo ocurrente de su padre Luis, eso sí, con tintes de niño de Harvard. Ortiz Von Bismarck, que fue apadrinado en su bautismo por la reina Silvia de Suecia, ocupa de nuevo titulares. Y no es como ocurrió el pasado noviembre por tener una sociedad de tecnología con sede en Malta, ni por haber aparecido en los Papeles de Panamá con sus empresas 'off shore', ni por ser moroso de Hacienda (en 2017 debía al fisco español 1,25 millones de euros, según datos de la propia Agencia Tributaria).

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