Álvaro Muñoz Escassi, de galán de Carmen Matutes a vigilante de la playa

Álvaro Muñoz Escassi y Carmen Matutes, brillante empresaria y subdirectora de Palladium Hotel Group, pasan parte de las vacaciones juntos. Y, según testigos presenciales como la periodista de 'El Programa de Ana Rosa', Leticia Requejo, en una excelente sintonía en la playa de Tarifa.

El galán de galanes es ese 'amigo entrañable' que acompaña a una de las mujeres más influyentes del holding que fundó su padre Abel Matutes, exministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de José María Aznar, alcalde de Ibiza y gobernador del Banco de España. Uno de los hombres más poderosos del sector turístico, que delegó en sus cuatro hijos su imperio "aunque sigue controlando", según explican a 'Vanitatis'. Carmen Matutes es uno de los pilares de esta empresa familiar.

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Hubo un primer momento en que no se quiso dar carta de veracidad a esta nueva relación amorosa del jinete e, incluso, se llegó a filtrar que no había nada, que simplemente eran amigos. 'Vanitatis' se puso en contacto con el gabinete de comunicación para confirmar la noticia y explicaron que "los temas personales son temas personales". Y ahí quedó la historia.

No se volvió a ver a Carmen y Álvaro hasta ayer, cuando la periodista coincidió con ellos en el chiringuito de moda, Carbones 13, propiedad de Santi Carbones (exmarido de Raquel Meroño) donde comieron. "No hubo beso, pero en todo momento a él se le veía pendiente de ella. Había complicidad y para mí no era como si fueran solamente amigos", explica Leticia Requejo.

El almuerzo se vio interrumpido por una situación complicada para dos niños que estaban bañándose y que podía haber terminado en tragedia. Gracias a la reacción de Muñoz Escassi solo quedó en un susto. El jinete se levantó de su silla, se quitó la camiseta y, como un vigilante de la playa, se tiró al agua para rescatar a los pequeños. El resto de adultos miraba la actividad del jugador de polo que no dudo en socorrer a los menores. La salida del agua fue la de un héroe con aplausos y agradecimientos.

A continuación, volvió a su mesa, donde le esperaba Carmen Matutes y dos amigas más y echaron la tarde hasta la puesta del sol, que desde ese chiringuito es una de las mas bonitas.