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“El parto del año”: así llegó al mundo Ana Boyer
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se casa en abril

“El parto del año”: así llegó al mundo Ana Boyer

Ana Boyer se convertirá en madre la próxima primavera. Repasamos su nacimiento, no exento de polémica

Foto: La pareja, en una imagen de archivo. (Getty)
La pareja, en una imagen de archivo. (Getty)

Ana Boyer se convertirá en madre la próxima primavera. Así lo ha anunciado en una entrevista exclusiva en la revista '¡Hola!'. En una de las imágenes aparece con el dogo que Isabel Preysler regaló a Mario Vargas Llosa por su cumpleaños. Decía el escritor que al no poder tener hijos comunes, Celine era la alternativa a esa unidad familiar.

El nombre del perro también fue obra del nobel y no por la marca de lujo, sino como homenaje al escritor francés autor de 'Viaje al fin de la noche'. El embarazo de la pequeña de la saga no ha sido una sorpresa, como tampoco lo fue su nacimiento. A sus 38 años, Isabel Preysler había conseguido el 'más difícil todavía': ser tres veces consorte, cinco veces madre, cuatro veces madrastra y (en aquel momento) dos veces abuelastra.

El 18 de abril de 1989 nacía Ana Boyer Preysler en la clínica Ruber Internacional, en un parto rápido y sin complicaciones. Para que no se filtrara ninguna imagen no controlada, el pasillo donde se encontraba la feliz madre estaba vigilado por guardaespaldas propios. Lo que no calcularon ni Miguel Boyer ni Preysler fue que un paparazzi se colara por el jardín e intentara retratar el interior de la habitación.

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El posado forzado y la tortilla francesa

Más tarde se publicarían una fotos en las que era difícil reconocer a la protagonista y a la recién nacida. Solo se veía una cuna y, al lado, una cama que lo mismo podía ser la de Isabel o la de cualquier otra paciente. Al enterarse Boyer que podía existir ese 'robado gráfico' posó con su mujer y la bebé Ana en la misma zona ajardinada y ante toda la prensa.

Isabel Preysler aparecía radiante, vestida con un conjunto de punto de rayas, como si no hubiera parido. Horas antes había acudido a la clínica la maquilladora para esa puesta en escena donde a Ana se la intuía envuelta en una toquilla. Miguel Boyer, con media sonrisa.

Posar delante de la prensa que encumbraba a su mujer y de la que ella vivía no era de su agrado, pero él lo hacía todo por amor. La madre explicó que la niña era una ricura, muy tranquila y que se parecía al padre. Contó que ella se encontraba muy bien, aunque algo cansada, y que habían almorzado juntos. Ella, una tortilla francesa; y Boyer, un filete con patatas.

Los albores de Villa Meona

“El parto del año” (como se título en aquel momento) llegaba en unas circunstancias mediáticamente complicadas para la pareja. Ya se había publicado la información del imponente chalet que el exministro de Economía y la reina de los azulejos tenían previsto construir en la elitista urbanización Puerta de Hierro. Su propio partido político, el PSOE, le había abandonado y Hacienda no estaba muy conforme con el precio declarado por el terreno. A los vecinos tampoco les gustaban los futuros propietarios, al considerar que se les acababa la tranquilidad. Por un lado, periodistas, agencias y paparazzi buscando la foto. Por otro, Ruiz-Mateos y sus huestes haciendo de las suyas.

La parte positiva de aquella época fue el megafichaje como presidente de Cartera Central por parte de los Albertos, que acabó con el divorcio de las hermanas Koplowitz de sus maridos.

Pero nada de eso amargaba la felicidad del matrimonio con la llegada al mundo de la quinta hija de Isabel y la tercera para el que lo fue todo como ministro y vicepresidente del Gobierno de Felipe González. Al hospital llegaron ramos, centros y cestas de flores tan numerosos que muchos de ellos sirvieron para decorar la capilla y los pasillos de la Ruber.

Ana Boyer se convertirá en madre la próxima primavera. Así lo ha anunciado en una entrevista exclusiva en la revista '¡Hola!'. En una de las imágenes aparece con el dogo que Isabel Preysler regaló a Mario Vargas Llosa por su cumpleaños. Decía el escritor que al no poder tener hijos comunes, Celine era la alternativa a esa unidad familiar.

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