La duquesa de Suárez, 5 años después: vive en Singapur y no tiene relación con su tío

Alejandra Romero es, en la actualidad, la duquesa de Suárez. Un título que don Juan Carlos otorgó al que fuera el primer presidente de Gobierno de la democracia, Adolfo Suárez, y que a su muerte se convirtió en motivo de desencuentro familiar. El título le pertenecía por derecho a Alejandra tras el cambió de la ley. Ella es la hija mayor de la fallecida Mariam, que a su vez es la primogénita de los hijos del que fuera líder de UCD. La Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios, aprobada en 2006, acabó con la prevalencia del varón y ahora ostenta el título quien nace primero. Sin embargo, Adolfo Suárez Illana, político del PP e hijo varón de Suárez, reclamaba el título para sí. Pero Alejandra se cerró en banda.

La duquesa ha vuelto a España para presidir este jueves junto a su marido, Pedro Armas, y su hermano, Fernando, el homenaje anual que se realiza para honrar a su abuelo, ya que el sábado se cumplen cinco años del fallecimiento de Adolfo Suárez, un hombre muy querido y respetado del que ella no pudo disfrutar todo lo que le hubiera gustado. Una esperada aparición, que además vino con sorpresa, ya que Alejandra se tenía que apoyar en unas muletas para caminar, debido a una lesión en el pie derecho, en el que también llevaba una aparatosa férula.

El presidente Suárez habría estado muy orgulloso de esta nieta que continuó un camino parecido al de su madre, también abogada como ella. Y no solo en este aspecto profesional, sino también en el apartado solidario. Ha ejercido de voluntaria en varias ONG, en proyectos de inserción social y dio clases de inglés, francés y matemáticas en el centro de apoyo a la familia que lleva el nombre de su madre, Mariam Suárez Illana, fallecida en 2004, a las 41 años de edad, víctima de un cáncer.

Alejandra viajó a Madrid desde el extranjero. La razón tiene que ver con el destino laboral de Pedro Armas, el hombre con el que contrajo matrimonio en marzo del año pasado en una ceremonia íntima en la capilla del club Puerta de Hierro de Madrid. A los pocos meses de casados, se trasladaron a Singapur, donde viven actualmente. Lo harán hasta finales de mayo, cuando, si no hay decisiones alternativas de última hora, se trasladarán a Francia, tal y como informan a Vanitatis fuentes cercanas al clan.

Ese cambio de aires se debió a la nueva ocupación de su marido, que ha compaginado el máster de negocios con su trabajo. Alejandra ya había realizado un máster parecido en la misma escuela de negocios en Fontainebleau (Francia), que también tiene campus en Singapur y Abu Dabi. La nieta de Suárez, especializada en el sector inmobiliario, trabajaba en el bufete Herbert Smith Freehills en Madrid. Pidió el traslado y hasta su vuelta a Europa acude todos los días a la oficina en la sede de Land Tower, una de las zonas de negocios más importante de la capital asiática.

Una relación nula con su familia materna

Alejandra Romero vive alejada de lo que supone la notoriedad de los apellidos maternos y nunca ha querido un protagonismo más allá de acudir a determinados homenajes en memoria de su abuelo, como los organizados por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición, como fue el caso de este jueves. En el resto de actos a los que acuden su tío Adolfo Suárez Illana y otros familiares prefiere no dejarse ver. Como explicaban a Vanitatis personas que tratan a los Suárez, “más que mal rollo, entre ellos hay vidas distintas e independientes”.

Y donde más claro quedó fue en la boda de los jóvenes. Una ceremonia y posterior convite a la que no acudió parte de la familia materna. Ni los hermanos del presidente Suárez ni tampoco los tíos directos. Uno de los amigos íntimos lo explicaba así a Vanitatis, quitando hierro al asunto: “Ninguno recibió la invitación, pero tampoco se enfadaron con Alejandra. Son una familia que ha pasado mucho y decían que si quería casarse en la intimidad no lo iban a criticar. No hay que darle más vueltas. Es una chica muy inteligente, independiente y muy segura de los pasos que da”.

El título de la discordia

El desencuentro con su tío Adolfo Suárez Illana por el título nobiliario venía de largo y hubo un antes y un después. En el 2006, se eliminó la ley en la que prevalecía el varón a la hora de heredar títulos nobiliarios. Y, por lo tanto, fue Alejandra como nieta primogénita la que se convirtió en duquesa de Suárez, ya que su madre, verdadera heredera, había muerto previamente. Una disputa que se hizo pública y que alejó a la sobrina del núcleo familiar materno.

A pesar de los cinco años que han transcurrido desde la muerte del abuelo Suárez, las relaciones entre ellos siguen siendo distantes. Aseguran que Alejandra mantiene cierta comunicación con sus otros tíos, Laura, Javier y Sonsoles, en fechas señaladas, pero nada más. Sí en cambio con Fernando, su padre, con Meya Alonso -su actual mujer- y Paquito, el hijo de ambos, con los que vivió hasta su boda. La vuelta del matrimonio a Europa está al caer y seguramente será el momento de aumentar la familia.