Las vacaciones 'secretas' de Borja Thyssen con su familia y sin la baronesa

Borja Thyssen y Blanca Cuesta eligieron esta Semana Santa un destino vacacional muy diferente al de otros años. En esa opción no entraba Ibiza, su paraíso, ni la villa de la baronesa en la Costa Brava, ni Andorra, donde oficialmente Borja tiene su residencia fiscal. Y tampoco repitieron Gstaad como estas Navidades. El matrimonio alquiló un apartamento en la elitista estación suiza para disfrutar de la nieve con sus cuatro niños, más la cuidadora y el guardaespaldas. En ese caso, igual que ha sucedido con estas minivacaciones, Carmen Cervera no ha formado parte del grupo familiar y se quedó en la Costa Brava con las mellizas, Sabina y Carmen, que ya tienen doce años.

Dos planes muy diferentes para madre e hijo. El primogénito Thyssen puso rumbo a Dubái (Emiratos Arabes) con su tropa formada por los cuatro hijos, las dos niñeras, el escolta y un montón de maletas para una estancia de diez días. Viajaron en 'business' y en el aeropuerto ya les esperaba una furgoneta para trasladar al grupo al hotel de cinco estrellas. Unas vacaciones familiares donde parece que el matrimonio también tuvo tiempo para encuentros con gente relacionada con el mundo del arte.

Una de las propuestas tendría que ver con la posibilidad de que Blanca Cuesta organizara una exposición con su obra en dicha ciudad o en la capital de los Emiratos. La nuera de la baronesa forma parte del Grupo Pro Arte y tiene en su haber muestras colectivas e individuales. Su primera incursión en el mundo pictórico fue en el 2012 de la mano de su mentor, Pedro Sandoval. Después voló sola.

En su última exposición en la galería David Bardía, el precio de sus lienzos oscilaba entre los 10.000 y 18.000 euros. Por eso no sería de extrañar que este viaje hubiera servido también para crear contactos comerciales para esa futura exposición e incluso para Borja, que tiene su propia colección de arte y participa con un treinta por ciento de propiedad en la de su madre.

Como publicó Vanitatis en marzo pasado, la baronesa Thyssen ha mantenido contactos con responsables del museo del Louvre de Abu Dabi que estarían interesados en la obra privada de Carmen Cervera y, por extensión, la del hijo. Por el momento, el acuerdo con el Ministerio de Cultura para la cesión está aún sin cerrar.