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La 'bunkerización' de la vida privada de Albert Rivera, entre La Finca y Pozuelo
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POLÍTICA

La 'bunkerización' de la vida privada de Albert Rivera, entre La Finca y Pozuelo

El líder de Ciudadanos vive días de enorme presión con la crisis interna de su partido. También en su vida íntima ha optado por aislarse y vivir su relación con Malú en la intimidad

Foto: Albert Rivera, la semana pasada en Bruselas. (Reuters)
Albert Rivera, la semana pasada en Bruselas. (Reuters)

Una tormenta se cierne sobre Ciudadanos y todas las miradas están puestas en Albert Rivera. Dicen que no escucha, que vive enrocado en su posición política, que es difícil acceder a él, que hay un cortocircuito en la comunicación con el líder. Los analistas políticos andan estos días haciendo cábalas sobre los próximos pasos a dar por el político, tras la cascada de dimisiones de estos días. Mientras en el tablero nacional se mueven las piezas de este ajedrez interminable, la vida privada de Rivera ha vivido un proceso similar al de su vida profesional.

[LEA MÁS: Malú, Rivera y los fines de semana que cocinaron su romance]

Desde que se conociera su relación con la cantante Malú, el líder de Cs ha blindado aún más su intimidad. Es casi imposible encontrar rastros de su vida privada en sus redes sociales. Donde antes el político compartía imágenes con su pareja en la playa o paseando por el monte, ahora hay decenas de primeros planos, pequeños alberts transmitiendo mensajes políticos y poco más.

placeholder Albert Rivera y Malú, en unas fotos difundidas por 'El programa de Ana Rosa'. (Mediaset)
Albert Rivera y Malú, en unas fotos difundidas por 'El programa de Ana Rosa'. (Mediaset)

Una parte de la 'culpa' la tiene la coincidencia con las distintas campañas electorales de estos últimos meses. Y la otra, la expectación generada por su noviazgo con una de las estrellas de la música nacional, Malú. Aunque fuentes de su entorno insisten en que aún no viven juntos, lo cierto es que los vecinos de Húmera (el barrio de Pozuelo donde reside oficialmente el político) han dejado de coincidir con Albert Rivera en el día a día. La privacidad de la casa que ha alquilado la famosa cantante en La Finca (en la misma localidad, a cinco minutos en coche) está a prueba de paparazzi y les ha construido una burbuja para estos primeros momentos de su relación.

2.700 metros cuadrados

La casa en la que ahora reside Malú tiene 2.709 metros cuadrados construidos en una parcela de 13.845 cuadrados. La mansión era propiedad de Luis García Cereceda, el fundador de esta exclusiva urbanización, que se la construyó a su gusto frente a uno de los lagos que decoran el enclave. Llevaba años vacía y se alquilaba ya amueblada, por lo que a la cantante, que ya tiene dos propiedades en Madrid pero buscaba intimidad, le encajó a la primera.

placeholder La cantante Malú, en una entrega de premios. (CP)
La cantante Malú, en una entrega de premios. (CP)

Inexpugnable

La Finca reunía todas las condiciones que ella buscaba. Para acceder a la urbanización hay que superar tres controles de seguridad. Es imposible alcanzar el interior de esta fortificación si no eres un miembro de su comunidad o uno de los propietarios no ha anunciado la visita con antelación a los vigilantes de las garitas. Para que se hagan una idea del nivel de seguridad en el perímetro, “muchas casas no tienen ni alarma”, asegura un vecino. Se trata, por tanto, de un refugio inexpugnable y antipaparazzi en el que esperar plácidamente a que amaine la tormenta mediática.

El chalé en el que vive Rivera de alquiler en Húmera está muy cerca de la casa de Malú. No salen de ese perímetro. Este medio se topó con la cantante hace unos días en un conocido centro comercial de la localidad, aprovechando las incipientes rebajas con una amiga. Las primeras fotos de ambos juntos fueron tomadas en un restaurante a escasos minutos de allí, y en otro centro comercial de la zona. Si no es en celebraciones privadas, donde su intimidad está asegurada, Rivera y Malú nunca pasan la frontera de la A-6. Con la excepción de un viaje que hicieron a Portugal cuando acabó la enésima campaña.

En la declaración de Bienes y Rentas del Congreso de Albert Rivera, actualizada en mayo con el cambio de legislatura, no ha habido cambios. Rivera sigue teniendo dos viviendas en Barcelona a medias con su primera mujer, posee también un Volkswagen Golf y su situación patrimonial es prácticamente la misma de antes. De momento, la bunkerización del político y su pareja es solo de alquiler. Hasta que lleguen tiempos mejores.

Una tormenta se cierne sobre Ciudadanos y todas las miradas están puestas en Albert Rivera. Dicen que no escucha, que vive enrocado en su posición política, que es difícil acceder a él, que hay un cortocircuito en la comunicación con el líder. Los analistas políticos andan estos días haciendo cábalas sobre los próximos pasos a dar por el político, tras la cascada de dimisiones de estos días. Mientras en el tablero nacional se mueven las piezas de este ajedrez interminable, la vida privada de Rivera ha vivido un proceso similar al de su vida profesional.

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