Dieta y deporte: la nueva vida de Rufián, ex niño mimado del independentismo
El republicano, que se separó de su pareja y madre de su hijo de 8 años, ha refinado su discurso. No va a un gimnasio de lujo, pero camina para combatir el colesterol
Acostumbrado a ser uno de los niños mimados del independentismo, Gabriel Rufián ha pasado un mal fin de semana después de tener que abandonar una manifestación independentista por los gritos de ‘butifler’ (traidor). El portavoz de ERC había condenado la violencia en las calles de Barcelona y su gesto no sentó bien a la bancada más radical de su causa. El discurso de este joven político se ha refinado, incluso moderado, en los últimos tiempos. Y muchos lo achacan a su cambio de vida.
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Hace casi un año se separó de su pareja y madre de su hijo, Mireia Varela. Desde verano, según han publicado varios medios vascos, tiene nueva pareja: Marta Pagola, jefa de prensa del PNV en la Cámara Baja, algo que Vanitatis no ha podido confirmar. Nuevo discurso, ¿nueva pareja? y nuevas costumbres. Porque el diputado hace incluso dieta.
En su nueva vida no ha llegado a los límites que se le atribuyeron hace un tiempo, cuando se publicó que era socio del Club Arsenal, uno de los gimnasios más exclusivos de Barcelona. Cada lunes por la mañana, antes de ir a la reunión de partido en Barcelona, Rufián sale a caminar por la carretera de las Aigües con un amigo, socio del citado gimnasio. Y para no tener que volver a casa a ducharse, lo hacía en el club. Dos veces lo hizo, no más, porque su presencia fue detectada por la prensa y decidió no volver. Lo atestiguan a Vanitatis personas del centro, que aseguran que no ha aparecido más por allí.
"Juro que no estoy apuntado"
Así lo contaba él mismo este verano en una entrevista a 'La Razón': “Cada lunes quedo a las 6:30 con un amigo para caminar dos horas y media. Él sí que está apuntado a ese gimnasio y le he pedido dos veces, porque después tengo la reunión de partido de Grupo, que me deje ducharme, porque no tengo otra forma de hacerlo. Y me han visto estar allí, pero juro que no estoy apuntado y que lo único que hago es ducharme. Lo malo es que ya no voy a poder hacerlo...”.
Además de las caminatas, el republicano ha incorporado la dieta a su vida desde que el médico le detectara el colesterol alto, tal y como él mismo ha contado. Dieta y deporte son sus armas para combatir el estrés y mejorar la salud.
El portavoz de ERC nació en Santa Coloma de Gramenet, en el barrio de Fondo, en 1982. “Hijo -cuenta él mismo- de andaluces llegados de Granada y Jaén hace más de 55 años”. Una de las peculiaridades de Rufián es su defensa del “independentismo en castellano”, algo que le ha acabado reportando críticas. Además, es fan de Rosalía, Alejandro Sanz y Miguel Poveda, con quien guarda un parecido físico. Siempre ha sido un tipo presumido, que se cuida, y se dejó barba para no parecer que tenía "25 años”, dice.
Un piso con su ex
Con un discurso duro durante mucho tiempo, más moderado en los últimos días, decíamos, el republicano suele llenar páginas de los medios por sus declaraciones. Dijo que no seguiría como diputado y ahí está, con un alto sueldo que muchos le critican. Según su declaración de bienes, tiene una vivienda al 50% con su expareja, casa que compraron en 2018 y en la que ahora residen Mireia y el pequeño de ambos. Además, tiene un saldo medio en el banco de 16.000 euros y dos créditos pendientes.
Como tantas parejas, Rufián y Varela lo hacían casi todo juntos. Iban a clase de baile, él intentaba no perderse ni una actividad escolar de su hijo y hasta tenían un programa de radio en el que entrevistaban a artistas y políticos. Pero la vida gira y en este caso no igual para los dos. Él rompió y ella sigue paralizada. No cuelga nada en Instagram desde su última foto, una imagen de su ex y su hijo en una fiesta tradicional de Sabadell, donde compartían vivienda. En sus cuentas de internet señala: "Busco trabajo", algo que antes jamás contó.
"Hoy es fin"
Su ruptura fue muy dura. No hablan del asunto, porque como han dicho desde el entorno de Rufián a Vanitatis en varias ocasiones, se trata de cuestiones de su vida privada. Pero su ex sí que dejó pistas en las redes sociales cuando se separaron.
Licenciada en Filología Hispánica y amante de la literatura, Varela colgó un poema bajo las palabras "Hoy es fin", en Instagram, una de las últimas veces en las que usó las redes, que parecía retratar su vida. Los versos, 'Me doy cuenta de que me faltas', son de Jaime Sabines y dice cosas como: “Estoy arruinado en mis huesos, todo es pesadumbre”.
“Es el principio de ti misma, piensa que solo los cobardes huyen, pero las máscaras acaban cayendo y la luz de la verdad siempre reluce, te repito, no es el fin, es el principio de ti misma”. Así respondió una amiga, molesta sin duda. Era el 31 de diciembre de 2018, no hace ni un año, y Varela estaba triste. Su pareja había roto con ella después de más de 9 años de convivencia y un hijo de 8 en común. Pero Rufián había volado hacía un tiempo. Su aterrizaje en Madrid, en el Congreso, le dio unas alas que le llevaron a descubrir nuevos mundos. Y allí ya no había espacio para su pareja.
Acostumbrado a ser uno de los niños mimados del independentismo, Gabriel Rufián ha pasado un mal fin de semana después de tener que abandonar una manifestación independentista por los gritos de ‘butifler’ (traidor). El portavoz de ERC había condenado la violencia en las calles de Barcelona y su gesto no sentó bien a la bancada más radical de su causa. El discurso de este joven político se ha refinado, incluso moderado, en los últimos tiempos. Y muchos lo achacan a su cambio de vida.