Santiago Abascal y Lidia Bedman: tú vas a 'El Hormiguero', yo gano 2.000 seguidores

Cuando en la primavera de 2018, Santiago Abascal se propuso convertir a Vox en un partido con representación en el Congreso de los Diputados, su mujer, Lidia Bedman, tomó la decisión de mantenerse al margen de todo este mundo. Su objetivo era crecer como influencer y no convertirse en miembro del gabinete que rodea permanentemente a su marido. Mucho menos, en su primera dama. Ahora, que ya parte de 24 diputados y volveremos a votar este domingo, 10 de noviembre, nada es igual.

En menos de seis días, los españoles volveremos a los colegios electorales. Una semana en la que tendrá lugar la campaña electoral más corta de la historia y que Santiago Abascal arrancó oficialmente el jueves en Barcelona. Sin embargo, y en contraste, la precampaña ha sido larga, complicada y bastante controvertida. ¿El mejor remedio? El as que se había guardado en la manga durante los últimos comicios: la aparición estelar de Lidia Bedman.

Lidia everywhere

Ya no se esconden el uno al otro en redes ni en los mítines y actos institucionales. De hecho, su aparición en el backstage de Vistalegre el 6 de octubre (que ella misma compartió en sus stories de Instagram) no fue más que la antesala de lo que nos esperaba hasta este lunes.

Entonces no apareció junto a su marido en el patio de butacas ni sobre el escenario, pero todos sabían que estaba allí, apoyando como la que más a Abascal. Desde entonces todo ha cambiado.

Lidia no solo debutó públicamente como primera dama de Vox durante el desfile del día de la Fiesta Nacional y en el posterior besamanos en el Palacio Real el 12 de octubre (el sábado siguiente), sino que apenas seis días después, el viernes, acompañó de nuevo a su marido, debutando ambos en los Premios Princesa de Asturias.

Y para no perder costumbre, otra vez en fin de semana, el domingo siguiente, estuvo junto a Abascal durante la concentración convocada en contra de la independencia de Cataluña.

Tres apariciones seguidas y significativas que ponen de manifiesto una cosa: Lidia Bedman ha llegado para quedarse como parte fundamental del entorno político de su marido. Y esto a ella le beneficia más que a nadie (y de vez en cuando, le perjudica también).

Si hace unos meses analizábamos la repercusión del salto a primera línea política de Abascal, ahora que lo ha dado ella, no podíamos hacer menos. Sus redes han experimentado muchos cambios desde hace un mes y tras una auditoría exhaustiva de los datos, esto es todo lo que hemos averiguado.

El ascenso imparable

En las pasadas elecciones ya observamos un ascenso imparable respecto a lo que nos tenía acostumbrados en redes sociales, con un perfil modesto en el que los seguidores crecían poquito a poco, pero ahora podemos afirmar que ha roto la curva. Desde principios del mes pasado, cuando se anunció la celebración de elecciones, su comunidad ha crecido exponencialmente: ha pasado de crecer 4.000 seguidores al mes en las últimas elecciones a ganar esa misma cifra a la semana.

La evolución se ve a simple vista. De permanecer durante los últimos meses en una subida/bajada diaria de unos 30 o 40 seguidores, desde hace tres semanas solo crece a una media de 300 seguidores al día hasta alcanzar algunos días un aumento de más de 1.500 seguidores. Imparable.

No son casuales esos días de subida. Como se puede observar en el gráfico, la polémica por el anuncio de la entrevista de Santiago Abascal en 'El Hormiguero' y la resaca del programa le hicieron ganar 2.150 seguidores en solo tres días y su debut en la Hispanidad le hicieron acumular 2.496 en un fin de semana. Y esto es solo la punta del iceberg. Aparecer en campaña ha supuesto el empujón definitivo.

Para mal, también

Eso sí, aunque en las últimas semanas ha vivido grandes alegrías, se puede decir que los momentos más agrios en la carrera política de Santiago Abascal también le han afectado. Sus declaraciones tras la exhumación de Franco provocó que en lugar de continuar subiendo unos 300 seguidores al día, tan solo sumara 90 nuevos y justo antes del inicio de la precampaña, la renuncia de algunos cargos del partido hizo que le fuera aún peor: perdió 278. Una barbaridad si lo ponemos en contexto.

Borrado de fotos

Ahora sí, no todo en su 'inmersión' en política ha sido en positivo. Analizando los datos y las gráficas de su cuenta de Instagram nos hemos dado cuenta de que sus publicaciones han disminuido en 41 post. 41 fotos con su correspondiente mensaje que fueron eliminadas de golpe el 21 de octubre, el día después de los incidentes de Santiago Abascal en Bilbao, cuando fue atacado por varios grupos de radicales (21 fueron detenidos y dos ertzainas resultaron heridos), y el mismo que visitó el plató de Ana Rosa Quintana.

Puede que el motivo fuera por seguridad (no sabemos el contenido de los post), por intimidad o por recomendación del partido, pero lo cierto es que lo único que publicó ese día nada tenía que ver con esto. Sacó la ropa de invierno e informó a su cada día más abultado número de fans. Punto y final.

Facebook y YouTube, vacíos

Y el borrado de contenido audiovisual no ha quedado aquí. Curiosos, también hemos querido analizar la evolución de su canal de YouTube. Ahí dio sus primeros pasos como influencer y ahí acumulaba varios vídeos que nos ayudaban a conocerla mejor, sus rutinas de belleza y detalles como los de su boda. Ya no queda nada de eso.

Su canal a día de hoy está vacío de contenido, al que ya no podrán acceder los casi 4.000 suscriptores que acumulaba, y lo mismo ocurre con su perfil de Facebook. Ahí tampoco encontramos casi ningún contenido. En el muro tan solo queda una publicación con una foto de 2018 y en el apartado de fotos no hay nada de nada. Para acceder tiene que aceptar una solicitud de amistad. Lo tiene cerrado a cal y canto.

¿Forma parte de una estrategia de lavado de imagen o simplemente está abandonando poco a poco su faceta de influencer?