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Teresa Rabal, rota, habla: Asunción, la mejor madre, abuela y bisabuela
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EMOTIVO RECUERDO DE FAMILIARES Y AMIGOS

Teresa Rabal, rota, habla: Asunción, la mejor madre, abuela y bisabuela

La hija de Asunción Balaguer, Teresa Rabal, así como directores, periodistas, cantantes y actores, hablan para Vanitatis con tristeza y dolor

Foto: Teresa y Benito Rabal, rotos en el velatorio de su madre. ('Socialité')
Teresa y Benito Rabal, rotos en el velatorio de su madre. ('Socialité')

Asuncion Balaguer era la decana de las actrices españolas. La primera vez que se subió a un escenario tenía 13 años. “Ahora sería impensable”, decía cuando explicaba sus orígenes profesionales en las entrevista y recordaba que fue interpretando a Santa Teresa. Y no solo a los periodistas o en el monólogo que interpretó con pinceladas de su vida en el Bellas Artes, sino también a sus nietos y bisnietos, a María, Luis, Liberto y Daniel, a los que narraba, como si fueran cuentos, las mil y una anécdotas de su existencia y la del abuelo y bisabuelo Paco Rabal.

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En las noches de verano, en la casa de Águilas, esas tertulias se podían alargar hasta el alba. Allí se hablaba de cómo se le declaró el que luego sería su marido, en un autobús que hacía el recorrido de Córdoba a Algeciras, de las tradiciones en el mundo del teatro o de lo mal que le parecía a su familia, que pertenecía a la burguesía catalana, que “me hiciera cómica. Así nos llamaban antes. Después lo entendieron porque era mi vida, aunque lo dejé muchos años para cuidar a mis hijos. Fue mi elección”.

placeholder Fotografía facilitada por la fundación Aisge de Asunción Balaguer. (EFE)
Fotografía facilitada por la fundación Aisge de Asunción Balaguer. (EFE)

Contaba sin quejarse ese parón que tuvo en su carrera profesional por ejercer de madre a tiempo completo. Cuando retomó su carrera profesional lo hizo por la puerta grande y “me volví a sentir joven, como cuando empezaba”. Asunción explicaba esa sensación mientras planchaba una camisa de su marido. Aunque tenía servicio para las tareas domésticas, de la ropa de Paco Rabal se encargaba ella, igual que lo hizo con la de sus hijos y nietos cuando se quedaban en su casa.

Los que la trataron en estos últimos años antes de sufrir el ictus, la recuerdan con mucho cariño. “Era generosa, vital y siempre con una sonrisa. Hicimos una amistad grandísima y compartimos camerino. Una mujer maravillosa y con una cabeza espléndida. Estoy muy triste”, explica a Vanitatis Massiel.

placeholder Teresa y Benito Rabal, rotos en el velatorio de su madre. ('Socialité')
Teresa y Benito Rabal, rotos en el velatorio de su madre. ('Socialité')

En esta apreciación coincide Carlos Ferrando que compartió con Asunción y Paco Rabal, muchas experiencias. “Era un tipo de mujer con un carácter excepcional y lo que siempre me sorprendió fue que nunca tuvo una mala palabra hacia su marido, cuando este volvía de madrugada. A mí me daba las gracias y a Paco nunca le preguntaba de dónde venía o que había hecho. Asunción esperaba hasta que él llegara y después ya se iba a dormir. Primero fue su novia, después esposa y por último su papel era más de madre que otra cosa. Siempre le protegía y no quería escuchar historias de infidelidades”, explica el periodista.

De esa manera de ser, siempre pendiente de que el hogar familiar, aprendió su hija Teresa Rabal, que vivía con ella desde que vendió su casa de la sierra. Muy emocionada explicaba: “Es un día muy triste. Hemos estado con ella hasta el último momento. Ha sido una mujer valiente y la mejor madre y abuela que se puede tener. Siempre pendiente de nosotros y de todo el mundo. No se olvidada de ni una sola fecha importante, tanto nuestra como de los amigos”.

placeholder Asunción Balaguer en una imagen de archivo. (EFE)
Asunción Balaguer en una imagen de archivo. (EFE)

Uno de sus grandes amigos, el director de cine y teatro Mario Gas, coincide con las anteriores afirmaciones: “Mi primer contacto con ella fue en 1988 cuando rodábamos la serie “El gato en el tejado” con Emma Cohen y José Sacristán. Siempre la recordaré como una mujer valiente, libre, que estaba con quien quería estar. Las imposiciones no iban con ella y si no le gustabas pues no le gustabas y ya está. La vamos a echar de menos”.

Asuncion Balaguer era la decana de las actrices españolas. La primera vez que se subió a un escenario tenía 13 años. “Ahora sería impensable”, decía cuando explicaba sus orígenes profesionales en las entrevista y recordaba que fue interpretando a Santa Teresa. Y no solo a los periodistas o en el monólogo que interpretó con pinceladas de su vida en el Bellas Artes, sino también a sus nietos y bisnietos, a María, Luis, Liberto y Daniel, a los que narraba, como si fueran cuentos, las mil y una anécdotas de su existencia y la del abuelo y bisabuelo Paco Rabal.

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