Estrella Morente y Javier Conde: intentos fallidos de monetizar el mundo del toro
Casados desde 2011, la cantaora y el torero han creado varias empresas que no han logrado continuidad: de un hotel dedicado al toreo en Ronda hasta una ganadería en Málaga
Estrella Morente y Javier Conde son dos personajes que bien podrían haber existido hace siglos en España. Ella, cantaora al más puro estilo clásico; él, torero. Defensores de las tradiciones más antiguas, los toros forman parte de su vida más allá incluso de la plaza. Se casaron en 2001 en Granada, ciudad natal de ella, y tienen dos hijos, Estrella y Curro. Defender los toros con su cante y su trabajo, eso es lo suyo. La pareja tiene varias empresas cuyas actividades están relacionadas con el toreo. Es más, en 2016 firmaron un acuerdo con el Ayuntamiento de Ronda para abrir un hotel dedicado a la tauromaquia y al flamenco.
LEA MÁS: Ocho años sin Enrique Morente
En septiembre de 2016, el Ayuntamiento de Ronda acordó conceder la licencia de obras a la empresa Flamencurro SL, de la que Morente es única socia y administradora, para la construcción y explotación del citado hotel. “Esta mañana -se dijo en su momento- se ha llevado a cabo una Comisión de Obras con un único punto que ha supuesto el dictamen favorable, por unanimidad, de elevar a sesión plenaria este proyecto de actuación urbanística de la empresa Flamencurro”. Con una inversión de 700.000 euros, la empresa debía comenzar las obras del hotel al año siguiente.
Situado en la finca La Abejera, propiedad de la pareja, la inversión se divide en 576.000 euros para la edificación, 54.000 para la urbanización y 80.000 para el equipamiento. El hotel, con una categoría de tres estrellas y una veintena de habitaciones, se configuraría como un cortijo andaluz. Vanitatis ha llamado al Ayuntamiento de Ronda y allí nada saben de dicho hotel. Y en el Resgistro Mercantil, Flamencurro no registra actividad desde 2012, año en el que contaba con un patrimonio neto de 1,4 millones de euros.
Ganadería Dehesa Brava
Esta es la única empresa de Morente. Es su marido quien cuenta con mayor actividad: aparece en 10 empresas, casi todas relacionadas con la gestión de alquiler y venta de inmuebles. Conde también aparece en la franquicia de una marca de bebidas. Aunque es la ganadería La Dehesa Brava la empresa a la que más pasión dedicó, pese a que finalmente no ha salido adelante.
Con una nota de cierre registral en 2005, la ganadería de Conde, que sigue vigente en el registro de actividad de Hacienda, no ha tenido actividad alguna desde entonces. La ganadería se inauguró en 1996 y sigue registrada aunque inactiva. Conde es administrador junto con sus padres, Rosario y Francisco, quien por su parte aparece en numerosas empresas, muchas dedicadas al mundo del toro y la mayoría sin actividad desde hace años.
Belleza clásica
Conde, torero en activo, es un clásico en las ferias taurinas. Con una belleza clásica, racial, su porte no pasa desapercibido. Antes de casarse con Estrella Morente tuvo un romance con Marta Sánchez, lo que le convirtió en un personaje deseado por la prensa del corazón. Su mujer, de larga melena, voz cálida y pasional y su belleza clásica, es famosa desde niña, porque su padre es Enrique Morente, uno de los flamencos más famosos del país. Su muerte, además, llegó empañada por denuncias de mala praxis médica por parte de su hija y toda su familia.
Pasionales hasta el límite, Conde y Morente fueron también noticia durante la boda de un compañero torero (José María Manzanares) cuando protagonizaron una fuerte pelea en el hotel en el que se hospedaban que alarmó a todos los huéspedes. A los pocos días aparecieron en los medios para quitar hierro al asunto.
La pasión forma parte de sus vidas de tal modo que Estrella, sin encomendarse a nadie más que a sí misma, decidió cambiar la letra de una canción para defender el toreo y el mundo del toro en prime time en TVE, la televisión pública. Se ha formado un buen escándalo y los toros han vuelto a la actualidad. Así que los Conde Morente han salido ganando.
Estrella Morente y Javier Conde son dos personajes que bien podrían haber existido hace siglos en España. Ella, cantaora al más puro estilo clásico; él, torero. Defensores de las tradiciones más antiguas, los toros forman parte de su vida más allá incluso de la plaza. Se casaron en 2001 en Granada, ciudad natal de ella, y tienen dos hijos, Estrella y Curro. Defender los toros con su cante y su trabajo, eso es lo suyo. La pareja tiene varias empresas cuyas actividades están relacionadas con el toreo. Es más, en 2016 firmaron un acuerdo con el Ayuntamiento de Ronda para abrir un hotel dedicado a la tauromaquia y al flamenco.