Ana Obregón y Alessandro Lequio ya están en casa tras unos días muy complicados
La pareja se encontraba en la ciudad condal, en la que su hijo recibía tratamiento. Esta misma tarde llegaban a su hogar para descansar tras unas jornadas complejas
Ha sido la primera vez que hemos podido ver a Ana Obregón esbozando una ligera sonrisa en muchos días. La empresaria, junto a Alessandro Lequio, llegaba esta tarde finalmente a su casa madrileña después de unos días muy duros en los que la pareja ha estado acompañando a su hijo, Álex Lequio que, tras una dura lucha, fallecía el pasado miércoles 13 de mayo víctima de un extraño cáncer llamado sarcoma de Ewing.
Las muestras de apoyo y consuelo han sido numerosas desde entonces e incluso los Reyes Felipe y Letizia, así como los eméritos, han hecho llegar sus condolencias.
Todo seguramente haya servido para arroparles en estos complicados momentos, pero es también muy probable que Ana y Lequio estuvieran deseando llegar a su hogar para poder descansar de estas jornadas tan intensas.
Desde el fallecimiento de Álex Lequio las pocas imágenes que hemos podido ver de sus padres han venido a corroborar lo unidos que se encuentran para afrontar la adversidad.
Si ayer veíamos a la pareja fundirse en un abrazo a la vuelta del tanatorio Sancho de Ávila, en el que se encontraba el cuerpo de su hijo, esta mañana les hemos visto salir del apartamento que estos días ocupan en la ciudad condal. De nuevo hemos podido comprobar que Ana y Lequio están compenetrados y apoyándose en todo momento. Alessandro sigue rindiendo tributo a su hijo luciendo una camiseta que perteneció a Álex y adoptando ese estilo informal con gorra hacia atrás que su hijo había adoptado como una marca personal.
La pareja salía del portal llevando mochilas y respetando las medidas estrictas de seguridad sanitaria que se han adoptado en estos días tras la crisis por coronavirus. Poco después de salir del portal se subían en un taxi, para regresar a Madrid después de haber pasado estos últimos y duros días en la ciudad condal. Ambos han aprovechado para agradecer, a través de los medios de comunicación congregados, todo el apoyo y cariño recibido estos días. Profundamente abatidos, la pareja ha dejado todo dispuesto para que los restos mortales de su hijo sean trasladados a la capital y que sea allí donde le den el último adiós.
Adiós a Barcelona
Antes de que comenzara la pandemia y el confinamiento, la unidad familiar puso rumbo a Barcelona donde iban a tratar a Álex en el hospital Quirón. Ana Obregón montó la intendencia para no separarse de su hijo. “No salgo ni para teñirme y tengo unas raíces tremendas”, informaba por WhatsApp mientras aún había esperanza de que el destino se portara como era de esperar. No fue así. La injusticia se confirmó el miércoles pasado cuando los padres tuvieron que afrontar la gran tragedia de sus vidas: Álex tenía 27 años y una vida por delante llena de proyectos y de ilusiones que ese mal destino no quiso promocionar.
En los últimos días Ana y Lequio han estado acompañados por las hermanas de Ana y por Carolina, la novia de Álex, a la que se ha visto por los alrededores del apartamento. Todo el apoyo que han recibido estos días les han respaldado y seguirán haciéndolo porque la tristeza aún no se ha terminado. Pero al menos, están ya en casa y pueden descansar y, poco a poco, empezar a recuperar esa sonrisa que les ha acompañado en todo el duro y largo proceso.
Ha sido la primera vez que hemos podido ver a Ana Obregón esbozando una ligera sonrisa en muchos días. La empresaria, junto a Alessandro Lequio, llegaba esta tarde finalmente a su casa madrileña después de unos días muy duros en los que la pareja ha estado acompañando a su hijo, Álex Lequio que, tras una dura lucha, fallecía el pasado miércoles 13 de mayo víctima de un extraño cáncer llamado sarcoma de Ewing.