La discreta separación de Tiziana Domínguez y Juan Verde

En la página oficial de Juan Verde hay un breve espacio para las fotos más personales. En ellas aparecen sus hijos. Uno, chocándole los cinco al mismísimo Barack Obama. Otra, en brazos de su padre mientras mira a la cámara junto a una sonriente Hillary Clinton. Verde es, según la definición de su página web, "un reconocido estratega internacional para el sector privado y público". "Como profesional diseña soluciones innovadoras para atraer inversiones extranjeras, acelerar el desarrollo económico, establecer alianzas estratégicas y se especializa en economía sostenible". En realidad, este canario de 48 años es un líder global en el campo del desarrollo sostenible, trabajó para la administración de Bill Clinton y Barack Obama, y es uno de los latinos más escuchados en Estados Unidos y en el mundo.

Pero no todas las entrevistas que ha dado y los artículos que se han escrito sobre él han aparecido en las páginas de Economía o de Internacional. Su nombre saltó a las de Sociedad cuando se casó con una de las tres hijas de Adolfo Domínguez, Tiziana, en el año 2011. La pareja pasó por el altar solo 35 días después de que su hermana mayor, Adriana, hiciera lo propio con José María López-Agulló, lo que provocó alguna chanza en la prensa por la 'carga' que podía suponer para sus padres la organización de dos bodas en tan poco tiempo.

Juan Verde tenía entonces un puesto de confianza en la Casa Blanca, era subsecretario adjunto para Europa y Eurasia en el Departamento de Comercio del Gobierno de los Estados Unidos. Las crónicas y las fotos de aquellos días nos traen a una jovencísima y preciosa Tiziana, con 25 años y sonrisa parabólica, a las puertas del pazo de Oca en A Estrada (Pontevedra), donde posaron generosamente para los periodistas gráficos. Había diseñado ella misma su vestido blanco. La ceremonia tuvo lugar al aire libre y los novios estuvieron rodeados de un centenar de invitados, entre los que se encontraban las familias de ambos y los amigos más cercanos.

De Nueva York a Ourense

Desde que se casaron, la pareja ha vivido a caballo entre Galicia y Estados Unidos. Primero Washington, luego Ourense, vuelta a Nueva York y Ourense de nuevo. Durante una entrevista en 2014 con el diario orensano 'La Región' (de las pocas en las que ha habido espacio para su vida personal), el periodista le preguntaba por esta cuestión (todavía residía en Galicia): "La única explicación por la que cambié Washington DC por una maravillosa aldea en Galicia es una mujer", le respondió. "He hecho muchas cosas de las que estoy muy orgulloso, pero lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido conocer a mi mujer, tener a mis hijos y tener una familia gallega".

Pero el tiempo, la intensidad de agendas, los intereses dispares... Poco a poco todo va pasando su factura y hoy la pareja vuelve a las páginas de Sociedad, aunque en esta ocasión por su divorcio. La separación tuvo lugar hace dos años y ha pasado desapercibida hasta ahora, cuando Vanitatis ha podido confirmar que se trata de un hecho consumado. Siguen siendo una familia y, como tal, Verde viaja a menudo a Ourense para visitar a sus hijos. De hecho, la pandemia le pilló en Galicia.

Ahora cobran sentido unas imágenes muy simbólicas que la propia Tiziana compartió hace dos años en redes sociales. La diseñadora se rapó su melena tradicional para inaugurar su perfil público en Instagram, pero quizá también como símbolo de la metamorfosis personal que se estaba produciendo en ella. Porque si Juan Verde tiene un currículo impecable, el de Tiziana como diseñadora y creativa es igualmente reseñable, y se ha apuntalado en los últimos tiempos.

El consejo de administración de Adolfo Domínguez aprobó por unanimidad en octubre de 2019 el nombramiento de Tiziana como nueva directora creativa de la empresa y su incorporación al comité de dirección de la empresa. Desde entonces, Tiziana es responsable de todas las áreas de creatividad de la compañía gallega, desde la concepción de cada producto hasta el diseño de tiendas. La diseñadora reporta directamente a Adriana Domínguez, flamante presidenta ejecutiva de la entidad.

Tiziana, graduada en Diseño de Moda en Parsons y en Ciencias Económicas por el Middlebury College, fue la encargada de reorganizar todos los equipos creativos del grupo tras la unificación de marcas. También recuperó la confección en los talleres propios de la empresa, en Ourense, donde se producen colecciones limitadas.