El núcleo duro de Sardà: su único hijo, sus hermanos y la trágica muerte del menor
La actriz tiene un único hijo, el actor y director Pol Mainat, fruto de su pasada relación sentimental con Josep Maria Mainat
Nadie mejor que su hijo definió nunca a Rosa Maria Sardà. Fue Pol Mainat quien con una simple frase hizo un relato de lo que era la irrepetible intérprete de 'La niña de tus ojos' y, posiblemente, la mejor presentadora que ha tenido nunca una gala de los Goya. Le bastaron cuatro palabras: "Mamá, eres muy grande". Era una ocasión de alto voltaje emocional, pues acudió a recoger el Gaudí de Honor a toda su carrera en 2016, en un momento en el que ya convivía con un cáncer que ha causado su muerte este 11 de junio.
Pol Mainat tuvo también una relación profesional con la actriz catalana ya que la dirigió en la serie de televisión 'Dues dones divines', en la que compartió reparto con Verónica Forqué y que emitió TV3 en 2011. Su amor por la profesión fue un vínculo que unió a madre e hijo, quien también por parte paterna ha heredado la pasión por el mundo audiovisual, ya que Josep Maria Mainat ha sido uno de los máximos referentes de la televisión, primero gracias al grupo humorístico La Trinca y después a través de Gestmusic, cuyas acciones vendió entre los años 1994 y 2002.
Pol presentaba el pasado mes de febrero junto a su padre Canal Trader, el primer canal de YouTube destinado a enseñar cómo convertirse en un profesional del trading (negociación bursátil), un peculiar formato en el que cuentan con Ainhoa Casado, directora de la academia de 'OT' en 2011, ahora directora de este reality, así como con Francisca Serrano, directora de la escuela de trading La Factoría, o Jordi Martí, que ejerce de jefe de estudios. Una singular iniciativa que evidencia la buena sintonía que tiene con Josep Maria.
En Rosa Maria Sardà se dio una singular dicotomía, ya que era escrupulosamente discreta en lo que a su vida sentimental se refería, no en vano su ruptura con Mainat trascendió mucho después de que se produjera y tampoco se pronunció nunca sobre los motivos, pero, al mismo tiempo, tuvo una honestidad brutal para abordar otras cuestiones íntimas como la enfermedad (odiaba, por cierto, la retórica de la lucha) o la muerte de su hermano menor, Joan, víctima del sida.
Esta muerte rompió a la familia, pues sufrieron no solo el dolor de su pérdida, sino también el estigma que llevaba aparejada esta dolencia, como ella misma narraría, sin paños calientes, en 'La Sexta Noche', en un mano a mano televisivo con su hermano Xavier Sardà, quien, de alguna forma, aprovechaba para rendir homenaje a su hermana, que fue para él como una madre.
"Fue un personaje maravilloso, que nos hizo sufrir y que sufrió mucho. Nos dejó cuando él tenía 26 años víctima de una enfermedad casi desconocida en España que era el sida. Eso era el infierno, pero nosotros seguimos viviendo con él y dándole ánimo dos años", manifestaba la actriz de '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?' y 'Todo sobre mi madre', quien establecía una clara diferenciación sobre cómo se estaba abordando la actual pandemia del covid-19 respecto al VIH: "Era muy distinto. Ahora todos se sienten implicados. Cualquiera puede pillar el coronavirus. El sida era de gente marginal, de gente degenerada y se los rehuía. Fue horroroso y vergonzoso lo que se hizo con los enfermos de sida. No soy creyente, pero no puedo ir al infierno porque ya he estado allí".
Rosa Maria era la mayor de cinco hermanos y la prematura muerte de su madre hizo que ocupara de alguna manera ese rol, como el propio Xavier Sardà había contado también en su autobiografía, 'Mierda de infancia' (Ediciones B), en la que relata que con la prematura muerte de su madre cuando él era un niño, tuvo que quedarse a vivir con su hermano Joan en Montcada, con los que él denominaba "falsos abuelos" (el segundo marido de su abuela materna y su mujer), lo que le obligó a estar separado de los otros tres, Rosa Maria, Santi y Fede, que se quedaron viviendo en Barcelona con su padre. Incluso relataba que no había podido conocer a sus verdaderos abuelos y que al paterno lo asesinaron. "Mi madre murió cuando yo tenía siete años, mi padre cuando tenía 19, luego murió mi hermano muy joven y no conocí a mis abuelos", subrayaba en una entrevista en 'El Mundo'.
Nadie mejor que su hijo definió nunca a Rosa Maria Sardà. Fue Pol Mainat quien con una simple frase hizo un relato de lo que era la irrepetible intérprete de 'La niña de tus ojos' y, posiblemente, la mejor presentadora que ha tenido nunca una gala de los Goya. Le bastaron cuatro palabras: "Mamá, eres muy grande". Era una ocasión de alto voltaje emocional, pues acudió a recoger el Gaudí de Honor a toda su carrera en 2016, en un momento en el que ya convivía con un cáncer que ha causado su muerte este 11 de junio.