La madre de Ana Soria (novia de Enrique Ponce), tajante: “Este circo no va conmigo”

Hay amores estivales, y luego está el romance de este 2020: el de Enrique Ponce y Ana Soria está llamado a ser la gran historia de amor de este extraño verano de rebrotes y mascarillas. Al menos en cuanto a titulares y portadas se refiere.

Mientras su relato amoroso va avanzando y vamos conociendo más detalles de los protagonistas y de sus planes de futuro (la una ha decidido ya que no irá a Polonia de Erasmus, el otro que volverá a los ruedos el próximo 1 de agosto en Osuna, Sevilla), van entrando más personajes en escena.

La última en protagonizar un encuentro con la prensa ha sido Rosa, la madre de la novia, que se ha topado con los periodistas cuando salía del domicilio familiar para dirigirse a su trabajo. La nueva 'suegra' del torero ha explicado que se siente desbordada por la situación, y es que el revuelo informativo formado en torno a la pareja es grande.

La madre de la joven estudiante de Derecho afirmaba tajantemente: “No tengo nada que decir sobre la vida de los demás ni tan siquiera de la mía”, intentando dar por concluido el interrogatorio. Cuando le preguntaban qué opinión tenían sobre toda la información generada en los medios de comunicación desde que se conoció la noticia, Rosa contestaba tajante: “Es que no sé si eres sorda o te lo haces, o es que no entiendes el castellano. Te acabo de decir que yo no voy a decir nada”.

“Os pido respeto y que comprendáis que a mí este circo no va conmigo. Yo veo La 2, me gustan los programas culturales, no me gusta nada de esto...”, le explicaba a la periodista. Para zanjar este encuentro y otros futuros que seguramente se van a producir, sentenciaba: “Os ruego que a mí no me molestéis más. He tratado de ser educada, no insultaros y me voy a callar por educación”.

La imagen, al actitud y las respuestas de la madre chocan con las últimas que hemos visto protagonizar a la hija, que poco a poco se ha ido acostumbrando a encontrarse con la prensa allá donde va. Si en un principio intentaba esquivarla, ahora, viendo que eso es casi imposible, se dirige a ella de forma tranquila y ordenada para repetir, casi como un mantra, que su relación va bien, que la diferencia de edad no importa y que ella no rompió ningún matrimonio.