Rafael Amargo, tras su detención por tráfico de drogas: "En mi casa solo había alegría"
El bailaor sale de los juzgados y lamenta "el espectáculo innecesario" que ha habido sobre su caso. Asegura que escribirá una serie sobre lo sucedido y niega las acusaciones
Quienes lo conocen lo definen como alguien hiperactivo y apasionado, que no controla el tempo fuera del escenario. Rafael Amargo ha dado la razón a esos amigos cuando este jueves, al salir de los juzgados, daba unas declaraciones a la prensa en las que decía que en su casa lo que había era “mucha alegría” y no drogas. El bailaor salía a última hora de declarar ante el juez durante una larga tarde, a donde llegó tras pasar dos noches en el calabozo acusado de un presunto delito de tráfico de drogas y organización criminal.
La policía registró su casa, un piso en el barrio de Malasaña que es de su propiedad y sobre el que pesan varios embargos, y al parecer encontraron grandes cantidades de estupefacientes. Por este motivo, el juez ha decidido retirarle el pasaporte. Él, no obstante, niega la mayor: “Dentro de mi casa no había nada. Nada más que mucha alegría y una casa donde se reúnen artistas. Yo soy un artista, soy un tío que me gusta la fiesta, que me gusta divertirme, que me gusta celebrar”.
Con aire contento, hasta desafiante, Amargo salió de los juzgados casi a medianoche del jueves, el mismo momento en el que estaba previsto el estreno de su último espectáculo, ‘Yerma’, en el teatro La Latina, cita que se pospuso a la noche del viernes. En la puerta de las instalaciones de la plaza Castilla, Amargo abrazaba a su amigo y abogado, Cándido Conde-Pumpido, y dando palmas comentó: “Sí que se me ve muy animado y tengo que estar mañana [en referencia a esta viernes] en el estreno de mi obra”.
"Pablo Escobar había uno"
Tuvo incluso tiempo para ironizar sobre lo sucedido, “un espectáculo innecesario”, en su opinión, lo que supone “una campaña de marketing tan grande”. Aseguró además que aprovechará lo sucedido para escribir sobre ello, incluso “para una serie de televisión”, que no se va a “quedar quieto” y que “Pablo Escobar había uno”.
Sobre los dos días que ha estado detenido, Amargo lamentó haber pasado las noches “tirado en el suelo” en un “calabozo comido de mierda”. Su abogado corroboraba estas acusaciones, y lamentó en varias ocasiones que no hayan dejado ver a su cliente antes de la declaración.
Quienes lo conocen lo definen como alguien hiperactivo y apasionado, que no controla el tempo fuera del escenario. Rafael Amargo ha dado la razón a esos amigos cuando este jueves, al salir de los juzgados, daba unas declaraciones a la prensa en las que decía que en su casa lo que había era “mucha alegría” y no drogas. El bailaor salía a última hora de declarar ante el juez durante una larga tarde, a donde llegó tras pasar dos noches en el calabozo acusado de un presunto delito de tráfico de drogas y organización criminal.