Es noticia
Menú
Pasqual Maragall cumple 80 años rodeado de su familia: este es su día a día
  1. Famosos
ANIVERSARIO

Pasqual Maragall cumple 80 años rodeado de su familia: este es su día a día

El exalcalde de Barcelona, conocido antaño por caótico y tardón, vive atado a sus rutinas. La Fundació Pasqual Maragall, que él creó al saber su diagnóstico, lucha contra el alzhéimer

Foto: Pasqual Maragall, hace años con uno de sus nietos en la Carretera de les Aigües. (Fundació Pasqual Maragall)
Pasqual Maragall, hace años con uno de sus nietos en la Carretera de les Aigües. (Fundació Pasqual Maragall)

Hace tiempo ya, hace años, que Pasqual Maragall no sale a pasear. Es una de las últimas cosas que dejó de hacer: largas caminatas por la ciudad que un día dirigió, una ciudad que le sigue queriendo como antaño. Siempre lo recuerdan sus amigos y su familia. Cuando Maragall paseaba por la ciudad, la gente le paraba por la calle. Unos lo saludaban, otros les contaban sus problemas, otros querían una foto, un autógrafo. Y él, atento y cariñoso, preguntaba a los suyos: “¿A este lo conocemos?”. Eso ya no pasa. Ni eso ni casi nada.

La vida del exalcalde de Barcelona, a sus 80 años, que cumple este miércoles rodeado de su familia -sus tres hijos y sus nietos intentarán visitarlo, por turnos-, ya nada tiene que ver con aquellos maravillosos años. Aquejado de alzhéimer, enfermedad que le diagnosticaron en 2007, cuando él mismo lo hizo público, ya nada es lo mismo.

placeholder Pasqual Maragall, junto a su mujer, Diana Garrigosa, en 2017. (EFE)
Pasqual Maragall, junto a su mujer, Diana Garrigosa, en 2017. (EFE)

Junto al semiconfinamiento que se vive en Barcelona desde hace meses, Maragall protagoniza su propia travesía. La enfermedad avanza y con ella el deterioro, especialmente el cognitivo. Hace tiempo que ya no reconoce a los suyos, como les sucede a todos los pacientes, pero sí que les trata con cariño especial. Sabe que son personas a quienes ha querido mucho.

En la casa familiar

Nos lo cuentan desde su entorno, familiares y amigos que le quieren y admiran como cuando era un tipo poderoso. Es el único alcalde de Barcelona que ha presidido después la Generalitat. De aquellos majestuosos salones alfombrados a su casa familiar, donde ha vivido siempre, donde Pasqual perdió hace casi un año a su mujer, Diana Garrigosa, su principal apoyo y, hasta su muerte, su principal cuidadora.

El confinamiento ha endurecido las condiciones de la mayoría de los enfermos de alzhéimer, muy atados a su rutina por necesidades de la enfermedad. Hasta Maragall, famoso por su caos y por ser impuntual, vive ahora dependiente de sus horarios estrictos. Pero el confinamiento afecta. Nos lo cuentan desde la Fundació Pasqual Maragall, fundada por el exalcalde y dirigida ahora por su familia.

Dedicado a conocer cómo ha afectado el confinamiento a este tipo de personas, un estudio realizado por la entidad señala que el 45% de los cuidados encuestados ha notado cómo se deterioraba su salud física y emocional durante el confinamiento. Además, el 67% considera que la salud de su familiar con la dolencia ha empeorado.

placeholder Pasqual Maragall y su hijo Guillem, en una imagen de archivo. (Getty)
Pasqual Maragall y su hijo Guillem, en una imagen de archivo. (Getty)

Es duro pasar los últimos años de la vida atrapado en una enfermedad. Los hijos Maragall Garrigosa, conscientes de la situación que vivía su madre, le daban una quincena de 'vacaciones' al año para que pudiera descansar, pero a ella cada vez le costaba más separarse de su marido. Porque Maragall no quiere estar solo. Nunca. Sigue a todos a todas partes, incluso al baño. Incluso para ver la tele necesita a alguien sentado a su lado. Y eso ata.

Por eso tiene un cuidador, un hombre que le acompaña a dar pequeños pasos por los alrededores de casa, alguien que le viste, le llena esos huecos vitales que cualquier enfermo de alzhéimer sufre. Dicen que esta enfermedad además acentúa el carácter que uno siempre tuvo. Si eras iracundo, lo serás mucho más; si eras tranquilo, en la tranquilidad vivirás.

Su fundación, su legado

Lo cuenta Cristina Maragall, hija del expresident convertida en una gran experta en la enfermedad que les arrebató el futuro cuando llegó. Pasqual decidió impulsar la investigación sobre alzhéimer y creó la Fundació Pasqual Maragall, de la que Cristina lleva ahora las riendas. Por eso sabe tanto y por eso se ha convertido en una gran divulgadora.

placeholder La reina Sofía, con el matrimonio Maragall y varios políticos, en la Fundació Pasqual Maragall. (EFE)
La reina Sofía, con el matrimonio Maragall y varios políticos, en la Fundació Pasqual Maragall. (EFE)

Tiene números y datos, y tiene a su padre en casa. Y los expone a quienes le preguntan. Porque el alzhéimer, indican desde la fundación, casi iguala al cáncer como enfermedad que más preocupa a los españoles, ambos por encima del covid. Según un estudio destinado a saber la percepción de los españoles ante el alzhéimer, dos de cada tres conoce a alguien con esta enfermedad, y el 28% de los casos es un familiar de primera línea. Así que el 61% reclama más recursos para la investigación y piden que el coronavirus no reste importancia a otras enfermedades como esta.

Lo piden también desde la fundación y desde la familia Maragall. Pasqual, a sus 80 años, vive en un lugar que ya no conoce, como un extranjero en su propia casa. Y solo aquellas caras a las que tanto quiso en su día pueden darle algo de paz. Como sus tres hijos: Cristina, la mayor; Guillem, el pequeño; y Ayri, la segunda.

Todos tienen hijos y pareja. Guillem también está implicado en la entidad familiar y forma parte del patronato, como Cristina. Ayri se dedica al mundo de la cultura. Durante años combinó su trabajo de guionista freelance con otros empleos, como redactora en los inicios de ‘Salvados’ de Jordi Évole. Ahora, tras dejar Buenos Aires, donde vivió un tiempo, es la directora editorial de Memorias Ediciones, una aventura empresarial que consiste en escribir libros por encargo de quien quiera tener su biografía en ese formato. "Lo que tenías previsto, tus planes, todo desaparece". Así define Cristina la enfermedad, la misma que les ha cambiado la vida a todos.

Hace tiempo ya, hace años, que Pasqual Maragall no sale a pasear. Es una de las últimas cosas que dejó de hacer: largas caminatas por la ciudad que un día dirigió, una ciudad que le sigue queriendo como antaño. Siempre lo recuerdan sus amigos y su familia. Cuando Maragall paseaba por la ciudad, la gente le paraba por la calle. Unos lo saludaban, otros les contaban sus problemas, otros querían una foto, un autógrafo. Y él, atento y cariñoso, preguntaba a los suyos: “¿A este lo conocemos?”. Eso ya no pasa. Ni eso ni casi nada.

El redactor recomienda