Inversiones sostenibles por las que apuestan Amancio Ortega, Alicia Koplowitz y Abelló

La preocupación por la salud del planeta está en auge. Este hecho afecta incluso a las inversiones ya que, además de este boom, España, y como no podía ser de otro modo, las grandes fortunas españolas cada vez apuestan más por destinar su dinero a ‘inversiones verdes’, en compañías renovables unos, otros en compañías forestales.

Nogales y castaños

Amancio Ortega, el hombre más rico de España con un patrimonio cercano a los 57.000 millones, es también uno de los más poderosos del mundo. Además de ser accionista mayoritario de Inditex, el gallego, a través de Pontegadea, inyectó 1.2000.000 euros en Sobrado Forestal. Sobrado es un municipio coruñés donde el magnate ha promovido la plantación de hectáreas de castaños. Hasta que la madera se pueda vender pasarán más de veinte años según los expertos, pero entretanto se puede explotar sus frutos y colaborar en la repoblación de incendios.

Florentino Pérez y Rafael del Pino son otros de los dos grandes empresarios que siguen la tendencia inversora del fundador de Zara. Mediante Foresta Private Equity II invierten en la plantación de arboleda de maderas nobles como nogales negros y cerezos americanos. Se calcula que la madera no podrá ser comercializada por lo menos hasta el año 2029, pero mientras también ellos explotan sus frutos. Asimismo han invertido en la instalación de una planta solar fotovoltaica en Tayuela, Cuenca. No es casualidad que Rafael del Pino sea la cuarta fortuna más importante de España: el presidente de Ferrovial posee un patrimonio de 3.200 millones de euros según ‘Forbes’. Florentino Pérez, además de presidente de ACS, está al frente del Real Madrid, el club de fútbol con más valor del mundo. Ocupa el puesto 11 en el ranking 'Forbes 2020' de los más ricos de España con una fortuna de 1.500 millones de euros.

A pesar de que las inversiones son muy cambiantes, y que las acciones que uno compra hoy puede venderlas mañana, todos los que vamos a nombrar a continuación han invertido o tienen inversiones en el presente en energías renovables. Muchos lo harán por su buena rentabilidad, otros porque también a ello se suma su conciencia ecológica. Casi todos lo hacen a través de vehículos de inversión, sus propias sicavs que dejan poco rastro de su nombre y apellidos.

De Daurella a March

La familia Entrecanales, que juntos sumaron una fortuna de 3.800 millones de euros en 2020, extiende progresivamente su negocio hacia las renovables. Tras cerca de diez años dando la espalda a invertir en este tipo de energía, en 2020 se rindieron a sus encantos y le abrieron la puerta de nuevo, logrando un gran éxito económico que les ha permitido, entre otras cosas, escalar dos puestos en los listados de los más ricos. La familia Daurella, octavos en el ranking de fortunas familiares 'Forbes' con 3.500 millones de euros, en cambio ha retrocedido dos puestos respecto al año pasado. Ellos invierten a través de Zarapicos Golf en más de un centenar de sociedades dedicadas a la producción de energía solar.

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Los Benjumea destacan por sus inversiones en energía solar. De hecho, Rafael Benjumea (sobrino de Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa) es el presidente de la Unión Solar Fotovoltaica, defendiendo el poderoso papel que España puede jugar en el mercado en este tipo de energía. Juan Abelló, por su parte, quien maneja una fortuna de 2.700 millones de euros, invirtió durante un tiempo menos de 700.000 en Saeta Yield, la filial de energías renovables, cuando era propiedad de ACS. Florentino Pérez la vendió el año pasado por 2.200 millones de euros. De Saeta Yield también fue accionista otra familia de todopoderosos, los March, situados en décimo quinto lugar en el ranking de familias más ricas de ‘Forbes’ con 1.800 millones de euros. Allí coincidieron también con otra accionista vip, Alicia Koplowitz, cuya inversión no alcanzaba los 800.000 euros. Alicia ocupa el undécimo lugar en el ranking mencionado con 2.200 millones de euros de patrimonio.

Pinchazo de los Del Pino

No todo podía ser positivo: a la familia Del Pino, el segundo clan más rico de España por debajo solo de los todopoderosos Ortega, parece no salirles las cuentas de sus inversiones en energías renovables. Ebioss Energy, empresa en la que tenían depositada su confianza, ha perdido la mitad de su valor en meses y se encuentra en pleno proceso de reestructuración para conseguir salir a flote.

Como queda patente, invertir en renovables está de moda entre las grandes fortunas españolas, una apuesta que hace un guiño al planeta a la vez que ofrece una buena rentabilidad.