30 años de 'Thelma y Louise': de Pilar Eyre a Carmen Lomana, la película vista por mujeres populares
La 'road movie' de los 90 llega a las tres décadas de vida y preguntamos a escritoras, periodistas y actrices qué opinan de ella y del empoderamiento que mostró en aquella época
Fue un 24 de mayo de 1991. Thelma y Louise se lanzaban a las carreteras de la gran pantalla, con su Thunderbird, por primera vez. La película que trascendió las reglas del cine de género. Aquella comedia de acción que también era un drama y que, por primera vez, estaba protagonizada por dos mujeres, originó una inesperada controversia desde que se preestrenó, fuera de concurso, en el Festival de Cannes de aquel año.
Entre debate y debate sobre su (supuesto) radicalismo feminista, la película de Ridley Scott hizo amigas de por vida a sus dos protagonistas, Susan Sarandon y Geena Davis. También mostró, que se sepa, el primer 'selfie' (con una Polaroid, eso sí) de la historia del cine. Vanitatis ha querido consultar a varias mujeres populares y de renombre qué significó la película del empoderamiento por excelencia. Y las respuestas son sorprendentes: desde aquellas que nunca la han visto a las que se contagian de su noble sentido de la amistad y de la sororidad femenina.
Pilar Urbano:
"No la vi. Y aunque la hubiera visto no me hubiese aportado nada. Tengo bien clara mi entidad de mujer, y bien diáfano mi sentido de la amistad verdadera, que entraña más DAR que recibir. Y demanda una noble lealtad".
Carmen Lomana:
"Creo que es una película que nos mostró la felicidad de dos mujeres que se escapan de todo: de la rutina, de su vida y emprendendiendo una aventura mano a mano. Eso es una gozada que muchas hemos vivido: salir de viaje con una amiga, ya sea en un descapotable o no y decir: ‘Estamos como Thelma y Louise’. Ha sido un verdadero referente en nuestra vida".
Paca Gabaldón:
"Fue un canto a la rebeldía y a la libertad. ¡Viva la AVENTURA!".
Isabel Gemio:
"Fue el despertar de muchas mujeres que se sentían malqueridas y maltratadas por sus parejas. Ahí arrancó el empoderamiento femenino del siglo XXI. Esa película hizo más por las mujeres y el feminismo que muchos libros feministas".
Pilar Eyre:
“Mis amigas se volvían locas con esta película y entonces yo me sentía, como me suele pasar a menudo, muy sola, pues no me sentía identificada ni con estas dos mujeres ni con sus vivencias... El argumento me parecía pretencioso y artificial, y el final recuerdo que incluso me pareció muy tonto y reaccionario y tuve muchas discusiones al respecto... Es curioso porque no me ha dejado ninguna huella... aparte del recuerdo del torso de Brad Pitt, por supuesto”
Valeria Vegas:
“Es una de las primeras películas que narra muy bien la sororidad entre mujeres, algo que debería haber existido siempre pero que no se ha reflejado en el cine. Creo que es, junto a ‘Magnolias de acero’, que es un poquito anterior, una de esas películas que fueron un éxito de taquilla y que hicieron que nos viésemos reflejadas en la implicación con las amigas. Además, tiene un aspecto curioso: a ambas las ves vulnerables porque la sociedad legitimiza cosas como el ataque a una mujer o cómo tratarla. Pero, a la vez, la unión de ellas hace que se las vea fuertes. Esa ‘road movie’ que recorren juntas las empodera a lo largo de toda la película".
Rosa Villacastín:
"Hasta ese momento, las mujeres en el cine rivalizábamos por todo, y de pronto llegan Thelma y Louise nos ponen frente al lado opuesto de ese espejo. Y nos demuestran que podemos ser amigas, cómplices, confidentes, para lo bueno y para lo malo. Y que para conseguir la libertad hay que luchar y arriesgar. Que no se hagan más películas de ese tipo, demuestra que en algunos ámbitos, cine, espectáculos, hay que seguir luchando. La libertad se consigue con la independencia económica, con educación y lucha".
Fue un 24 de mayo de 1991. Thelma y Louise se lanzaban a las carreteras de la gran pantalla, con su Thunderbird, por primera vez. La película que trascendió las reglas del cine de género. Aquella comedia de acción que también era un drama y que, por primera vez, estaba protagonizada por dos mujeres, originó una inesperada controversia desde que se preestrenó, fuera de concurso, en el Festival de Cannes de aquel año.