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Eduardo Navarrete: de coser en la tele a triunfar en 'MasterChef' y en las pasarelas
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Una diva entre costuras

Eduardo Navarrete: de coser en la tele a triunfar en 'MasterChef' y en las pasarelas

Este diseñador transgresor se dio a conocer en la primera edición del reality 'Maestros de la costura' y desde entonces su futuro no puede ser más prometedor

Foto: Eduardo Navarrete, participante de 'MasterChef Celebrity'. (TVE)
Eduardo Navarrete, participante de 'MasterChef Celebrity'. (TVE)

Nacido en el seno de una familia muy tradicional que pretendía que su futuro pasara por trabajar en su propio restaurante, Eduardo Navarrete tenía unos sueños muy diferentes. A los 17 años se marchó de Bigastro, un pequeño pueblo de Alicante en el que había crecido desde que vino al mundo en 1994 y comenzó a ejercer de transportista por las noches mientras se imaginaba siendo una vedette en el famoso cabaret parisino Folies Bergère.

En esa faceta artística y como su alter ego La Nenuco, se paseó con diversos espectáculos por discotecas de media España en ciudades como Murcia o Valencia, y hasta en la Barcelona Fashion Week. Aunque sería Ibiza el lugar que le pondría en contacto con la farándula y le permitiría bailar más allá de nuestras fronteras. Años después, este joven encaminaría sus pasos hacia el diseño de moda y sería en la primera edición del programa 'Maestros de la costura', de Televisión Española, donde encontraría su primer trampolín al estrellato.

El que fuera uno de los concursantes más polémicos y deslenguados del reality, que llegó con el sueño de poder hacerle un diseño a la modelo Nieves Álvarez, supo aprovechar mejor que nadie su paso por el programa para hacerse un hueco en la industria de la moda. No en vano ahora es uno de los diseñadores con más futuro del panorama nacional.

A raíz de su salida del talent show, Eduardo fundó su propia firma de moda, que ya acumula gran popularidad entre el mercado joven nacional, siendo un fuerte defensor del diseño de autor, el 'made in Spain' y el 'slow fashion'. Sobre el hecho de elaborar su ropa en España, nos contaba en una entrevista a Vanitatis que "ya no solo es 'made in Spain', es 'made in Bigastro'. Tengo la suerte de venir de un pueblo, de Alicante, en el que ha habido una gran industria de la confección. Hay muchas señoras que son auténticas reinas de la costura y que ahora están supervolcadas conmigo y el proyecto. Sin ellas no sé si sería posible".

"A la hora de confeccionar no solo sirve coser bien, ellas tienen la experiencia, que es muy necesaria... Aunque confeccionar aquí, en Alicante, encarece los costes, pero para mí es fundamental una buena mano de obra y unos buenos acabados, que al final son el sello de una buena marca", aseguraba.

Con la calidad por bandera y la Terremoto de Alcorcón como musa y habiendo vestido a famosas como Bibiana Fernández o cumpliendo su sueño con Nieves Álvarez, Eduardo no para. Si hace relativamente poco podíamos verle en 'MasterChef Celebrity', a continuación lanzaba su nuevo proyecto: 15’’. Una pop-up store de moda de autor para impulsar a las marcas ofreciéndoles los servicios que necesitan para ayudar a que tengan más visibilidad y a que puedan vender más.

Criado entre los fogones del restaurante de sus padres y habiendo sido muchos años camarero, en la última edición de 'MasterChef Celebrity' demostró sus habilidades como cocinero. Eso sí, como reconocía en una entrevista para 'El Español', "ni cocinaba, ni cocino y espero no cocinar. Yo trabajo mucho y lo de hacerme un táper lo veo la cosa más aburrida del mundo. Desayuno fuera, como fuera y ceno fuera".

En el programa de Televisión Española hizo muy buenas migas con algunos de los concursantes más jóvenes de esta promoción como Arkano o Samantha Hudson, pero el momento más entrañable lo vivió junto a Verónica Forqué. "Me acuerdo un día leyendo la Biblia me dijo: 'Eduardo, siéntate ahí', y me la dio. Y ahí estaba yo leyendo el milagro de Lázaro. Y yo me dije: 'Esto ya queda para mí para siempre'. No me lo hubiese imaginado en mi vida", confesaba el diseñador en una conversación con el ente público

Tal era su unión que cuando el pasado mes de diciembre la actriz decidía acabar con su vida, Eduardo Navarrete quedaba completamente devastado. "Conocer a Verónica Forqué ha sido una maravilla. Han sido risas y sorpresas. No me puedo creer que ya no esté aquí… En todas las entrevistas he dicho lo bien que nos llevábamos, lo mucho que he disfrutado esos momentos de complicidad en su camerino, fumando, riendo, leyendo la Biblia… Me contaba su vida y sus planes, entre los que estaba comprarse una casa", aseguraba el modisto en conversaciones con Vanitatis.

Precisamente una de las últimas ocasiones en las que pudimos ver a Veronica Forqué antes de su muerte fue con motivo del desfile del diseñador en el que ella fue la gran estrella. Así, la noticia de su fallecimiento fue un auténtico shock para Eduardo. "Y pensar que ayer estaba hablando contigo… Pero, ¿por qué? Adiós, amiga. ¡¡¡LOVE U!!! Una grande de este país. Gracias por aportar tanto al cine y a la cultura popular, siempre en el recuerdo de todos, por tu carrera y trayectoria y más en mi corazón, por todos esos momentos que hemos pasado juntos tan íntimos. ¡Admiración por ti siempre! Gracias por haberme regalado tus últimos momentos… Lloro de dolor", escribía en sus redes sociales entonces.

placeholder Los diseños de Eduardo Navarrete en 'MasterChef Celebrity'. (TVE)
Los diseños de Eduardo Navarrete en 'MasterChef Celebrity'. (TVE)

El talent culinario también lo utilizó para promocionar sus diseños, al mejor estilo Santiago Segura. Así, consiguió que sus rivales desfilaran por la cocina con ellos e incluso hizo que Samantha Vallejo-Nágera luciera "una batita de mi nueva colección". Todo un genio y figura dispuesto a exprimir al máximo los minutos de fama que le correspondan. Una fama que, eso sí, también ha empleado en tareas solidarias como en la campaña 'Para corona la nuestra', con la que ha querido apoyar a las trabajadoras sexuales trans, uniendo fuerzas con Translingerie, firma de ropa interior para personas trans, y con la ONG Apoyo Positivo.

Nacido en el seno de una familia muy tradicional que pretendía que su futuro pasara por trabajar en su propio restaurante, Eduardo Navarrete tenía unos sueños muy diferentes. A los 17 años se marchó de Bigastro, un pequeño pueblo de Alicante en el que había crecido desde que vino al mundo en 1994 y comenzó a ejercer de transportista por las noches mientras se imaginaba siendo una vedette en el famoso cabaret parisino Folies Bergère.

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