Vicky Martín Berrocal: "He perdido 20 kilos de la mano de un especialista"

Con una sonrisa y su característica melena negra recogida con la raya al medio, llegaba Vicky Martín Berrocal al edificio de Gran Vía donde ha puesto cara a la campaña ‘Más grande que yo’, que junto a Novo Nordisk pretende concienciar de que la obesidad es una enfermedad y cambiar el relato que la población tiene sobre ella. Vicky, tal como ella misma cuenta, ha vivido en prácticamente en todas las tallas, es un personaje público y todos hemos sido testigos de sus cambios de peso. Ahora habla de su relación con la comida y consigo misma sin tapujos y siendo consciente de que a lo largo de su vida ha hecho “muchas locuras”: “Yo he hecho un montón de dietas de esas de perder muchísimo peso en un mes o en dos meses y al final siempre lo he recuperado”.

Su lucha viene desde muy pequeña, de hecho, recuerda con mucha serenidad un momento en concreto que vivió junto a su madre cuando regresó a España tras estudiar en Suiza y que le marcó: “Yo con 15 años, una niña, usaba la talla 44, probablemente rozaba la obesidad, o la tenía, y entré con mi madre en una tienda y la dependienta la miró, porque mi madre era una mujer muy bella, y le preguntó si necesitaba algo, y mi madre le dijo: 'No, yo no necesito nada, es para mi hija'. La chica le contestó que para mi talla no había nada. Mi madre me agarró de la mano y nos fuimos. Eso me marcó”.

De ahí que se haya convertido en una diseñadora que cuida mucho que toda mujer pueda vestir con su ropa y de ahí que hoy hable a ‘calzón quitao’ de su experiencia. “Hace un año, después de la pandemia, yo me di cuenta de que estaba pasando algo en mi cuerpo que no quería para mí. Dormía mal, me costaba levantarme del sofá… Recuerdo tumbarme en una hamaca en República Dominicana y no poder levantarme. Me hice una analítica y aquello era un despropósito, y me di cuenta de que tenía que poner remedio, entonces acudí a un especialista”.

Ha pasado un año de aquello, ha perdido 20 kilos y ha cambiado sus hábitos. “El especialista me dio la mano y me dijo: ‘Esto lo vamos a hacer despacio y no vas a volver a ser la que eras’. Yo he aprendido a comer cosas que antes no entraban en mi dieta y ahora lo hago con gusto. Antes era pasta siete días a la semana por dos comidas al día, y ahora la como también, pero un día o dos y cuido las cantidades”.

Para ella, que dice y ha demostrado sentirse feliz en todas las tallas, este proceso ha sido sin duda un cambio a mejor, pero jamás se ha sentido estigmatizada por su peso: “No, para nada, pero porque soy una mujer muy fuerte y con mucho carácter, creo que el 99,9% de las mujeres te respondería que sí”. Tampoco se siente especialmente atacada en redes sociales, aunque sí recibe comentarios sobre su físico, pero recuerda que este aspecto era peor de pequeña, en el colegio, donde la llamaban gorda: “Mi abuela me enseñó que por un oído me entrara y por otro me saliera, y yo le hice mucho caso”.

Ahora, después de un proceso de superación, su objetivo es claro: “Quiero que las personas que padecen sobrepeso y obesidad sientan que no están solas, porque yo he estado ahí y quiero tender la mano a quien quiera buscar la solución para que se sienta bien al hacerlo”, pero no es el único. Vicky continúa con su vida, con su trabajo de diseñadora, con su programa en Canal Sur con Bertín, con el que confiesa estar “disfrutando muchísimo”. “Somos muy iguales, muy de la tierra, nos miramos y nos entendemos. Yo no le conocía casi, no sabía que íbamos a estar así de bien cuando me propuso trabajar juntos”, confirma.

También sigue centrada, como siempre, en su hija Alba, a la que le intenta transmitir su cambio de hábitos: “Ella tiene esa cosa mía de haberme visto comer y que me gustaba la comida, y ella es igual de salvaje. Pero, claro, me ha visto el cambio. Aunque creo que todo el mundo tiene sus tiempos y al final ella no tiene una analítica mala ni tiene sobrepeso, ya ni hablamos de obesidad. Eso sí son solo unos kilos más, ella se cuida y hace deporte, pero sí intento transmitirles este cambio a todos alrededor mío”. En lo que cree que no se parecen tanto Alba y ella es en el modo de aceptar las críticas sobre su cuerpo: “Ella es más sensible quizá”.

Su vida en pareja

Vicky continúa viviendo en Portugal, en Estoril concretamente, junto a su pareja, Joao Viegas, con el que ya ha cumplido tres años de amor. De hecho, durante la entrevista, confiesa entre risas que el anillo de brillantes que lleva es un regalo del segundo aniversario. “Le encanta regalarme joyas y yo no era mucho de joyas, pero tengo que reconocer que él tiene un gusto exquisito y no lo digo por mí”, afirma bromeando.

Y es que, aunque podría serlo, no es un anillo de pedida: “No me lo ha pedido, y podría pedirlo yo también, pero es que nunca había tenido una relación tan larga después de Manuel, entonces mi padre me enseñó que cuando algo está bien y funciona mejor no tocarlo. Pienso que ya vivo con él, no es una necesidad extrema dar el paso, tengo una edad... ¿Que me encantaría? Sí, siempre lo digo, me encantaría, me casaría todos los días y haría fiesta. Pero de momento no lo sé, nunca se sabe. Yo vivo el día”.

Lo que de ninguna forma se plantea es volver a ser madre: “No, no, qué va. Yo ya tengo una hija y él tiene cinco. Imagínate, cuando estamos todos juntos somos ocho. Nos llevamos todos muy bien, se adora con mi hija y con toda mi familia, mi hermana, mi madre… Tengo mucha suerte”. No hay duda, Vicky está feliz, pasando por un muy buen momento, y desde aquí solo podemos desearle que le dure.