Jonathan, Judith y Sarah Andic (Mango), los otros 'herederos' de la moda nacional

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas familiares es el de llevar a cabo una sucesión tranquila que asegure su supervivencia. Antes de pasar a la siguiente generación, algunas familias optan por profesionalizar la gestión y ponerla en manos de ejecutivos externos, un camino en el que se encuentra Mango desde hace unos años. El último paso que ha dado en este sentido ha tenido como escenario Punta Na, la sociedad patrimonial desde la que hasta ahora Isak Andic tenía el control del 100% de Mango, la segunda empresa textil española por cifra de negocio.

Punta Na, en la que hasta la fecha figuraba Isak Andic como administrador único, constituirá en las próximas semanas un consejo de administración donde entrarán los tres hijos que tuvo el fundador de Mango con Neus Raig: Jonathan (40 años), Judith (39) y Sarah (24). Aunque los tres han trabajado en Mango en algún momento de su vida, hoy por hoy solo Jonathan permanece vinculado a la gestión diaria de la empresa y es el único al que el público especializado 'pone cara'. Jonathan fue vicepresidente ejecutivo de Mango junto a Dani López, pero dejó el cargo cuando Toni Ruiz fue nombrado director general de la compañía en 2018 (posteriormente, CEO). Judith y Sarah ya no trabajan directamente en la firma Mango, aunque sí están vinculadas al grupo familiar.

Algunos quisieron ver en Jonathan Andic a la Marta Ortega de Mango y en cierto modo lo es. Actualmente forma parte del consejo de administración y del comité de dirección del grupo. Dirige Mango Man, una de las líneas de mayor desarrollo del grupo, así como el área de interiorismo y 'construction management', dedicada a gestionar los proyectos especiales de la empresa. El ejecutivo, que a lo largo de su trayectoria ha liderado áreas como comunicación, está al frente de la implantación del nuevo concepto de tienda de Mango o del proyecto Campus Mango, la futura sede corporativa de la compañía. Ambos son proyectos muy ambiciosos.

Más allá de Jonathan, las dos hijas de Isak Andic son grandes desconocidas y han vivido una existencia relativamente normal al margen de la curiosidad ajena, a pesar de contar entre sus amigos a otros jóvenes muy conocidos de la jet set. Judith Andic se formó en diseño de moda en el Istituto Europeo di Design (IED), en Barcelona. Trabajó en Mango como responsable de diseño y desarrollo de las colecciones Premium y la colección Committed (la colección sostenible), pero dejó la compañía en 2019. Fuentes del sector explican que ahora está trabajando en la patrimonial, Punta Na, aunque en nada que tenga que ver con Mango.

La benjamina, Sarah, estudió gestión de empresas de moda en Istituto Marangoni y gestión estratégica de diseño en Parsons. Compatibilizó sus estudios con prácticas en la compañía familiar, Mango, pero también en grupos españoles de joyería como Oro Vivo, Tous o Aristocrazy. Actualmente, fuentes del sector aseguran que se dedica a "temas de acción social" en el grupo familiar.

Isak Andic decidió dar un paso atrás en la gestión diaria de forma oficial en el año 2018, aunque no era la primera vez que amagaba con apartarse de los negocios que le hicieron rico. En el año 2009 inició una vuelta al mundo en su velero, Nirvana, como antes habían hecho otros empresarios de éxito (Rafael del Pino padre, fundador de Ferrovial, por ejemplo) y permaneció unos meses fuera de juego. Entre 2013 y 2014, tanto él como su hermano Nahman quisieron dar paso a la siguiente generación y delegaron el liderazgo. Nahman, de hecho, llegó a jubilarse para dedicarse a su otra gran pasión, los caballos. La mala coyuntura económica les trajo de vuelta al frente de batalla poco después y Nahman recuperó su antiguo puesto en la casa en 2016. Isak nunca había perdido de vista a su 'criatura'.

De récord

Tras aquel periodo de incertidumbre, la llegada de Toni Ruiz cambió las tornas y la mayor parte de la familia Andic está hoy por hoy desvinculada de la gestión de la segunda textil española por cifra de negocio. Mango cerró 2020 con una facturación de 1.842 millones de euros, un 22% menos debido al impacto de la pandemia. En 2019, la compañía sacó pecho presentando unos resultados muy positivos: se llevó limpios 21 millones de euros con ventas récord: 2.375 millones de euros, un 6,3% más. Un cambio importante de tendencia después de perder 36 millones en 2018, 33 en 2017 y 60 en 2016, y un soplo de aire fresco para la sociedad. "Ha sido un año excepcional para nosotros", reconocía orgulloso el consejero delegado en la prensa económica.

Punta Na controla la totalidad de Mango MNG Holding, la matriz del grupo textil. Cuenta con una cartera inmobiliaria de lujo formada por unos sesenta activos que se reparten en las principales ciudades de España y en Europa. La patrimonial que ahora administrará Isak Andic con sus hijos controla, entre otros, el inmueble del número 36 de Paseo de Gracia, en Barcelona, ocupado por el Mandarin Oriental; el número 60 de la calle Serrano de Madrid, donde está el flagship store de Mango y sus oficinas en la ciudad, y un activo en el barrio de Ópera de París.

En 'El regreso de los Bassat' (RBA), un libro fascinante sobre la historia del judaísmo en España a través de nueve generaciones de la familia del conocido publicista, el autor, Vicenç Villatoro, reflexionaba sobre el éxito en los negocios de los judíos afincados en Cataluña. El caso de los Bassat, el de los Carasso (fundadores de Danone) o el de los Andic es paradigmático. "Isak Andic Ermay, el fundador de Mango, que nació en Estambul, en el seno de una familia sefardí, llegó a Cataluña en los años 60 y actualmente es el catalán más rico. Inició su negocio al volver de unas vacaciones con dos camisas que se había comprado fuera y las vendió por el doble de lo que le habían costado. Y a partir de ahí, tiendas y más tiendas".

Probablemente, la cita es un resumen muy somero del tiempo y el trabajo que le dedicaron Isak Andic y su hermano Nahman a la obra de su vida, Mango, desde que Isak abriera su primera tienda a mediados de los años 80 en el mercado de Balmes. Hoy es uno de los principales grupos de moda del mundo. Con origen y sede central en Barcelona, esta empresa dispone de una extensa red de más de 2.200 tiendas (más de 800.000 metros cuadrados) distribuidas en 109 países.