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La noble saga tras Fernando González de Castejón, la oveja negra de la familia
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MARQUESES Y CONDES

La noble saga tras Fernando González de Castejón, la oveja negra de la familia

Este hombre, conocido por su violenta personalidad entre sus familiares y sus vecinos, pertenecía a una saga familiar de nobles con mucha solera

Foto: Fernando González de Castejón. (YouTube)
Fernando González de Castejón. (YouTube)

El pasado 20 de junio, el nombre de Fernando González de Castejón ocupaba todos los titulares de prensa tras saberse que había matado de un disparo a su pareja y a una amiga de esta en su casa de la calle Serrano, en Madrid. Posteriormente, el Marqués, como se le conocía en el vecindario, acababa con su propia vida.

El suceso causó tanto impacto y el perfil aristocrático del asesino resultó tan llamativo que traspasó fronteras y llegó hasta la prensa internacional en estos últimos días.

¿Quién era Fernando González de Castejón? Este hombre, conocido por su violenta personalidad entre sus familiares y sus vecinos, pertenecía a una saga familiar de nobles con mucha solera. Ostentaba el título de conde de Atarés y también el de marqués de Perijá.

Foto: González de Castejón, en una imagen de La Sexta.

El condado de Atarés es un título nobiliario español que fue creado el 6 de noviembre de 1625 por el rey Felipe IV a favor de Juan Sanz de Latrás y Cavero, señor de las baronías de Atarés, Liguerres y Latrás.

placeholder González de Castejón, en una imagen de La Sexta.
González de Castejón, en una imagen de La Sexta.

El 11 de diciembre de 1725, el rey Felipe V concedió a este título la grandeza de España, en el momento en que José Pedro Funes de Villalpando y Gurrea era quinto conde de Atarés.

Han sido dieciséis los condes y condesas de Atarés que han existido a lo largo de cinco siglos. Centrándonos en los tres últimos, el XII conde de Atarés fue Juan Bautista de Villanueva y Pérez de Barradas, nacido en 1835, que contrajo matrimonio con Concepción Delgado Parejo. Su caso es muy llamativo, porque de todas las personas que han ostentado este título, él renunció al mismo y a los otros que poseía, en 1875, por motivos desconocidos.

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Así, no fue hasta 1884 que no se rehabilitó el título del condado de Atarés. El cómo y el porqué lo explicaremos más adelante. Por el momento, cabe mencionar que la siguiente persona que lo ostentó después de Juan Bautista de Villanueva y Pérez de Barradas fue María Isabel de Nieulant y Villanueva, XIII condesa de Atarés, a principios del siglo XX. Esta contrajo matrimonio con Federico López Gaviria. Fue el hijo de ambos, José Federico López Nieulant, quien heredó el título, convirtiéndose en el XIV conde de Atarés y también en el VII marqués de Perijá. También fue secretario de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España, senador, caballero de la Real Maestranza de Ronda y gentilhombre de cámara.

José Federico contrajo matrimonio en 1906 con María Victoria Díaz de Tuesta y García. El hijo de ambos, José Miguel López y Díaz de Tuesta, XV conde de Atarés y VIII marqués de Perijá, fue el tío abuelo del asesino de la calle Serrano. Era hermano de su abuela por parte de padre, nunca se casó ni tuvo descendencia y al morir a los 92 años, el título fue heredado por su sobrino nieto, Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, XVI conde de Atarés y IX marqués de Perijá. Tras el reciente suicidio de este, el título nobiliario vuelve a estar vacante.

En cuanto al marquesado de Perijá, es un título nobiliario español concedido por el rey Carlos III en 1776 a favor de José García de la Peña, sargento mayor del regimiento de caballería, en la villa de Perijá de Maracaibo, en la provincia de Venezuela.

placeholder Retrato de Carlos III de Anton Raphael Mengs.
Retrato de Carlos III de Anton Raphael Mengs.

Si nos remontamos a principios del siglo XX, fue José Federico López Gaviria y Nieulant, padre del tío abuelo del marqués que ha cometido los asesinatos de la calle Serrano, el VII marqués de Perijá y XIV conde de Atarés.

De esta forma, el tío abuelo del marqués, José Miguel López y Díaz de Tuesta, no solo se convirtió en el XV conde de Atarés, sino también en el VIII marqués de Perijá.

Como decíamos, no tuvo descendencia, por lo que ambos títulos fueron heredados por Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, hijo de José Pedro González de Castejón y López de Nieulant y Díaz de Tuesta y de su esposa María Fátima Jordán de Urriés y Castelo-Branco.

Fue uno de los antepasados de José Miguel López y Díaz de Tuesta, el marqués de Gelo, que fue alcalde de Córdoba a finales del siglo XIX, quien rehabilitó el título de conde de Atarés después de que, como cometamos anteriormente, el XII conde de Atarés, Juan Bautista de Villanueva y Pérez de Barradas, pariente de la esposa del marqués de Gelo, renunciara al mismo por motivos desconocidos. El marqués de Gelo lo rehabilitó para regalárselo a su hija, María Isabel de Nieulant y Villanueva, madre del tío abuelo del asesino de la calle Serrano. Ella llegó a ser dama de compañía de Victoria Eugenia y su esposo, gentilhombre de Alfonso XIII.

placeholder Fernando González de Castejón, en una intervención en 'Espejo público'. (Atresmedia)
Fernando González de Castejón, en una intervención en 'Espejo público'. (Atresmedia)

Mención aparte merece José Miguel López y Díaz de Tuesta. En la vida del tío abuelo del asesino hay un nombre fundamental que no podemos obviar, a pesar de no pertenecer a la saga familiar. Se trata de Vicente Marín, un hombre que nació en Bretún, en las Tierras Altas de Soria, en 1937, en el seno de una familia humilde. Su padre falleció joven y dejó a su madre viuda con 47 años y 9 hijos.

La vida de Vicente no fue fácil durante muchos años en los que desempeñó diferentes trabajos hasta que encaminó su destino laboral hacia la hostelería, en Mallorca. Regresó a Madrid y en 1962 comenzó a trabajar como mayordomo en el Castillo de Higares en Mocejón (Toledo), con la familia Gandarias de Urquijo. En esta etapa pudo conocer a grandes personalidades de la sociedad de la época.

No fue hasta 1970 que empezó a dirigir el hotel Galiano, propiedad de José Miguel López Díaz de Tuesta, conde de Atarés, al que había conocido en la década de 1960. Vicente Marín gestionó dicho hotel durante 40 años, hasta que murió el conde. Este último dejó un legado de objetos de mucho valor (pinturas, esculturas, porcelanas, grabados, muebles, tapices, libros, inmuebles) que heredó Marín, motivo que le enfrentó a la familia del conde de Atarés. Pero los tribunales dieron la razón a Marín, quien regresó a su Bretún natal y creó la Fundación Vicente Marín y José Miguel López Díaz de Tuesta, que expone toda esta herencia artística del conde y que ha permitido salvaguardar este valioso legado.

Por este motivo, Fernando González de Castejón solo consiguió heredar los títulos nobiliarios de su tío abuelo.

El pasado 20 de junio, el nombre de Fernando González de Castejón ocupaba todos los titulares de prensa tras saberse que había matado de un disparo a su pareja y a una amiga de esta en su casa de la calle Serrano, en Madrid. Posteriormente, el Marqués, como se le conocía en el vecindario, acababa con su propia vida.

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