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Las antecesoras de Corinna: todas las amantes de Alfonso XIII, abuelo del emérito
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Las antecesoras de Corinna: todas las amantes de Alfonso XIII, abuelo del emérito

Alfonso XIII y Victoria Eugenia se casaron muy enamorados. Sus primeros años de matrimonio fueron felices hasta que la Reina descubrió el carácter mujeriego de su marido

Foto: Los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. (Getty)
Los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. (Getty)

Los asuntos de faldas del rey Juan Carlos han sorprendido y escandalizado a muchos, a pesar de que la existencia de amantes en su vida llevaba siendo un secreto a voces desde hacía muchos años.

Cuando el nombre de Corinna saltó a los medios, muchos de los rumores se corroboraron. No solo eso. Con Corinna estalló también el escándalo financiero que ha hecho que el emérito esté hoy fuera de España.

Pero ahora es otro el asunto que nos va a ocupar. Echemos la vista atrás en el árbol genealógico de don Juan Carlos. Vamos a viajar hasta la época de su abuelo, Alfonso XIII, para descubrir a las antecesoras de Corinna.

Foto: Alfonso XIII, con sus hijos. (Getty)

Julio Merino es periodista, Miembro de la Real Academia de Córdoba y experto en la saga de los Borbones. Es autor de tres biografías de Alfonso XIII (la política, la económica y la de sus amores y amoríos), y con él vamos a repasar la vida amorosa del abuelo del rey Juan Carlos, la cual estuvo plagada de pasionales relaciones e infidelidades.

“La biografía personal de Alfonso XIII es tan desconocida que muy pocos saben que fue el Rey que tuvo más amantes de toda la familia Borbón y también el que más se enriqueció durante su reinado, como tampoco que su ultimo 'hobby' fue ver e incluso realizar películas porno. En la filmoteca valenciana se conservan las tres que encargó a principios de su reinado: 'El confesor', 'El ministro' y 'El consultorio de señoras', que fueron depositadas por un particular a principios de los años 90, según explicó a la prensa la jefa de recuperación de la filmoteca, Inmaculada Trull”, nos comenta Julio.

placeholder Alfonso XIII, en 1923. (EFE)
Alfonso XIII, en 1923. (EFE)

“Entre sus conquistas se encontraban la de la Chelito, Raquel Meller, Pastora Imperio o incluso la mismísima Mata Hari, entre muchas otras. Cuando don Alfonso viajaba por Europa se presentaba como duque de Toledo en sus escapadas amorosas para que no le identificaran y pudiera sumergirse en los bajos fondos de las ciudades o en las fiestas de más alcurnia”, añade.

PREGUNTA: ¿Qué destacarías de la figura de Alfonso XIII como Rey? Si tuvieras que describir su reinado en pocas palabras, ¿qué dirías?

RESPUESTA: A la hora de hablar de Alfonso XIII hay que contar con las dos versiones que sobre él han pasado a la Historia: la del Borbón que solo aspiraba al poder absoluto, al enriquecimiento y a las mujeres… y la del Rey que supo mantener España lejos de la Primera Guerra Mundial y la guerra de Marruecos, entre otras cosas.

Para mí, quizás todo comience con las palabras que él mismo escribió en su diario el 17 de mayo de 1902, al alcanzar su mayoría de edad y ser proclamado Rey: “En este año me encargaré de las riendas del Estado, acto de suma trascendencia tal como están las cosas, porque de mí depende si ha de quedar en España la monarquía borbónica o la república… Yo puedo ser un rey que se llene de gloria regenerando a la patria, cuyo nombre pase a la Historia como recuerdo imperecedero de su reinado, pero también puedo ser un rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros y por fin puesto en la frontera”.

Ese fue el reinado de Alfonso XIII, un querer ser y no ser. En cualquier caso, su reinado terminó mal, tal y como quedó reflejado en la condena de las Cortes Republicanas: “Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición (…) al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país”. “(…) Don Alfonso de Borbón es degradado de todas sus dignidades, derechos y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España”.

Lo dicho. Fue un hombre que quiso ser un buen Rey y al final no lo fue.

placeholder Retrato al carboncillo y tiza de Alfonso XIII de niño, obra de J. Gimeno. (EFE)
Retrato al carboncillo y tiza de Alfonso XIII de niño, obra de J. Gimeno. (EFE)

P: ¿Cuándo comienza su historia de amor con Victoria Eugenia? ¿Fue amor verdadero?

R: Alfonso XIII conoció a su futura mujer, Victoria Eugenia, en un banquete celebrado en el palacio de Buckingham por el rey Eduardo VII. Era muy habitual en aquellos tiempos, ya que asegurar la línea dinástica con un heredero era primordial, y era habitual que se preparasen viajes, fiestas y banquetes entre las diferentes monarquías europeas para dar a conocer a futuras candidatas.

El enlace entre ambos se produjo en la iglesia de San Jerónimo el Real en el año 1906. Se casaron muy enamorados (dicen) y tuvieron unos primeros años de matrimonio felices, pero muy pronto la reina descubrió el carácter mujeriego y frívolo de su marido. Ena, como era conocida familiarmente, siempre amó con fidelidad y pasión a su marido, al que siempre perdonaba sus continuas infidelidades. Siempre supo mantener la compostura, y cumplió con el papel que se esperaba de ella, esposa fiel y sumisa, por lo que nunca montó una escena y siempre llevó con resignación la vida libertina de su marido.

Aunque lo que peor llevó fueron los reproches públicos que le hacía Alfonso XIII, culpándola de las enfermedades y discapacidades de sus hijos. Y es que a pesar de los numerosos hijos que tuvo el matrimonio, hasta siete, tuvieron bastantes problemas para dar con un varón sano que asegurase la línea de sucesión. Su primer hijo, Alfonso, nacido un año después de su matrimonio, fue hemofílico, enfermedad heredada por parte de la abuela de ella, la reina inglesa Victoria.

Su segundo hijo, Jaime, nació sordo y renunció de forma voluntaria al trono por su discapacidad. Su tercer hijo varón nació muerto. Por lo que no fue hasta 1913, cuando nació el infante don Juan, conde Barcelona y abuelo de nuestro actual Felipe VI cuando por fin aseguraron la línea dinástica directa.

placeholder La reina Victoria Eugenia. (Getty)
La reina Victoria Eugenia. (Getty)

P: El carácter de Alfonso XIII, sin embargo, le llevó a cometer muchas infidelidades. ¿Era tan mujeriego y frívolo como se dice? ¿Cuántas amantes se cree que llegó a tener?

R: Sí, y mucho más de lo que se dice. Según los cronistas palaciegos, la lista de sus amantes es interminable… Y según el propio conde de Romanones, “su debilidad por las mujeres era tan grande que más que un Rey era un enfermo sexual”. Por ello no sorprende que sus médicos hablasen de una “satiarasis congénita”, (una ninfomanía masculina). El número de amantes que tuvo es incontable, ya que mantuvo relaciones con mujeres de toda clase y condición, con una especial predilección por las artistas y cantantes.

P: Destaquemos a algunas de las amantes más conocidas de Alfonso XIII además de las que ya has nombrado. Yo digo nombres y tú cuéntame quién era cada una de ellas. La primera, Julia Fons...

R: Fue su primer amorío conocido, nada más acceder al trono. Ella era una famosa cantante del teatro Eslava. Una sevillana de armas tomar que saltó a Madrid en busca de la fama porque “yo quiero ser cantante”. Según los cronistas, su romance con Alfonso XIII comenzó la noche que estrenó en 1905 la 'Gatita blanca'. Todavía no se había casado y se cuenta que una noche que el conde de Romanones se presentó en palacio para ver con urgencia al Rey le dijeron: “No, señor Conde, está en el teatro”. ”Sí, ya me lo imagino- respondió-, esa 'gatita blanca' puede más que un Gobierno”. Parece ser que Alfonso XIII la retiró de los escenarios y le puso vivienda propia.

P: Melanie de Vilmorin...

R: Alfonso XIII, al parecer, se enamoró perdidamente de aquella mujer, tan ciegamente que a las primeras de cambio la dejó embarazada y con ella tuvo su primer hijo ilegítimo. Melanie de Vilmorin estaba considerada como una de las mujeres más hermosas de Europa. Se había casado a principio de siglo con el multimillonario Philippe Vilmorin y vivía con él en el castillo francés de Verrières, lugar de cita obligada por entonces de la más alta alcurnia de Europa. Sin embargo, aquello no duró mucho, ya que el Rey rápidamente encontró a otra bella mujer que satisficiera su enfermedad: Beatriz Noon.

placeholder La reina Victoria Eugenia con sus hijos, Alfonso y Jaime. (Getty)
La reina Victoria Eugenia con sus hijos, Alfonso y Jaime. (Getty)

P: Beatriz Noon...

R: De ascendencia irlandesa. La nueva amante pertenecía a la servidumbre del Palacio Real de Madrid como institutriz de los infantes a quienes impartía también clase de piano… y volvió a suceder lo de Melanie, ya que Noon acabó quedándose embarazada, y naturalmente fue expulsada de la Corte para evitar el escándalo. En 1916 dio a luz a una niña en París, que era también la viva estampa de su padre. Dado que el Rey conservaba el ducado de Milán entre sus títulos históricos, se le dio a la niña el apellido de Milán, evitándose así que con el apellido materno se deshonrase al monarca y a la institutriz. El Rey sintió siempre predilección por su segunda hija natural, Juana Alfonsa Milán. De ella se ocupó durante muchos años el que fue embajador español en París durante la monarquía, José Quiñones de León, hasta que la joven se casó, trasladándose a vivir a Madrid, donde falleció en 2005.

P: La infanta Beatriz Leopoldina...

R: Conocida como Baby Bee (de Sajonia-Coburgo-Gotha), íntima amiga de la Reina, y esposa de Alfonso de Orleans y Borbón, primo del Rey, fue uno de los escándalos más sonados de la época, ya que el affaire puso de manifiesto el carácter libidinoso del monarca, puesto que Beatriz era íntima amiga de la Reina y lo había rechazado en distintas ocasiones.

P: Carmen Ruiz de Moragas...

R: De todas las amantes de Alfonso XIII, solo una llegó a ocupar un lugar importante en su corazón, Carmen Ruiz de Moragas, a la que el Rey apodaba cariñosamente Neneta, ya que su relación, aunque con altibajos, se prolongó durante más de tres décadas. Alfonso XIII estuvo tan locamente enamorado de ella que buscó anular su matrimonio con Victoria Eugenia para convertirla en su Reina.

Fue una mujer de noble cuna, bella, inteligente, feminista, pasional..., despertando por igual envidias y devociones. Su vida repleta de escándalos, sexo, lujos y fama fue comidilla de la prensa rosa de la época. Se codeó entre las más altas esferas, despertando elogios y admiración por parte de los maridos, y envidias y rencores por parte de sus mujeres.

Ella era la típica mujer que todo hombre quería tener de amante, pero nunca de esposa. Y al mismo tiempo, gozaba de la libertad y descaro que toda mujer aspiraba a tener, pero que la encorsetada sociedad de la época les prohibía ser.

P: ¿Cuáles de ellas fueron simples escarceos pasajeros y cuáles se convirtieron en una relación importante para él?

R: Para mí, y para la Historia, don Alfonso fue un pájaro de mucho cuidado, al que le gustaba cambiar de nido con mucha frecuencia. Al parecer fue la actriz Carmen Ruiz de Moraga la verdadera amante. Don Alfonso hacía, no obstante, lo que hacen esos pájaros que ponen los huevos en un nido y cantan en otro.

placeholder Alfonso XIII, bailando un pasodoble en una venta. (EFE)
Alfonso XIII, bailando un pasodoble en una venta. (EFE)

P: ¿Con cuántas llegó a tener hijos?

R: Que se sepa, o que se cuente o que se rumoreara tuvo hijos con Julia Fons, con Melanie de Vilmorin, con Noon y con Ruiz de Moragas. En este último caso, uno de ellos, el menor, fue el famoso Leandro de Borbón. También se cuenta que Raquel Meller decía que había querido tener un hijo con el rey don Alfonso y que no pudo ser porque el Rey, según ella decía con ironía y con humor, “ya estaba gastado”.

P: ¿Cómo llevó Victoria Eugenia todo esto?

R: Mal, muy mal. Entre otras cosas porque aunque se dijera que se habían casado muy enamorados, la verdad es que fue una boda más 'por razones de Estado'. Doña Victoria Eugenia era la antítesis de lo que era don Alfonso, y por ello, aunque se comportó como una verdadera Reina (algunos comparan a doña Sofía con ella por su 'profesionalidad'), su paciencia explotó en dos ocasiones que se sepa, al menos: cuando supo que el Rey se había acostado con su íntima amiga y dama de honor, Beatriz Noon, y cuando ya en el exilio, cuando llegaron a París y se plantearon dónde iban a vivir como Reyes descoronados, según los más allegados la Reina, se enfrentó a don Alfonso diciendo: “Tú te irás donde quieras, pero yo me voy con los míos y ¡ahí te quedas! Te he soportado todas las infidelidades más de lo que una mujer puede soportar. Lo hacía por el bien de la monarquía y de nuestros hijos, pero sin monarquía y sin Corona no estoy dispuesta a soportarte ni un minuto más”.

Y al parecer no volvieron a verse hasta 10 años más tarde, cuando los hijos la avisaron de que su padre se moría en Roma.

Los asuntos de faldas del rey Juan Carlos han sorprendido y escandalizado a muchos, a pesar de que la existencia de amantes en su vida llevaba siendo un secreto a voces desde hacía muchos años.

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