Las nuevas fotografías de las vacaciones de Ana Soria y Enrique Ponce

Como uno más entre las amistades de Ana Soria. Así se encuentra Enrique Ponce este verano, y no es para menos, pues la pareja afianza su relación a pasos agigantados. Lo que parecía un romance de verano ha ido dejando paso a una sólida historia de amor que parece no tener fin, pues cada vez que comparten alguna fotografía juntos se muestran felices y enamorados.

Esto no es demasiado frecuente, pues a tenor de las muchas críticas y comentarios recibidos a causa de su relación, ambos optaron por dejar las redes sociales y mantener su vida privada en un segundo plano, centrándose más en disfrutar de su mutua compañía que de mostrarla a sus seguidores. Ana regresó a las redes sociales en el mes de julio.

Fue en el verano de 2020 cuando por fin confirmaron esta relación, por lo que han pasado ya con este tres veranos juntos. Así las cosas, no es raro que Enrique se sienta completamente a gusto junto a las amistades de Ana, sin que la diferencia de edad suponga para él problema ninguno. Este fue uno de los puntos que más controversia causó tras confirmarse su amor, pues Enrique tiene 27 años más que quien ahora es su pareja.

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Cansados de los comentarios, durante un tiempo ambos dejaron de publicar imágenes juntos en redes sociales. Ana borró todas las que había compartido hasta el momento y, hace cosa de un año, Enrique incluso cerraba su cuenta de Instagram. Ahora parece que ya no temen lo que pueda pasar si presumen de su relación y gracias a eso hemos podido ver algunas instantáneas de ellos juntos disfrutando de una escapada de verano.

Estepona se ha convertido en el rincón donde ambos pasean su amor, una escapada veraniega que han compartido con dos amigas de Ana, pero durante la que también han tenido tiempo para estar juntos. Prueba de ello son las imágenes que la joven ha subido a sus stories de Instagram, fotografías de pareja donde dejan claro que entre ellos las cosas marchan a las mil maravillas.

La complicidad entre ellos es extrema, tanto es así que incluso queda reflejado en su ropa, pues ambos posan con atuendos muy veraniegos y refrescantes, escogidos en tonos parecidos. Mientras ella apuesta por un mono con volantes en la parte inferior, él escoge un look clásico de pantalón blanco y camisa de rayas finas en la misma tonalidad que el traje de ella. Ana completa su look con una coleta baja, ideal para evitar el calor del sur de España.

Las miradas cómplices, los gestos cariñosos y las tiernas sonrisas que se dedican son el mejor ejemplo y la mejor forma de dejar atrás los rumores de crisis que, de forma habitual, rodean a la pareja, sobre todo desde que decidieron dejar de compartir sus momentos en redes sociales. En una sociedad en la que parece que lo que no se muestra no existe, Ana y Enrique han querido diseñar su propia manera de compartir su relación.

Ambos apostaron por ella desde el principio, Enrique dejó todo y se mudó a Almería junto a Ana, un romántico gesto con el que dejaba claro que veía su futuro junto a ella. Tras el gran revuelo causado por esta relación al principio de hacerse pública, ahora las aguas parecen más tranquilas. Poco se sabe sobre ellos, sobre sus planes de futuro o sobre la relación de Ana con las hijas que Enrique tuvo durante su matrimonio con Paloma Cuevas.