Isabel Preysler, más allá de Vargas Llosa: otras veces que se sintió decepcionada y traicionada

El final de una relación suele venir acompañado de muchas reflexiones y momentos de mirar hacia el pasado y revisitando nuestras vivencias con la mirada del presente. No ha tenido que pasar demasiado tiempo para que Isabel Preysler se sienta traicionada ante las palabras de quien hoy es su expareja, Mario Vargas Llosa.

Declaraciones que se contradicen y hacen daño, pero que no son las únicas veces en las que la ‘reina de corazones’ ha sentido cómo su confianza se ha roto y, tal y como reveló Tamara a todo el mundo, ella es de tomar cartas en el asunto. Las traiciones a veces se perdonan, pero suele haber un momento de ruptura y de distancia hasta que se curan las heridas.

Por ejemplo, pocas dudas hay ahora mismo de que Tamara ya ha pasado página, ha dejado atrás los momentos complicados junto a Iñigo Onieva y se prepara para encarar un futuro de confianza ciega, amor y respeto. No parece que para Isabel sea tan sencillo hacer lo propio, de hecho aseguran que, tras conocer la reconciliación, sus palabras fueron: “Espero que Iñigo no se vuelva a equivocar”. ¿Perdona, pero no olvida?

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Las amistades ¿rotas?

La ruptura de Isabel con Mario eclipsaba casi cualquier otra noticia del mundo del corazón, pero todo apunta a que no ha sido la única despedida a la que ha tenido que hacer frente Preysler en estos últimos meses. Si hay algo que Isabel no tolera es que hagan daño a sus hijos o no les defiendan lo suficiente, y este parece haber sido el detonante del final de su relación con el escritor Boris Izaguirre.

Al parecer, este no solo no defendió a Tamara tras sus declaraciones en el Congreso Mundial de las Familias celebrado en México, sino que se mostró muy duro con ella, interpretando como homófobas sus palabras. A pesar de las explicaciones y aclaraciones posteriores por parte de la marquesa, parece que la amistad forjada quedó dañada de manera irremediable y ahora el vínculo que un día les unió ya no es el mismo.

Esto no quiere decir que con el tiempo Isabel no lo reconsidere o decida enterrar el hacha de guerra; no es la primera vez que una amistad se enfría a causa de los actos de sus hijos. Aunque su relación con Carmen Martínez-Bordiú siempre ha estado ahí, hubo un tiempo en el que no fue tan cercana, y hay quien señala a Chábeli como responsable. Al parecer, Isabel consideró que su amiga no la había defendido como merecía, pero, con el tiempo, las aguas de su amistad volvieron a su cauce.

Las dolorosas traiciones del amor

Ahora se siente traicionada por las palabras de Vargas Llosa, o de su entorno, y esto tal vez se deba a que en pocas ocasiones ha tenido que presenciar cómo una expareja comentaba el final de su relación. No sucedió así con Carlos Falcó, quien en todo momento se mantuvo al margen, evitando hablar de su ruptura.

Sí se sintió traicionada por su anterior marido, Julio Iglesias, aunque en esta ocasión no fue por sus palabras o canciones (siempre se dijo que ‘Hey’ estaba dedicada a ella) tras la separación, sino por lo sucedido durante su matrimonio. Isabel no quiso aceptar sus ausencias ni sus infidelidades y, a petición de ella, decidieron divorciarse.

Por supuesto, haber sido traicionada en algunas ocasiones no ha hecho de Isabel una mujer completamente desconfiada. Algunas de sus amistades hace años que están a su lado y no parece que esto vaya a cambiar. Ella sabe que siempre puede confiar en amigas como Elena Benarroch, Nuria González o las hermanas Lapique. Una lista de la que hasta ahora también formaba parte Boris Izaguirre y solo el tiempo dirá si se restaura esa confianza.