Vera Noor: "Mi paso por la banca de inversión me ayudó a decidir que quería ser cantante"

Ahijada y sobrina de la reconocida fotógrafa de la movida madrileña Ouka Leele, sobrina nieta del poeta Jaime Gil de Biedma, hija de los pintores Verónica Díaz de Bustamante y Jaelius Aguirre, hermana de la también pintora Violeta Maya y sobrina del artista Carlos Díaz de Bustamante. Con una familia así, no cabía otra opción. Vera Noor tenía que ser apasionada del arte, y lo es, en todas sus vertientes. En sus mejores sueños se ve escribiendo libros, dirigiendo obras de teatro y musicales y, sobre todo, cantando, que es donde ahora mismo está tratando de hacerse un hueco de la mano de la reconocida manager Mariola Orellana y después de haber firmado con la discográfica Virgin Records. Ha sacado su primer EP de seis canciones, que se llama ‘El primero’, y aunque le pueden las ganas de triunfar, tiene muy claro lo que quiere hacer y lo que no para convertirse en una artista de éxito. Por ello, compagina su pasión con un trabajo a media jornada en una ONG. Ella misma nos lo cuenta.

¿Quién es Vera Noor?

Soy sobrina y ahijada de Ouka Leele, que fue una fotógrafa referente de la movida hasta que falleció en 2022. Para mí siempre ha sido un modelo, sobre todo a nivel estético, y en mis videoclips está muy presente. Mis padres también son pintores, mi hermana mayor ha seguido sus pasos, tengo poetas en la familia y bueno, en general creo que he vivido un ambiente bastante artístico desde pequeña y aunque yo ahora estoy más centrada en la música, me considero una artista multidisciplinar y tengo proyectos más ambiciosos, como componer un musical, hacer una obra de teatro, escribir un libro o dirigir una peli.

¿Cómo ha influido en ti rodearte de tanto artista diferente?

No era consciente de lo mucho que me había influido hasta que me he ido haciendo mayor y he ido viendo cómo las familias de otras personas eran muy diferentes. Si ves vídeos de mi infancia, salimos todos disfrazados. Mi madre nos ponía música, igual medieval que jazz, nos grababa bailando, superinspiradas. Recuerdo que hacíamos invitaciones de cumple muy creativas… Yo recuerdo una infancia llena de luces, música de todo tipo, disfraces, colores. Con mi padre he conectado más a nivel cantautores, música más de las últimas décadas… Yo sé que les debo muchísimo a mis padres y que ellos han marcado la diferencia a nivel creativo tanto en mí como en mis hermanas.

Dices que te consideras artista multidisciplinar, aunque ahora te dedicas a la música. ¿Siempre fue la música por lo que más te decantaste?

La verdad es que no. Siempre me ha encantado cantar, pero he decirte que yo nunca había considerado la música como carrera hasta que no aprendí a tocar la guitarra y empecé a componer canciones. Yo de pequeña quería ser escritora y me pasaba la vida escribiendo poemas, y luego descubrí que si juntas poemas y música, pues sale una canción y dije… ¡esta es la mía!

Supongo que de tu pasión por escribir surgió la decisión de estudiar Filología.

Sí, estudié Filología Clásica. Estaba en ciencias en el cole y de repente decidí que me quería cambiar a letras. Todo el mundo entró en pánico. Mis padres no, porque ellos, que son pintores, ¿qué me iban a decir? Pero las profesoras sí. Pero es que siempre he creído que si haces lo que te pide el corazón y trabajas duro, las cosas salen bien. Entonces lo hice y ya.

¿Te arrepientes de haberlo hecho o crees que te ha servido?

No me arrepiento para nada, fue muy bonito e hice grandes cosas, como dirigir una obra de teatro. Yo lo estudié en Londres y allí se da a los clásicos mucha más importancia que en España. En mi universidad se hacía anualmente una obra clásica y los estudiantes teníamos que postularnos con una idea de dirección creativa. Mi último año de carrera propuse una adaptación de una obra clásica adaptada al futuro y les encantó y lo hicimos todo estudiantes, con dinero de la universidad, pero entre nosotros. La lié pardísima, cogí estudiantes de arquitectura para que me ayudaran a hacer el set, compuse yo toda la música, cogí a gente de la universidad que producía música, bailarines… Fue superdivertido, hicimos el diseño de vestuario e incluso tuvimos que traducir la obra. Y aprovechamos para modernizar: cambiamos a Pericles por Trump… y fue muy divertido, la verdad.

Y de ahí te fuiste a trabajar a un banco de inversión, que no tiene nada que ver. ¿Cómo fue ese salto?

Pues sí, porque a mí los retos me van mucho. Tenía un primo que vivía en Londres que se dedicaba a la banca de inversión y me empezó a recomendar que mirara cosas sobre ello y yo, pues lo miraba y vi que había unas prácticas y empecé un montón de procesos y me hice un Excel y ya era ‘la puta ama’ -con perdón- de cuáles son los bancos, las fechas de entrega, las prácticas… Y al final acabé haciendo unas prácticas en el verano de tercero a cuarto y la verdad que aprendí mucho, fue una experiencia de la que no me arrepiento, pero me ayudó mucho a decidir que quería ser cantante… Ahí lo dejo. Fue determinante. Me di cuenta de que creo que no estoy hecha para estar en una oficina todo el día.

Ahora también trabajas en una ONG.

Sí, estoy empleada en una fundación. Es una ONG que está enfocada a jóvenes de entre 10 y 18 años con mayor índice de vulnerabilidad. Les ayudamos con educación financiera, fomento del emprendimiento… Para bajar el absentismo escolar, estar más motivados, ayudarles a encontrar su primer trabajo… Es como para cerrar el gran agujero que hay entre la educación y el trabajo.

Eso lo compaginas con la música. ¿Crees que ahora mismo en España es fácil vivir de la música?

Sí se puede, pero es difícil. Hay que tener mucha paciencia. Yo conozco a gente que vive de la música, y creo que hay que diferenciar entre vivir de la música y vivir de tu proyecto musical. Yo tengo amigas que viven un poquito de su proyecto, un poquito de componer temas para otros, un poquito de producir, un poquito de cantar en bodas… Hay muchas formas de vivir de la música. Para vivir de tu proyecto, tienes que ser bastante conocido porque lo que da dinero en la música son los conciertos y no es nada fácil vender entradas para conciertos. Yo tengo la suerte de que como tengo el otro trabajo, no tengo que hacer cosas que no me apetecen con la música. No quiero cogerle manía.

¿En qué punto estás ahora mismo con la música?

Ahora mismo mi objetivo es rodearme de un buen equipo e intentarcolaborar con artistas para apoyarnos unos a otros.

¿Dónde te gustaría llegar?

Pues te diría que yo estoy contenta ya con lo que tengo, pero claro, mi sueño sería poder cantar con artistas a los que admiro mucho o estar en festivales y sentir que, más allá de mi familia y mis amigos, mi música llega. El objetivo a medio plazo es sacar un buen disco experimental y rompedor y que tenga reconocimiento.