Íñigo Onieva, solo de boda en Madrid: testigo, rodeado de amigos y hablando de ser padre

Íñigo Onieva ha estado de boda este fin de semana. Según ha podido confirmar Vanitatis, el novio de Tamara Falcó acudió en solitario al enlace por todo lo alto de sus amigos Íñigo Rodríguez e Isabel Huete en una iglesia céntrica de la capital.

Vestido de chaqué y atendiendo sonriente a los medios, tuvo que disculpar la ausencia de su prometida por motivos médicos. Aunque estaba confirmada la presencia de la marquesa de Griñón, desde el pasado jueves sufría de un virus contraído durante su pre luna de miel en Bali. Unos días de amor y lujo que no terminaron como esperaban. Tamara, tal y como han asegurado personas de su entorno a este medio, ya se encuentra totalmente recuperada.

No obstante, se perdió la boda de uno de los mejores amigos de su prometido, que tras varios años de relación daba el mismo paso que ella dará con Onieva en apenas tres meses. De hecho, Íñigo, como decíamos, ejerció de testigo vestido de chaqué, lo que nos permite hacernos una idea de cómo lucirá de novio en el altar de la capilla del palacio El Rincón que acogerá su enlace.

¿Paternidad a la vista?

En declaraciones a Europa Press a su llegada a la boda, Íñigo Onieva respondió a la gran pregunta: si están buscando ser padres próximamente. Aunque Tamara siempre ha confesado que le encantan los niños y que está deseando ser madre, lo cierto es que aún no habíamos escuchado la opinión de su prometido al respecto. Al menos hasta ahora. "Dios proveerá", ha comentado respondiendo a la pregunta de si esperarán mucho para ser padres. A todos les hará mucha ilusión que sean padres pronto, tal y como ha confesado, asegurando, ya de paso, que le gustan mucho los niños.

Un tema que desde que comenzaron su relación les persigue. Tras varios rumores desmentidos de embarazo, no hay duda de que pronto intentarán ampliar la familia tras la boda, que, como decíamos, cumplirá un esquema similar a la de sus dos amigos de este fin de semana.

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Patricia Izquierdo

Boda tradicional y celebración en Las Jarillas

La boda, que comenzó con una ceremonia religiosa de lo más tradicional celebrada en un templo religioso cercano al instituto Beatriz Galindo, en el corazón del barrio de Salamanca, continuó en la finca Las Jarillas, ubicada a pocos metros del centro y que ha sido escenario de tantas bodas de la jet.

Allí se alojó el rey Juan Carlos cuando vino a estudiar a Madrid desde Estoril y desde hace años acoge eventos y sobre todo enlaces de alto nivel. Su catering, servido por La Cococha, es uno de lo más alabados de la capital. De hecho, sirvieron de postre su famosa tarta árabe, una de las más elegidas.

En sus jardines se fotografió Casilda Aguilera, casada con Yago Antón, el mejor amigo de Íñigo. Acudió a la boda tan elegante como siempre vestida con un dos piezas de sello español.

En sus redes, además del look, también compartió la única foto de la novia que hemos visto con un vestido confeccionado en seda brocada y bordada, la espalda al aire y escote halter anudado al cuello con una lazada XXL.