María de León Castillejo posa para Vanitatis con los 4 'looks' con los que ha reinado en la Feria de Sevilla

Farolillos en el cielo, el dulzor del azahar con la primera brisa de la mañana, las motas del polverío de albero sobrevolando la portada y los volantes generan una explosión de color en las callejuelas más recónditas… del 23 al 29 de abril en Sevilla todos los caminos llevan a la Feria. Esa alegría, esa simbiosis por excelencia de la cultura, la tradición y la moda, ese encuentro humano para celebrar la vida, donde las penas se van cantando, y que Vanitatis no se ha querido perder.

Nos hemos trasladado hasta la ciudad hispalense para vivir en exclusiva y en primera persona uno de los acontecimientos más concurridos del año de la mano de su principal protagonista: María de León Castillejo. La emprendedora de la comunicación, hija de los marqueses de la Cañada, ha dado este 2023 el pistoletazo de salida al evento como madrina de la Exhibición de Enganche en su XXXVII edición. Un nombramiento recibido anteriormente por otros rostros conocidos del nivel de Victoria Federica o Tana Rivera que la ha convertido durante los últimos días en la mujer más buscada de la capital andaluza.

Por ello, alejados del mítico barrio de Los Remedios, donde se encuentra ubicado el recinto ferial, bajo el ruido de los cascos de los caballos y el sonido de las palmas recorremos el centro de la urbe hasta llegar a la calle Cuna, presidida por el palacio de Lebrija, la joya arquitectónica del siglo XVI, lugar de nuestro encuentro. Entre zócalos de azulejos sevillanos y numerosas obras de arte de valor incalculable, la emoción de la coach y agente de cambio para el Humanismo Digital inunda la casa señorial, al igual que también lo hacen los 4 diseños con los que posa frente a las cámaras después de haber conquistado con ellos la Feria de Sevilla.

“Como sevillana que soy, para mí este reconocimiento significa muchísimo. La Exhibición de Enganche aquí es toda una institución, lo he vivido con agradecimiento, ilusión y, sobre todo, con responsabilidad”, nos detalla mientras un brillo especial invade su mirada. Los 2.000 metros cuadrados de la superficie se alejan de la frialdad de los espacios monumentales porque, tal y como explica la hija de los marqueses de la Cañada, “este palacio es familia, es donde he crecido cuando vivía mi abuelo, donde se hacían los encuentros familiares importantes. Implica mucho en la historia de mi biografía”.

Enfundada en un impresionante modelo largo negro ceñido de Nicolás Montenegro con escole halter contraste blanco, reliazado en gasa, finalizado en una capa infinita de sutil cola y acompañado con piezas de la joyería Chico, el cual lució en cena de gala celebrada el pasado viernes 21 de abril en el Real Alcázar de la capital andaluza, la comunicadora continúa sus confesiones. La moda ocupa un lugar muy especial en el corazón de María León de Castillejo, la cual concibe esta disciplina como un mecanismo más de expresión. Precisamente, esta concepción le hizo entablar una preciosa relación de amistad con el mismísimo Manolo Blahnik, que se ha encargado de calzarla en todos y cada uno de sus actos.

“Me lo presentó mi gran padrino, Carlos García Calvo, que en paz descanse y que tanto echo de menos. Le llamé por teléfono para comunicarle mi nombramiento y le hizo muchísima ilusión. Es más, me mandó una carta personalizada con todos los zapatos que quería acompañasen a mis estilismos”, nos explica. Como gran conocedora del universo de las tendencias, la aristócrata es consciente de que los detalles hacen la diferencia.

Este es el motivo que le ha llevado a contar para el proceso únicamente con creadores nacionales con los que mantiene una relación de amistad y de cariño y que han confeccionado las prendas especialmente para la ocasión. De esta manera, ha querido seguir la tradición marcada por su madre desde su infancia y que se vincula, en gran parte, con la cultura sevillana. “Mi madre es madrileña, pero desde que era pequeñita me llevaba a los diseñadores cada año para que me hicieran mi traje de flamenca”, nos asegura.

En un segundo cambio, vemos a la la coach y agente de cambio para el Humanismo Digital posar con un dos piezas sastre de aire español, firmado por Antonio García, con blazer torera y pantalón estilo culotte en tonalidad rosa, rematado por un sombrero cordobés y una blusa satinada de manga larga naranja. El outfit fue escogido para el tradicional desfile coche de caballos por el Parque de María Luisa y la Plaza de España, debido a su representación de la iconografía y estética de la historia andaluza. María de León Castillejo tenía clara su razón: “He querido enaltecer el trabajo de los artesanos. Grandes de la industria, como Dior, se han inspirado en este imaginario y consideré que no podía faltar”.

Precisamente, la historia y la conservación cultural han sido una de las guías de la emprendedora de la comunicación, encargada este año de la defensa del uso de la mantilla blanca que, según informan los expertos, se está perdiendo. La Exhibición de Enganche es el evento por excelencia en el que las mujeres lucen este elemento, junto a la peineta de la misma tonalidad, que se ha vinculado a lo largo del tiempo con las féminas solteras. Es más, como curiosidad, las reinas españolas son las únicas del mundo que pueden ir a visitar al papa con tal accesorio de dicha tonalidad, un reconocimiento llamado 'privilège du blanc'.

“Seguimos el protocolo a rajatabla. La mantilla de Bastilippo la presenté en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla de la mano de un vestido midi lavanda de Enrique Rodríguez Hidalgo que cumplía con toda la normativa: cuello barco, manga al codo, largo por debajo la rodilla…También utilicé un set de joyas de Amatistas, compuesto por broche y pendientes”.

Por último, al igual que en los últimos años, Pepa Garrido se encargó de vestirla de flamenca para su visita al recinto ferial con un animado modelo verde clásico protagonizado por los remates en volante en falda y mangas y completado con accesorios de tonalidad tinto, entre los que destaca un imponente mantón de Manila completamente bordado a mano.

Tras días de estrés, cargados de emoción, María de León Castillejo no quiere retirarse a descansar antes de plantear una reflexión final: “Sevilla es una ciudad repleta de cultura: la Semana Santa, la Feria de Abril… Sin embargo, esta última tiene mayor importancia porque es un evento, que frente a una era de inteligencia artificial, avances tecnológicos o científicos, que son maravillosos, porque nos suman, pone a las personas por delante del algoritmo. Es fundamental saber de dónde venimos y mantener nuestras tradiciones y nuestras raíces presentes, ya que son patrimonio inmaterial de la humanidad”.