Vanitatis cumple 15 años y hoy lo celebramos por todo lo alto

Aquel 29 de octubre de 2007, Cristina Kirchner acababa de ganar las elecciones en Argentina con un 46% de los votos, convirtiéndose en la primera mujer en presidir el país. También nacía el primer diario en internet exclusivamente dedicado a la crónica social, bajo la dirección de Paloma Barrientos y con el respaldo de El Confidencial.

La portada estaba presidida por una foto de Nicole Kidman y su marido, Keith Urban; también llevábamos una información exclusiva sobre los vinos que se servían en la mesa de Zarzuela, y un ranking con los presentadores mejor pagados de la televisión. Como ven, el primer número con el que nos presentamos en sociedad ya era ‘muy Vanitatis’, un concepto en sí mismo.

En aquel momento, los medios generalistas ya contaban con su versión web, pero las revistas del corazón aún no habían dado el salto. El vertical venía para llenar varios huecos que existían en el mercado. Por un lado, la necesidad de aplicar los criterios del periodismo a la crónica social. Por otro, llevar a la web y al minuto la otra cara de la actualidad. Porque allí donde hay dinero y poder, hay gente que debe contar el envés, o al menos adornarlo.

“En El Confidencial siempre hubo noticias del mundo social desde que se fundó hace 21 años. Al principio solo se publicaba el fin de semana y poco a poco se fue viendo que la actualidad del corazoneo despertaba el interés de los lectores. José Antonio Sánchez, con su visión estratosférica de lo que son los medios digitales, decidió que había que montar una página como tenían los periódicos de papel y antes las revistas de información general tipo ‘Tiempo’ o ‘Cambio 16’. Y así nació Vanitatis. Un nombre elegido por JAS, igual que el diseño de la maqueta, que lo hizo en un folio doble pegado por la mitad con cinta celo”, explica Paloma Barrientos.

“Me dijo: ‘Vanitatis va a ser el referente de las noticias del corazón. Y lo vas a hacer tú’. No hubo posibilidad de réplica. Lo único que le dije fue: ‘¿Y con quién cuento?’. Me miró raro y su respuesta fue parecida a ‘búscate la vida”.

Desde entonces no hemos perdido nunca el ADN irreverente, tratando de combinar la información propia y de calidad con la cobertura de la actualidad. “Se trataba de contar lo que no se contaba, siempre con rigor pero con un punto gamberro”, recuerda Nacho Gay, director y alma mater de la página desde 2010. “La empresa estaba convencida de que había un nicho y no se equivocó”. A pesar de aquel primer Vanitatis rojo chillón, la fórmula encontró el éxito inmediato.

Durante los primeros diez años de vida del medio, la redacción cabalgó a lomos de la actualidad a un ritmo trepidante. En aquel chaletito de la zona pobre de Cardenal Herrera Oria, el Palomar cobró vida. Pasábamos frío en invierno y calor en verano. Tantos y tantos compañeros cumplieron sin horarios con la misión de construir una página de referencia que pronto ascendió al número uno de su categoría. Quien vivió aquellos años lo recuerda como una época tan bonita como, por qué no decirlo, infernal.

“En aquellos primeros tiempos había poco dinero pero mucha ilusión. Los personajes respondían a las entrevistas y nombres como Sabino Fernández Campo, Carlos Herrera, Iñaki Gabilondo, Carmen Romero y muchos más escribían columnas de quince líneas gratis. No puedo estar más orgullosa de seguir trabajando en Vanitatis con un equipo al que no le importa echar horas si es necesario. Gente muy joven con la que comparto el saber que tenemos la profesión más importante (ya se sabe que lo que no se cuenta no existe) y por lo tanto mucha responsabilidad”, dice Paloma.

Mencionar nombres propios siempre tiene el peligro de dejarse a alguien en el tintero, pero cómo no reconocer entre los cimientos del éxito de Vanitatis la intuición de Núria Tiburcio, creadora del 'LZ', el primer blog dedicado al estilo de la reina Letizia que tanto inspiró después al resto de medios. La de nuestros compañeros de Televisión, que terminaron independizándose. La pluma de José Madrid, redactor jefe y una enciclopedia en términos cinematográficos. Ana, Jorge, Miriam, Raoul, Eduardo, Laura, Marta, Javi, ¡Boli! Cómo olvidar a todos esos profesionales y compañeros que hoy trabajan en otros medios y que contribuyeron a abrir un camino que luego han transitado el resto de los grupos editoriales.

Un camino no exento de problemas, claro. Contar el patrimonio, las empresas, los divorcios, levantarle la falda a la actualidad nunca sale gratis. Más de un compañero de las secciones nobles de El Confidencial, sin cuya complicidad no hubieran sido posibles muchas cosas, sufrieron las consecuencias. También nosotros aprendimos con el tiempo a utilizar la empatía a la hora de contar según qué cosas. Hoy Vanitatis es una quinceañera nativa digital que goza de excelente salud y que mira con determinación hacia su futuro. Nos hemos hecho mayores y tenemos la ambición de seguir cumpliendo años.

“Sin estridencias ni mal gusto, nos centraremos en aquellos personajes que aportan glamour a la vida social alrededor del planeta. Además, prestaremos especial atención a las tendencias del mundo de la moda, el ocio y la cultura. Haremos del cine, la música, la televisión y, sobre todo, de sus protagonistas uno de los ejes centrales de su contenido informativo”, se lee en la declaración de intenciones de aquel primer Vanitatis. Lo cierto es que no nos hemos alejado tanto de aquella primera idea.

En este tiempo, Vanitatis se ha convertido en un site por sí mismo que ha sabido adelantarse al dictado de los tiempos. En los últimos cinco años, el medio ha dado un salto de calidad de la mano de nuestro multipremiado equipo de Diseño, y hoy, detrás del gran ordenador que cada día elabora Vanitatis, están algunas de las cabezas más brillantes del lifestyle y la crónica de sociedad, capitaneadas por Nacho Gay. Un equipo que no deja de innovar y de buscar la excelencia, apoyado siempre por un equipo comercial sin cuya profesionalidad no hubiéramos podido dar este salto mortal. Podíamos haber seguido haciendo lo mismo 15 años más, pero no hubiéramos podido hacer esto.

Nuestro lector también ha evolucionado con nosotros. Si antes solo el 20% de los lectores de Vanitatis pasaba por contenidos relacionados con el estilo de vida, hoy ya son un 80%. Es un lector al que le gusta estar informado de lo que sucede en la actualidad, pero que también acude a Vanitatis para escaparse un rato de su día a día, asomarse a los mejores lugares de ocio, apuntarse las tendencias, descolgarse de su rutina a través de esta ventana al lujo, la moda o la belleza.

Vanitatis ha madurado y se ha convertido en un producto mucho más sofisticado que sigue manteniendo su ADN irreverente, del que estamos orgullosos. El diseño es, sin ninguna duda, una de sus piedras angulares, no tenemos miedo a las nuevas narrativas y estamos explorando rincones hasta ahora desconocidos en el terreno del lifestyle. “Estamos siempre inventando”, se jactan en la redacción. Una vez más nos toca ser pioneros y abrir camino a los demás, estamos preparados y hoy lo celebramos por todo lo alto. ¿Se apuntan?