Paola Zóbel, reina del polo de Sotogrande: "Me es difícil distinguir entre mi hobby y mi trabajo"
La vicepresidenta del Ayala Polo Club de Sotogrande nos habla de su vida en la localidad gaditana y cómo han logrado organizar el Torneo de Polo Internacional que atrae a nobles, reyes y grandes fortunas
Paola Zóbel es la actual vicepresidenta del Ayala Polo Club, el club de polo de Sotogrande, epicentro del veraneo, de la localidad gaditana y donde se celebra por segundo año consecutivo el prestigioso Torneo Internacional de Polo. Desde el 24 de julio a hoy 26 de agosto han pasado por el Ayala Club los mejores jugadores de polo nacionales e internacionales, además de un sinfín de visitantes que acuden a disfrutar de un rato de ocio a sus campos. Entre los jugadores y visitantes figuran miembros de la realeza, aristocracia y grandes fortunas, que asisten buscando el lujo y la discreción que se respiran en el Ayala Club.
Fue el abuelo de Paola, el filipino Enrique Zóbel, quien creó Sotogrande junto a Joseph McMicking. Él mismo exportó el polo a Sotogrande creando la primera cancha, La Playa. Más tarde fue el padre de Paola, Ignacio Zóbel Urquijo, quien se encargó de consolidar este deporte y crear el Ayala Polo Club tal y como es ahora, con sus 35 hectáreas de zonas deportivas y 65 hectáreas de zonas verdes.
Desde hace unos años, cuando se supo que el Ayala Club se encargaría de celebrar el Torneo Internacional de Polo, Paola trabaja codo con codo con su padre. Un sueño hecho realidad para ella, ya que además de aficionada a este deporte siente pasión por los caballos desde que era niña.
Extremadamente discreta, rara vez concede entrevistas. Dicen los que la conocen que es sincera, trabajadora y que le apasionan los retos. En agosto de 2016 su boda con el polista argentino Santiago Laborda acaparó los titulares de la prensa rosa. Juntos residen en Sotogrande, son padres de dos hijos de corta edad que, como no podía ser de otro modo, han heredado la afición familiar al polo.
¿Hay algún caballo que te haya marcado especialmente a lo largo de tu vida?
Sí, mi primer poni, que se llamaba Minesota. Yo tendría unos dos añitos cuando me lo regalaron.
Vives rodeada por ese deporte. Aunque no sea de forma profesional, ¿juegas al polo?
Un poco. Pero solo en algunos momentos y como diversión.
¿Te gustaría que tus hijos el día de mañana jugaran al polo?
Sí (responde rotundamente). Los dos montan a caballo ya y el mayor ha empezado a taquear. Pero no sé si me gustaría que en un futuro jugaran de forma profesional, prefiero que lo tengan como hobby.
Actualmente trabajas gestionando el Ayala Polo Club. ¿Desde cuándo supiste que trabajarías en esto?
La verdad es que no estaba en mis planes. Cuando mi padre decidió que Ayala se hiciera cargo del Torneo Internacional de Polo, me trasladó esa responsabilidad y yo la asumí con enorme ilusión.
Acaba de finalizar el Torneo Internacional de Polo de Sotogrande. ¿Cuál es el secreto de todo lo que habéis logrado en Ayala Club con él?
No hay ninguna pócima mágica para sacar esto adelante (ríe). Sencillamente mucha dedicación, invertir horas y horas de trabajo y tener algo de audacia, además de ponerle mucha pasión.
De todos los logros que habéis conseguido, ¿de cuál te sientes más orgullosa?
Creo que hemos sido capaces de levantar un torneo que en los últimos años estaba un poco de capa caída. Me enorgullece especialmente ver cómo los patrones y jugadores reconocen nuestra labor y eso se traduce en que aquellos que prueban a venir a jugar deciden claramente repetir.
Vives en Sotogrande. ¿Qué te hizo escoger esta localidad para quedarte a vivir?
Te diré que Sotogrande me eligió a mí. Nunca pensé que terminaría viviendo aquí. Pero, desde luego, el paso del tiempo me ha demostrado que ha sido la mejor decisión y no podría estar más feliz.
Trabajas junto a tu padre, ¿qué tal la experiencia de trabajar en familia?
Al final lo que nos ocurre es que los ratos que no son de trabajo continuamos hablando de polo y de cómo hacer las cosas. Pero, como te digo, es difícil distinguir los periodos de trabajo de los que no lo son.
Pero se podría decir que eres de esas afortunadas que trabaja en lo que más le gusta…
(Ríe a carcajadas) Pues no lo sé… En el punto en el que estoy no puedo diferenciar qué es hobby y qué es trabajo. Pero disfruto mucho haciendo lo que hago.
¿Se siente una gran responsabilidad siendo la tercera generación inmersa en el polo de Sotogrande?
Responsabilidad hay, no cabe duda. Pero yo pongo todos mis esfuerzos en que mi trabajo fluya de forma natural. ¡Todos los días aprendo algo!
¿Sotogrande sería lo mismo sin polo?
En absoluto. El polo es parte sustancial de Sotogrande y se me hace muy difícil pensar en este lugar sin que hubiese polo.
¿Qué le dirías a la gente que piensa que el polo es un deporte reservado a las grandes fortunas?
Que en absoluto lo está. Se puede practicar polo sin necesidad de ser millonario.
Para ti, ¿qué es lo más bonito de este deporte?
Estar en contacto con un animal tan especial y bello como son los caballos. Además, el polo es un deporte muy familiar.
¿Qué proyectos tienes a futuro profesionalmente?
Continuar creciendo y haciendo el mejor Torneo Internacional de Polo, algo que vamos consiguiendo y que hace que cada año tengamos el listón más alto. Quiero ofrecer el mejor nivel de polo posible.
Paola Zóbel es la actual vicepresidenta del Ayala Polo Club, el club de polo de Sotogrande, epicentro del veraneo, de la localidad gaditana y donde se celebra por segundo año consecutivo el prestigioso Torneo Internacional de Polo. Desde el 24 de julio a hoy 26 de agosto han pasado por el Ayala Club los mejores jugadores de polo nacionales e internacionales, además de un sinfín de visitantes que acuden a disfrutar de un rato de ocio a sus campos. Entre los jugadores y visitantes figuran miembros de la realeza, aristocracia y grandes fortunas, que asisten buscando el lujo y la discreción que se respiran en el Ayala Club.