De Almeida a tres ministras: despedida a María Teresa Campos en un multitudinario funeral

A las nueve de la noche del lunes, en la iglesia de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón, se celebraba el funeral por María Teresa Campos. El padre Ángel ha sido el encargado de oficiar la ceremonia religiosa. El fundador de Mensajeros de la Paz mantenía una relación estrecha con la comunicadora, igual que con sus hijas. Y de ahí que se ofreciera para el funeral, al que han acudido amigos como la cantante Tamara, el diseñador Eduardo Navarrete, el alcalde José Luis Martínez-Almeida, las ministras Pilar Alegría, Isabel Rodríguez y María Jesús Montero, la periodista Nieves Herrero, el cantante Raphael, Rocío Carrasco y Fidel Albiac, familiares como sus tres nietos y directivos de Mediaset, donde Campos trabajó los últimos años; y amigos como Rosa Villacastín, Carmen Rigalt y Antonio Casado.

Una de las grandes ausencias ha sido la de Gustavo Guillermo, al que María Teresa Campos definía como “el hijo que no tuve”. Participa en el programa 'Gran Hermano' y, dada la incomunicación de todos los participantes, tampoco era conocedor de la misa. Su novia Ainhoa no ha querido tener protagonismo y de ahí que no acudiera a la misa. En comunicación con Vanitatis explicaba que ya se despidió en el tanatorio de María Teresa y que no quería revuelos innecesarios.

Carmen Borrego y Terelu eligieron una hora tardía para la celebración de la misa funeral, que no suele ser lo habitual. Lo han hecho así para que todos los que quisieran dar a la periodista esta última despedida pudieran acudir una vez que finalizaran sus horarios laborales. El funeral madrileño no ha sido tan multitudinario como el celebrado en Málaga, donde los ciudadanos se agolparon a las puertas de la iglesia de San Pablo, en la que se encuentra la imagen de Jesús Cautivo, del que Campos era muy devota. Tanto es así que cada temporada, cuando comenzaba un programa, siempre colocaba una estampa con su Cristo. “Me da confianza”, decía.

Presidiendo la ceremonia, se encontraba una gran foto de María Teresa Campos y un gran centro de flores. La familia y los amigos de María Teresa llegaban poco a poco al templo madrileño para darle su último adiós. Su nieta, Alejandra Rubio, entró con su padre, Alejandro. Fidel Albiac, del brazo de la cantante Tamara. Rocío Carrasco, con Miguel Poveda. Y Lara Dibildos, con su nueva pareja, Cándido Conde-Pumpido hijo. También estuvieron presentes María Baras, de Cheska, Isabel Rábago, Nuria González o Belén Esteban. En los bancos de la iglesia madrileña también se pudo ver a Cristina Cifuentes o Tomás Terry. De nuevo, toda la sociedad madrileña se congregó para rendirle homenaje a la veterana periodista.

La ceremonia comenzó con una sentida interpretación de un tema de Rocío Dúrcal por parte de la cantante Tamara. La elección del templo Santa María de Caná es exclusivamente por la amplitud y por la cercanía al domicilio de la periodista y de sus hijas. Carmen Borrego llegó a las siete de la tarde para ultimar los detalles del funeral. Horas antes las hermanas Borrego Campos habían acudido al palacio de la Moncloa, aceptando la invitación que les hizo el presidente en funciones Pedro Sánchez cuando acudió al tanatorio de La Paz. Ese día quiso alabar la profesionalidad de la comunicadora: “Era una mujer entrañable, una mujer comprometida con su tiempo y que rompió muchos techos de cristal”. Teresa Campos no mantenía relación personal con Sánchez, pero sí lo había entrevistado en su programa 'Día a día' cuando nadie apostaba por él.

En la parte final de la misa funeral también cantó Miguel Poveda, que tuvo una buenísima relación con la periodista y siempre estuvo muy agradecido por el apoyo que le prestó cuando comenzaba su carrera musical.