Albert Rivera, el Turronero o Mariló Montero arropan a Isabel Gemio en su noche solidaria

La noche solidaria de Isabel Gemio se ha convertido en un clásico. Todos los años por estas fechas, la fundación que lleva su nombre congrega a los patronos de la entidad, a los amigos y a las empresas y firmas comerciales que apoyan la investigación de las enfermedades raras a través de la ONG que creó la periodista hace 16 años.

Un cóctel y una cena que sirven para dar visibilidad a situaciones difíciles de personas que hoy por hoy no encuentran solución a corto plazo. Gemio, igual que otros padres, no tiene más remedio que procesar que lo único que puede ofrecer a sus hijos en esa carrera contra reloj es descubrir métodos que, si no curan, atrasen con calidad de vida su existencia.

Como en otras ocasiones, la anfitriona contó con la solidaridad del chef Paco Roncero, que sirvió el cóctel y la cena en el Casino de Madrid. Este recinto de la calle de Alcalá es uno de los lugares más espectaculares y tradicionales de la capital, tanto por su decoración como por su historia, que comenzó a principios del siglo XX.

Lo primero que hizo la anfitriona es dar las gracias a las empresas colaboradoras y a sus voluntarios, que son el batallón altruista que presta su ayuda a quienes tienen menos recursos. En la presentación previa a la cena, Isabel Gemio quiso dejar claro que ella era, en cierto sentido, una privilegiada porque podía ofrecer a su hijo Gustavo unos medios que otros no tenían.

"Lo que nos une es esa lucha para que otros hijos sí lleguen a lo que los nuestros ya no pueden hacer, que es abrazarnos. Y por eso, lo que se necesita es inversión en investigación para estas enfermedades raras. Y para eso está esta fundación. Y ahora, a pasarlo bien y a disfrutar de la cena y de los artistas que participan en esta noche solidaria", decía. Y lo hicieron Luis Cobos y el pianista y compositor Hugo Selles.

Y quienes quisieron apoyar a Isabel Gemio fueron muchos amigos y conocidos, como Pedro Trapote y Begoña García-Vaquero, el escultor Demo, Juan Ramón Lucas y Sandra Ibarra, el empresario Arturo Fernández; Luis Gasset, innovador de las subastas Ansorena; el gran Fernando Romay, siempre dispuesto a participar en las causas solidarias, y Carlos García Revenga, al que nunca en Zarzuela agradecieron su fidelidad.

Ni a él ni a otro hombre leal como fue el general Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa durante años y al que el rey Juan Carlos despidió en un almuerzo en el restaurante Lucio. Precisamente, en esta noche solidaria hubo un recuerdo para el gran restaurador, ingresado tras sufrir una caída.

Fiona Ferrer, recién llegada de Bruselas, adelantó su nueva iniciativa en la que su propia marca, FFL, tendrá al personaje Snoopy, creado por el dibujante Schulz, como figura representativa. La empresaria y creadora de contenidos prepara la gran promoción de esa colaboración. Compartió la fiesta solidaria con Cristina Espinosa y Susi Espinosa, directora general de Padma España.

Pedro Ruiz fue otro de los asistentes a la cena. Tiene varios proyectos casi cerrados. Uno, volver a la televisión con 'La noche abierta' y sus entrevistas a personajes de primera fila. La otra propuesta, ya realidad, es el rodaje de una película coral con guion propio, en la que participarán actores muy conocidos. "Aún no puedo dar nombres hasta que no lo haga el productor. Sí puedo adelantar que se rodará en Bilbao y por ahora el título de esta comedia es 'Un día libre".

Albert Rivera acudió a la llamada de la presidenta de la fundación. Mucho más relajado que en otras ocasiones, prefirió no tocar temas políticos y menos aún personales. Compartió mesa con Jose Luis López, el Turronero, que prepara gran fiesta para su nieta en Jerez con motivo de su primera comunión.