La separación de Amelia Bono y Manuel Martos, en cifras: régimen matrimonial, un casoplón y sin empresas conjuntas
La pareja, que ha anunciado su separación tras 15 años de matrimonio y 20 de relación, se enfrenta ahora a una nueva realidad que pasa por dividir sus bienes en caso de divorcio
La separación de Manuel Martos y Amelia Bono se ha convertido en la gran protagonista de la semana. Aunque los rumores de ruptura resonaban desde el pasado fin de semana, no ha sido hasta este martes cuando se confirmaba que habían puesto punto y final a su matrimonio de 15 años.
Una relación de lo más solvente, que tuvo un alto en el camino hace tres años y que ni siquiera entonces supuso una separación física de ambos. Durante los meses que se alargó su distanciamiento, los dos continuaron conviviendo en el chalé que compraron en 2017 en una de las zonas más exclusivas de Aravaca.
Con espacio más que de sobra para que no resultase del todo incómodo, tomaron esa decisión para que sus diferencias impactasen lo menos posible en la vida de sus cuatro hijos, Jorge, Manuel, Gonzalo y Jaime, aún menores de edad.
Ahora que parece que la separación es definitiva y que sus caminos se separan tras casi dos décadas de relación, no hay duda de que tendrán que poner en orden su patrimonio en común para dividirlo según el régimen en el que se casaron, separación de bienes, tal y como han confirmado personas del entorno a Vanitatis. Un régimen económico matrimonial que permite que los patrimonios de cada uno de los cónyuges estén diferenciados durante el matrimonio.
Descendientes ambos de dos sagas de lo más conocidas en nuestro país -Amelia es hija del político José Bono, y Manuel Martos, del cantante Raphael-, preservaban el patrimonio familiar de los dos lados por completo.
Ahora, 15 años después de darse el ‘sí, quiero’ en una multitudinaria ceremonia (acudieron más de 700 invitados) en la capilla del Hospital de Tavera, propiedad de la familia Medinaceli, en el caso de dar el paso hacia la disolución del matrimonio firmando el divorcio, tocaría repartir lo que tienen en común.
Su casoplón en Madrid
Una de las propiedades más valiosas que comparten es, precisamente, el chalé al que hacíamos referencia. Una imponente vivienda unifamiliar que en su día se publicó que podría haberles costado alrededor de un millón de euros. De hecho, tal y como queda reflejado en los documentos oficiales a los que ha tenido acceso Vanitatis, la pareja solicitó entonces una hipoteca de 800.000 euros para hacer frente a la compra de la misma.
Desde luego, el inmueble lo valía. Compuesto de cuatro plantas de unos 75 m2 cada una, las tres plantas de vivienda están divididas en vestíbulo, cocina con tendedero, cuatro dormitorios, 3 baños completos, un aseo, salón, comedor, solárium, porche con jardín y un garaje con capacidad para albergar un coche de 8 m2. Una casa que la propia Amelia ha enseñado en multitud de ocasiones a través de sus redes sociales.
De caracter unifamiliar, la casa está construida sobre una parcela de más de 500 metros cuadrados divididos entre un cuidadísimo jardín donde poder ver crecer y jugar a sus cuatro hijos y una piscina donde poder refrescarse en verano. Según el portal inmobiliario Idealista, la casa tendría un valor estimado de venta de 1.119.807 euros.
Carreras por separado
No tienen empresas compartidas. Mientras que Manuel Martos dedica su vida a la música como director general de Virgin Music Label & Artist Services España, siguiendo de alguna manera los pasos de su padre, Amelia ha desarrollado su carrera en diferentes mundos.
Durante años, ayudó a su madre en la gestión de las tiendas de Tous que dirigía en Castilla-La Mancha. Más tarde, tras dedicarse durante años únicamente a su papel como madre, dio el paso y se inició como influencer en una cuenta de Instagram en la que a día de hoy acumula más de medio millón de seguidores.
Con un perfil orientado al gran consumo, lo cierto es que a día de hoy puede presumir de poder vivir de ello. Tanto es así que, tal y como publicamos en Vanitatis en primicia, acaba de fichar por la agencia de representación Soy Olivia, la misma que gestiona la carrera de Victoria Federica de Marichalar, entre otras, y que lanzó las de las hermanas Pombo, María Fernández Rubíes o Grace Villarreal, entre otras muchas.
Una separación que sobre el papel parece sencilla dado su régimen matrimonial, más aún si tenemos en cuenta que ha sido de lo más amistosa hasta ahora.
La separación de Manuel Martos y Amelia Bono se ha convertido en la gran protagonista de la semana. Aunque los rumores de ruptura resonaban desde el pasado fin de semana, no ha sido hasta este martes cuando se confirmaba que habían puesto punto y final a su matrimonio de 15 años.