El detalle del traje de Almeida en su boda que no esperábamos

Los protagonistas principales de hoy están siendo José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, que ya se han dado el ‘sí, quiero’ en la iglesia de San Francisco de Borja, en el barrio madrileño de Salamanca. Del vestido de la novia sabemos muchas cosas: el mismo vestido que llevó su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias, un diseño sencillo y atemporal, corte recto y abullonado, un velo de tul ilusión… Del look elegido por el novio, un detalle que muchos no esperaban: no ha llevado ni el pin ni la medalla de los Abogados de Estado.

Parecía que José Luis Martínez-Almeida iba a coronar su traje de novio con una de estas insignias, pero para sorpresa de muchos ha cambiado lo esperado por algo nuevo. Y es que el alcalde de Madrid ha dejado en casa el pin y la medalla de los Abogados del Estado para terminar su look de novio con una medalla con el escudo de Madrid, un emblema que ha colocado en la solapa del traje elegido para la ceremonia.

Se trata de un icono realmente importante para el político, pues este escudo de Madrid tiene su origen en la Edad Media, si bien el diseño actual fue creado en 2004. Es el mismo emblema que el ayuntamiento madrileño utiliza actualmente como símbolo de la ciudad. Como se aprecia en las fotos, el pin es de color dorado y tiene la silueta del Oso y el Madroño, encuadrado en un marco de color azul, todo ello colgando de un pequeño cordón rojo. Todo un guiño a la ciudad que gestiona como alcalde.

Aunque el político finalmente no ha decidido usar el pin ni la medalla de los Abogados del Estado, sí que ha tenido en cuenta a su gremio en este día tan importante para él. Lo ha hecho con los gemelos, dos elementos que ponen la guinda a un look lleno de referencias a algunos de los pilares más importantes para él. En este caso, los gemelos sí que llevan el escudo del Colegio de Abogados.

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Roberto Ruiz Anderson

Sobre el traje, sabemos que el novio ha elegido un diseño de la madrileña Sastrería Fernández Prats, uno de los negocios más emblemáticos de la Comunidad de Madrid. En concreto, se ha decantado por un chaqué clásico que, según apuntan algunos medios nacionales, ha supuesto más de 70 horas de trabajo, ya que ha sido completado con algunos toques personales.