Es noticia
Menú
Merienda con las nietas de Franco, la visita de Amaia o el repudio nacional: lo que revela el documental definitivo sobre Marisol
  1. Famosos
SE ESTRENA 'MARISOL. LLÁMAME PEPA'

Merienda con las nietas de Franco, la visita de Amaia o el repudio nacional: lo que revela el documental definitivo sobre Marisol

La estrella permanece en silencio y el próximo 10 de mayo llega a los cines una película en la que se repasa su significado en la España de las últimas décadas

Foto: Marisol en sus años de máxima popularidad. (Gtres)
Marisol en sus años de máxima popularidad. (Gtres)

Lo dice alto y claro Esperanza Aguirre en 'Marisol. Llámame Pepa': "Nosotras éramos gordas, teníamos granos... no éramos tan maravillosas como Marisol". La expresidenta de la Comunidad de Madrid trata de definir lo que significó para ella la figura de aquella niña rubia en la década de los 60. Aguirre es una de las personalidades que se pasean por el metraje del documental dirigido por Blanca Torres; una película de visión feminista que aspira a ser el audiovisual definitivo sobre la Pepa Flores que dijo adiós a la esfera pública en 1985.

Ni el Goya de Honor que le otorgaron en 2020 pudo devolverla a los medios. Precisamente con esa gala de hace cuatro años arranca un film que es algo más que una simple sucesión de bustos parlantes. Eso sí, los que participan son de lujo: de Nativel Preciado a Fernando Méndez Leite pasando por Elvira Lindo o Enrique Cerezo, todos tienen algo que aportar sobre el mito Marisol.

Dividido en tres partes, 'Llámame Pepa' deconstruye el icono nacional desde sus orígenes humildes hasta una retirada en cuyos motivos nunca se ha profundizado, más allá del obvio: María Josefa Flores se había cansado de ser Marisol, la niña prodigio salida de Málaga y convertida en un 'producto' por el productor Manuel Goyanes, que incluso se la llevó a vivir a su casa durante una década.

placeholder Marisol, en el cartel promocional de su primer éxito, 'Un rayo de luz'. (Gtres)
Marisol, en el cartel promocional de su primer éxito, 'Un rayo de luz'. (Gtres)

'Llámame Pepa' está vertebrado por un recurso inédito en los documentales sobre Pepa Flores. Se recrea su voz en off para narrar sus vivencias como si lo hiciese en primera persona, tanto de niña como de adulta. Cuenta Vicky Flores, por cierto, que su hermana Pepa sufrió tales crisis de agotamiento y ansiedad siendo una adolescente que eso acabó pasándole factura a sus cuerdas vocales. Cuando volvió a estar lista para cantar, la voz de Marisol se había tornado inesperadamente grave. Ese es uno de los aspectos que más llaman la atención de Amaia Romero, participante en el documental y la encargada de cantar un tema homenaje a la artista en la mencionada ceremonia de los Goya de 2020, aquella en la que las tres hijas de Pepa recogieron el premio honorífico en su nombre.

Pero esta historia empieza muchas décadas antes en las corralas de Málaga, en las que una niña modesta, Pepita, se empezaba a ganar la vida cantando. Cuando Manuel Goyanes la vio en una de aquellas actuaciones de coros y danzas que presenciaba el mismísimo Franco, supo que había encontrado a la gallina de los huevos de oro. Le tiñeron el pelo de rubio y, al más puro estilo Hollywood, la convirtieron en un ideal imposible que acabó fascinando a todo un país sumido en la agonía del franquismo.

Desde que se estrenó 'Un rayo de luz,' en 1960, surgieron muñecas, recortables y revistas dedicadas a la vida y milagros de la pequeña. A veces, la realidad se confundía con la ficción del cine o la prensa. No es de extrañar que durante una década, esa niña se sintiese presa de un vendaval de obligaciones, viajes y distanciamiento de sus padres. Una vida de vértigo que la acabaría sumiendo en la tristeza. No era eso lo que vendían los semanarios sobre ella, unas revistas en las que ella misma narraba, por ejemplo, su encuentro con las nietas del 'Generalísimo' en los jardines de La Granja. Allí era donde Franco solía hacer recepciones a las que invitaba a la flor y la nata del espectáculo nacional. Por supuesto, en una ocasión también la invitó a ella, una joven preadolescente continuamente rodeada de señores mayores y, como bien resalta el documental, obligada a ser una adulta antes de tiempo.

placeholder Fotografías de Marisol en la exposición que se le dedicó en Málaga con motivo de su Goya de Honor. (Gtres)
Fotografías de Marisol en la exposición que se le dedicó en Málaga con motivo de su Goya de Honor. (Gtres)

El documental quizá pasa por alto la etapa musical que vino después del cine infantil y juvenil. Tras 'Marisol rumbo a río' o 'Búsqueme a esa chica', Marisol se convirtió en la esposa de Carlos Goyanes, hijo de su productor, pero también en una estrella de la canción con hits como 'Corazón contento' o 'Vino Rosa'. Una etapa pop en la que la adolescente ya era toda una mujercita. Un tiempo que culminó con el divorcio de Carlos y el cese del contrato con el padre de este. Llegaba, en sus propias palabras, su ansiada "libertad". Aunque aquella liberación se la iban a hacer pagar cara.

Si 'Llámame Pepa' pasa de refilón por la parte más musical (y por todo ese morbo de los supuestos abusos que rescató la prensa hace algunos años, recuperando unas declaraciones de Paco Umbral), no ocurre lo mismo con el contexto histórico. Esto último supone una de las grandes virtudes de la cinta. Si la Marisol infantil fue un símbolo del franquismo, en el documental Cristina Almeida o Nativel Preciado nos recuerdan que también fue un signo de apertura y de la Transición hacia la democracia. Su 'Háblame del mar marinero' bien pudo ser la banda sonora de esperados regresos a la patria como los de Rafael Alberti o la Pasionaria. Dos exiliados a los que Flores conocería de cerca.

placeholder Pepa Flores en su etapa más reivindicativa. (Gtres)
Pepa Flores en su etapa más reivindicativa. (Gtres)

Fue precisamente su transformación en icono político, de la mano de su segundo marido, Antonio Gades, la que le generó enemigos. Fue su apoyo al Partido Comunista, el que Fidel Castro fuese el padrino de su boda o la famosa foto de César Lucas, en la que aparecía completamente desnuda, lo que la convirtió en un personaje polémico. Ya no era del gusto de aquella misma España que la había encumbrado años atrás. Cuentan que en tiempos de la Movida, ni la Pepa Flores más contestataria encajaba en un país moderno que dejaba el gris atrás. Hasta los comunistas más aguerridos pensaban que su compromiso político (soviético y leninista) sonaba a viejo, que no era más que un apéndice de lo que hacía su pareja, Gades. Una visión bastante machista de parte de aquellos que supuestamente defendían sus mismos postulados.

placeholder Pepa Flores, en 'Proceso a Marina Pineda'. (RTVE)
Pepa Flores, en 'Proceso a Marina Pineda'. (RTVE)

La parte más cinematográfica de la carrera de Marisol es repasada por el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite. El director de 'La Regenta' recuerda cómo Pepa luchó con uñas y dientes por obtener mejores personajes que los que solían darle. Los infantiles no habían mostrado ni un veinte por ciento del talento de una mujer que se sentía, ante todo, una actriz. El de 'Los días del pasado', de Mario Camus, o la miniserie 'Proceso a Mariana Pineda', filmadas en los 70 y en los 80, respectivamente, no solo encajaban con su ideología, sino que también suponían todo un desafío profesional. Pero el reto no fue suficiente para mantenerla ante las cámaras.

Harta de ser el foco de la noticia, en 1985 se retiró y solo unos pocos afortunados, entre los que se cuenta Amaia Romero (la cantante narra los nervios que sintió al subir el ascensor que la llevaba a la casa de su ídolo en una visita realizada hace cuatro años), han podido verla. Se ha publicado alguna foto de agencia aquí y allá, pero Pepa no quiere ni oír hablar de la fama o de su papel mediático. Lleva años siendo una persona anónima que huye de los ecos de su propio mito.

placeholder Cartel de 'Llámame Pepa'.
Cartel de 'Llámame Pepa'.

Estrenado con éxito en el último Festival de Málaga, 'Llámame Pepa', llega a los cines el próximo 10 de mayo con el propósito de darle una vuelta de tuerca a un icono pop que se resiste a morir, de una mujer que es nuestra particular Greta Garbo, también retirada joven y también una luchadora por el anonimato. Si la estrella sueca supo antes que nadie que el silencio es el mejor amigo del mito, Marisol descubrió que, gracias a él, también se puede alcanzar la paz. Y eso no hay cheque en el mundo que lo pueda pagar.

Lo dice alto y claro Esperanza Aguirre en 'Marisol. Llámame Pepa': "Nosotras éramos gordas, teníamos granos... no éramos tan maravillosas como Marisol". La expresidenta de la Comunidad de Madrid trata de definir lo que significó para ella la figura de aquella niña rubia en la década de los 60. Aguirre es una de las personalidades que se pasean por el metraje del documental dirigido por Blanca Torres; una película de visión feminista que aspira a ser el audiovisual definitivo sobre la Pepa Flores que dijo adiós a la esfera pública en 1985.

Noticias de Famosos
El redactor recomienda