Francisco Rivera y su hermano Cayetano, juntos en el último adiós a su tío, Alfonso Ordóñez, fallecido el domingo

Aunque las relaciones familiares no pasen por su mejor momento, siempre hay motivos para acercar posturas. Y si hace unos días la revista '¡Hola!' nos mostraba cómo los hermanos Rivera Ordóñez habían limado asperezas tras el nacimiento de Nicolás, el cuarto hijo del extorero, ahora Francisco Rivera y Cayetano se han juntado de nuevo por un motivo familar, aunque mucho más triste: dar el último adiós a su tío abuelo, Alfonso Ordóñez, que fallecía el domingo en Sevilla a los 86 años.

Su nombre siempre estuvo ligado al mundo del toro. No podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que era hijo del 'Niño de la Palma' y hermano de una figura tan mítica como Antonio, el padre de la siempre divina Carmen Ordóñez. Aunque su carrera no fue ni tan larga ni tan laureada, siempre fue una figura muy respetada, dado que durante 30 años trabajó como asesor en la Maestranza.

Cuentan las crónicas taurinas de estos días que no pudo cumplir su último deseo. No era otro que asomarse al palco de la icónica plaza de toros durante la corrida de Resurrección para despedirse de la afición. Intuía que no podría hacerlo mucho más tarde. Aunque finalmente, la diabetes que padecía desde hace tiempo no se lo permitió y esa despedida será ya póstuma, ya que habrá un minuto de silencio en su memoria este próximo domingo.

Eso sí, aunque no ha sido la despedida que él hubiera querido, a su funeral y último adiós no han faltado muchos amigos y familiares, entre ellos Cayetano y Francisco Rivera Ordóñez. Los dos hermanos no han querido faltar a presentar sus respetos al último representante que quedaba de los Ordóñez Araujo, el único hijo del 'Niño de la Palma' que quedaba vivo.

Aunque no se les ha visto juntos, sí han coincidido en el tanatorio SE-30, el más habitual para velatorios en la capital andaluza, donde todos los que han querido han podido despedirse de él desde el pasado domingo a mediodía. El apagón que afectó a toda España ha hecho que las exequias tuvieran que retrasarse un poco y no ha sido hasta este martes cuando el coche fúnebre ha trasladado sus restos mortales para su posterior entirro.

Los dos hermanos han vestido de traje y chaqueta en color oscuro y gafas de sol, accesorio obligado no solo por la situación, sino también por el sol, que desde primera hora ya castigaba la zona donde está situado el tanatorio. Ambos han apoyado a los familiares más directos del extorero, además de recibir el respeto y las condolencias de otros asistentes.

Como decíamos, los toros fueron su destino inevitable dada su cuna. Aunque por imposición familiar estudió peritaje industrial, no tardó en ponerse delante de los astados y dar sus primeros capotazos. En 1954 toreó junto a todos sus hermanos y se despidió de las plazas en 1993, después de haber compartido cartel con Paquirri o Curro Romero, entre otros muchos, aunque nunca dijo adiós del todo por ese cargo que ocupó en la Maestranza.

Todas las crónicas que hablan estos días de su fallecimiento dejan claro que, sin ser una figura de primera y conocida, como sí pudo serlo su hermano Antonio, fue un nombre muy respetado por todos hasta sus últimos días en la profesión. Un torero al que sus sobrinos, Cayetano y Francisco Rivera, le han dado su último adiós en Sevilla, despidiéndose así del último representante de los Ordóñez Araujo.