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Tres minutos y listo: otro pilpil es posible
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Tres minutos y listo: otro pilpil es posible

¿Quién se apunta a un bacalao al pil-pil? A comerlo, muchos; a prepararlo, bastantes menos. El delicado plato de la cocina vasca supone un auténtico quebradero

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Tres minutos y listo: otro pilpil es posible

¿Quién se apunta a un bacalao al pil-pil? A comerlo, muchos; a prepararlo, bastantes menos. El delicado plato de la cocina vasca supone un auténtico quebradero de cabeza para muchos cocineros aficionados que se las ven y las desean para conseguir ligar la preciada gelatina con el aceite y dotar a la salsa de su incomparable textura, pero eso es cosa del pasado. Una empresa madrileña acaba de desarrollar un sistema que permite venderlo como plato preparado y tenerlo listo en poco más de dos minutos tras una sencilla preparación.

 

El descubrimiento de este método físico "es el fruto de una noche de insomnio" de su creador, José Enrique Velázquez. Sobre los detalles del proceso prefiere mantener silencio, aunque sí confirma que la materia prima utilizada es el selecto bacalao de las islas Feroe. El sistema de la empresa Pilpil Art permite mantener las propiedades organolépticas del plato a pesar de haber sido congelado. Además las tarrinas, con una generosa ración individual de 250g cada una, pueden permanecer un año en el congelador.

Una vez que queramos dar buena cuenta del pilpil, el primer paso es descongelarlo. Este proceso puede hacerse en la nevera (dejándolo unas 24 horas) o directamente a temperatura ambiente (en este caso, con unas cuatro horas es suficiente).

Cuando ya esté descongelado sólo hay que calentarlo en una sartén o cazuela a fuego muy lento (de otro modo existe peligro de que se corte la gelatina), moviendo de forma circular fuera del fuego durante dos o tres minutos. También es posible hacerlo en el microondas y ni siquiera así pierde consistencia.

Si queremos prepararlo en el horno microondas no hace falta extraerlo del recipiente en el que se presenta, ya que es apto para este tipo de electrodomésticos. El truco consiste en moderar la potencia del microondas, regulándola en una de las más bajas que tenga (resulta mejor calentar dos veces que perder la textura de la salsa por un exceso de calor). Tres minutos a 300 w es suficiente. Una vez fuera del horno sólo hay que mover con energía la tarrina para recuperar la gelatina. Listo para servir.

La comercialización empezó en diciembre. Ya hay varios restaurantes que se ha dejado seducir por este bacalao al pilpil y lo incluyen en sus cartas. En Madrid se puede encontrar en El Quinto Vino (Hernani 48), La Pinta y la Viña (Infanta Mercedes 61) o Bodega Metropolitano (Reina Victoria 48). También se sirve en El Aljarafe de Colmenar Viejo (Retama 5).

La distribución al consumidor final de Pilpil Art es bastante limitada por el momento. Aparte de los restaurantes en los que se sirve, es posible encontrarlo en algunos comercios por un precio aproximado de 10 euros. Así, en Madrid lo comercializa la tienda Gold Gourmet (José Ortega y Gasset 5). También se puede encontrar en la zona de Aravaca en el supermercado Molinaseca (Valtravieso 15-esq. Golondrina). Y si cualquiera de estas opciones le resulta complicada, puede encontrar más información en el teléfono 629 145 670.

¿Quién se apunta a un bacalao al pil-pil? A comerlo, muchos; a prepararlo, bastantes menos. El delicado plato de la cocina vasca supone un auténtico quebradero de cabeza para muchos cocineros aficionados que se las ven y las desean para conseguir ligar la preciada gelatina con el aceite y dotar a la salsa de su incomparable textura, pero eso es cosa del pasado. Una empresa madrileña acaba de desarrollar un sistema que permite venderlo como plato preparado y tenerlo listo en poco más de dos minutos tras una sencilla preparación.