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Sharon Stone subasta los besos de George Clooney
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Sharon Stone subasta los besos de George Clooney

¿Cuánto valen los besos de George Clooney? Aunque para algunas no tiene precio, sus incondicionales llegaron a pagar 350.000 dólares por un casto ósculo de la

Foto: Sharon Stone subasta los besos de George Clooney
Sharon Stone subasta los besos de George Clooney

¿Cuánto valen los besos de George Clooney? Aunque para algunas no tiene precio, sus incondicionales llegaron a pagar 350.000 dólares por un casto ósculo de la fulgurante estrella de Hollywood. Un beso del artista era el premio de una gala benéfica donde Sharon Stone ejerció de perfecta anfitriona y misteriosamente no pagó por los favores del galán norteamericano.

El Festival de Cine de Cannes es algo más que un evento cinematográfico. Allí, Sharon Stone, como hace habitualmente, presentó una gala benéfica para recabar fondos para ayudar a los enfermos de Sida. Hay que aprovechar que la ciudad está llena de estrellas del Séptimo Arte con las carteras repletas de billetes.

El plato fuerte fue la subasta de besos de George Clooney, que permitiría a dos asistentes cumplir algunos de sus sueños. Para ello, y para conseguir más dinero, el intérprete puso cara de no haber roto un plato en su vida. Cada una de las dos afortunadas pagó 350.000 dólares por un beso en la boca del protagonista de Ocean’s 13, que promociona estos días su última película en la Riviera Francesa.

Pero la gala dio para más. Sharon Stone se encuentra como pez en el agua en este tipo de eventos. No dudó en cantar a dúo con la mismísima Kylie Minogue, con un sensual movimiento de cadera incluido, mientras levantaba al público de sus asientos. A final tuvo suerte. No sólo consiguió una elevada suma de dinero para ayudar a los más necesitados, sino que Clooney le dio un beso gratis.

¿Cuánto valen los besos de George Clooney? Aunque para algunas no tiene precio, sus incondicionales llegaron a pagar 350.000 dólares por un casto ósculo de la fulgurante estrella de Hollywood. Un beso del artista era el premio de una gala benéfica donde Sharon Stone ejerció de perfecta anfitriona y misteriosamente no pagó por los favores del galán norteamericano.