Doherty sólo se casará con Kate Moss si consigue desengancharse de las drogas

Los sueños de Kate Moss deberán esperar por el momento. Aunque su principal anhelo es caminar de blanco hacia el altar, su novio, el problemático Pete Doherty, ha comenzado a poner condiciones a su futura boda. El cantante ha confesado que planea “casarse” este verano con la modelo británica, aunque sólo si consigue estar “limpio” de su adicción a las drogas. Y eso es lo difícil ya que el músico ha intentado en numerosas ocasiones y con poco éxito apartar sus vicios.

En un extracto de los diarios que escribe el polémico músico, que publica el diario británico The Times, Doherty, que lucha contra su confesa adicción a la heroína y el crack, habla de sus sentimientos por la modelo y de su tormentosa relación, algo que Moss le había prohibido comentar en público. En un pasaje de los diarios, escritos durante una estancia del solista en un centro de desintoxicación, Doherty relata su intención de llevar ante el juez matrimonial a su pareja. “Este año, limpio de agujas y heroína, nos casaremos y seré diez veces más feliz que cualquier otro heroinómano”, afirma el músico.

Su "amor" por Moss, madre de una niña de cuatro años, fruto de una anterior relación con el editor de la revista Dazed And Confused Jefferson Hack, es el tema central de las narraciones de Doherty. "Todas las madres solteras que hay en el mundo enamoradas de heroinómanos sois un rayo de esperanza", afirma.

También se recogen en los diarios algunas de las discusiones que la estrambótica pareja ha mantenido a lo largo de su relación, muchas de ellas, según parece, motivadas por la adicción del cantante a los estupefacientes y casi todas recogidas por los tabloides británicos.

Uno de estos momentos de fricción más sonados se produjo durante unas vacaciones que la pareja pasó en Tailandia, en las que según cuenta el músico, la modelo llegó a echarle de la casa que compartían. En ese viaje, Doherty reconoce que alcanzó uno de sus “momentos más bajos” y que su relación se había convertido en “un desastre insoportable e intolerable”.

En otro de esos extractos, Doherty confiesa que ha estado "atrapado" y sin embargo, añade, "mi adicción es extremadamente moderada y controlada. Kate no tolerará esta porquería, y no la culpo". A pesar de los altibajos y a que ninguno de los dos "parece que confía plenamente en el otro", los "mejores momentos", dice Doherty en su relato, "son los que paso entre sus brazos (de Moss)".