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Guerra de nobles: a la duquesa de Fernandina le roban el título
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Guerra de nobles: a la duquesa de Fernandina le roban el título

La duquesa de Fernandina, Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, novelista, amante del arte y asidua a los actos sociales de todo tipo y

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Guerra de nobles: a la duquesa de Fernandina le roban el título

La duquesa de Fernandina, Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, novelista, amante del arte y asidua a los actos sociales de todo tipo y condición ya sean literarios, teatrales o más mundanos, puede dejar de pertenecer al club de las aristocracia por una “imprudencia” de su madre Luisa Isabel Medina Sidonia. Esta mujer fue bautizada en los años de la dictadura como ‘la duquesa roja’ por sus ideas contrarias al régimen franquista, su defensa de los trabajadores y sus derechos sociales y su radical oposición al 'señoritismo' andaluz.

La duquesa de Medina Sidonia es todo un personaje en Sanlúcar de Barrameda, donde todavía vive. Luisa Isabel se encuentra en el polo opuesto a las damas tituladas de España. Entre su grupo de iguales es considerada la 'oveja negra', provocando cierto rechazo entre algunas e importantes casas aristocráticas del país. La excentricidad ha guiado a esta mujer a lo largo de su vida. Incluso ahora, a sus 71 años, tendrá que dar las explicaciones a su hija Pilar sobre por qué le cedió un título nobiliario que jamás le perteneció.

Con motivo de la última rehabilitación y el periodo de gracia que concedió el Ministerio de Justicia hasta el año 1993, ‘la duquesa roja’, titular de las casas de Medina Sidonia, Los Vélez y Villafranca del Bierzo, y su primogénito Leoncio, Conde de Niebla, no quisieron rehabilitar ninguno de los 14 títulos nobiliarios que permanecían caducados. Luisa Isabel y Leoncio prefirieron que se extinguieran estos títulos a pesar de ser requeridos notarialmente por algunos parientes cercanos, entre ellos su segundo hijo Gabriel , quien a fecha de hoy no ostenta ningún título nobiliario de sus antepasados.

En aquellos momentos la solvencia de esta casa ducal ya empezaba a flaquear, aunque no fue razón suficiente para que no se recuperasen estos títulos. Algunos familiares estaban dispuestos a correr con los gastos de esta rehabilitación, pero la duquesa de Medina Sidonia mantuvo su decisión de no recuperarlos. La única razón que cabe en esta negativa es la 'cabezonería' que ha caracterizado a Luisa Isabel a lo largo de su vida. El único título que se salvó fue el ducado de Fernandina, rehabilitado por Pilar con su exclusivo esfuerzo y tras las cesiones que su madre y sus dos hermanos, el Conde de Niebla y Gabriel, le hicieron de sus mejores derechos.

Catorce años después, Pilar, la actual y hasta el momento duquesa de Fernandina se enfrenta a una dura realidad. La cesión de este título nobiliario, ducado de Fernandina, no fue regular. La duquesa de Medina Sidonia cedió un título a su hija Pilar que no había ostentado nunca, es decir, le dio algo que no le pertenecía. Éste es el argumento que utiliza su sobrino Alonso, hijo de su hermano Leoncio, para solicitarlo en estos momentos atendiendo a la línea de primogenitura. El ducado de Fernandina puede pasar en tan sólo unos meses de las manos de la hija al nieto mayor de la duquesa de Medina Sidonia.

Hace unos meses coincidí con Gabriel González de Gregorio y Álvarez de Toledo en una cena privada en Madrid. En la charla que mantuvimos le pregunté por la polémica de la casa ducal a la que pertenece y tan sólo respondió: “Hay personas que prefieren tener títulos nobiliarios a ser nobles”.

La duquesa de Fernandina, Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, novelista, amante del arte y asidua a los actos sociales de todo tipo y condición ya sean literarios, teatrales o más mundanos, puede dejar de pertenecer al club de las aristocracia por una “imprudencia” de su madre Luisa Isabel Medina Sidonia. Esta mujer fue bautizada en los años de la dictadura como ‘la duquesa roja’ por sus ideas contrarias al régimen franquista, su defensa de los trabajadores y sus derechos sociales y su radical oposición al 'señoritismo' andaluz.