Kidman habla sobre la adicción al alcohol de su marido

A Nicole Kidman la maternidad parece haberle soltado la lengua. Si hace unas semanas la actriz australiana contaba como era su relación con su ex marido, que había supuesto para ella la maternidad y lo que le relajaba limpiar su casa, ahora ha hablado sobre los problemas de su marido, Keith Urban, con la bebida.

 

La protagonista de Cold Mountain afirma en una entrevista a la web Parade.com que cuando se dieron cuenta de que Keith tenía un problema con el alcohol fue tan sólo tres meses después de su boda. Algo que supuso una prueba muy dura para su matrimonio, dice la actriz que “vivimos diez años de matrimonio en tres meses”. Así y todo, la artista le apoyó y pasó con él el periodo de rehabilitación.

Dice la australiana que pasar por ese trance es como “bajar a los infiernos”, pero que ahora que ya han pasado el duro trance siguen trabajando en ello día a día, pero que ahora han encontrado la tranquilidad. Cuenta la ex mujer de Tom Cruise que “le amo profundamente” porque el cantante “ha trabajado muy duro” para superar su adicción.

Kidman se deshace en halagos hacia su marido de quien afirma que “es un marido alucinante” y se siente por ello “muy agradecida”. La mayor causa de esa felicidad y de esa unión una vez superados los problemas del cantante con el alcohol ha sido el nacimiento de su primera hija. La niña, que lleva por nombre Sunday Rose, es para sus orgullosos papás lo más importante. A pesar de ello, ya que Urban se encuentra recuperado no tiene inconveniente en salir de gira, momento en el que Kidman le dice que “cuando se va se lleva una parte de mí con él”. Tras la tempestad siempre llega la calma.