Los amigos golfistas de Lequio y su broma nupcial

El sábado a mediodía Alessandro Lequio se convertirá en señor de Palacios tras jurar amor eterno a su chica. Cuando en el mes de agosto el nieto de Alfonso XIII comunicó urbi et orbe a través de ¡Hola! su decisión de casarse, la sorpresa fue mayúscula. Sobre todo porque muy pocos -salvo los más íntimos- conocían que Lequio y María habían retomado su relación y esta vez, además, con todas las consecuencias.  

A lo largo de estos últimos años, la joven Palacios ha conseguido encontrar su espacio profesional como estilista manteniéndose al margen de las frivolidades del colorín. Al principio de la relación, ni la familia de ella daba un duro por la pareja. Los padres no querían saber nada del que ahora será su yerno y la hija se enfrentó marchándose de casa para vivir con el novio poco recomendable. El currículo sentimental de Lequio no era precisamente para ilusionar a ninguna madre y menos a un padre que quería lo mejor para la niña.

 

Aquella historia de amor, como en las películas, ha terminado con el sí quiero, el sí prometo y el sí te recibo. La ceremonia religiosa y el almuerzo nupcial se celebrará en la iglesia del Coto de San Bernardo, en Segovia. La finca es propiedad de Eduardo Sánchez Junco, dueño de ¡Hola!, que la cede para los amigos. En ese caso, es el regalo de boda para María, que trabaja en la revista y presenta las noticias en el canal de Internet.

Aunque la novia ha supervisado hasta el último detalle se esperan sorpresas. Ninguna relacionada con Ana Obregón, que ejercerá de testigo. Ya se sabe que Clemente, el hijo que tuvo con Antonia Dell’Atte, no acudirá. El chico tiene sus razones tal y como las explica en la revista OK. La sorpresa vendrá de la mano del grupo de los golfistas. No se asusten que estas amistades nada tienen que ver con la época loca del novio. Son los amigos que juegan con él al golf en el club de La Moraleja y que parece han ideado una sorpresita.