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Lydia Bosch, un divorcio turbio y escandaloso
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Lydia Bosch, un divorcio turbio y escandaloso

Siempre se había mantenido al margen de los altercados ‘rosas’, con unas amigas discretas y un marido que parecía perfecto. Pero al final todos se han

Foto: Lydia Bosch, un divorcio turbio y escandaloso
Lydia Bosch, un divorcio turbio y escandaloso

Siempre se había mantenido al margen de los altercados ‘rosas’, con unas amigas discretas y un marido que parecía perfecto. Pero al final todos se han convertido en ranas. El escandaloso divorcio de Lydia Bosch se corona como el tema de la semana con acusaciones, comunicados y desmentidos que parecen sacados de una telenovela barata. En Hola, fiel a su glamour, Paulina Rubio celebra su segundo aniversario de boda con un sorbito de champán. En Lecturas, el ex marido de Concha Velasco presenta en sociedad a su hijo cubano, aunque bien podía pasar su nieto. Suerte que Iberia le permitió llegar al parto y, sobre todo, a la exclusiva.

Aunque parecían la familia perfecta, su existencia era de cartón-piedra. Nada era verdad o todos mienten muy bien. El caso es que Lydia Bosch está hundida con su divorcio de Alberto Martín y por haberle denunciado por abusar de una menor. Todo ello ha generado una guerra de comunicados que las revistas reproducen al milímetro. Pero son muchas las preguntas que quedan en el aire. ¿Por qué alertó la actriz a las autoridades de un hecho ocurrido hace cinco años? ¿Si su marido es tan malo por qué lleva todavía a los niños al colegio? ¿Por qué necesita 20.000 euros al mes de pensión si puede trabajar? Seguro que todavía quedan muchos episodios por escribir de esta enigmática historia propia de un guión de Ana Obregón.

A los que parece que también se les acabó el amor es a Elsa Pataky y Adrien Brody, la pareja sigue haciendo vidas separadas. Él permanece en su Nueva York natal y ella en su apartamento de soltera de Hollywood. ¿Y qué pasará con ese lujoso castillo de exclusiva? Por otro lado, los hijos de Junior siguen rizando el rizo. Mientras que el viudo de Rocío Durcal asegura que todo el dinero está en España -no sabemos si debajo de un colchón-, mientras sus chicos buscan propiedades en las Islas Caimán. Vamos, ni que la cantante fuera Madoff. Más feliz parece que está Ana Obregón, o eso parece. Quizás para que nos olvidemos de Darek, se ha ido a Ibiza y se ha puesto un escueto trikini que ha causado sensación. Eso sí, su pose no parecía muy natural. No sería extraño que se le saltara una costilla o algo parecido de tanto meter tripa.

Aniversario feliz

Vestida como una burbuja navideña y comiendo, Paulina Rubio celebra su aniversario de boda en Hola. Junto a su inseparable ‘Colate’ y su perro, cuentan con detalle su felicidad, sus ganas de ser padres y lo cansados que están de los rumores. Vamos, mucha foto y poca chica. Pero no son los únicos que reaparecen. Por un lado, Jaime de Marichalar se persona en una fiesta chic en Barcelona junto a su querida Naty Abascal. Aunque se saltó el photocall (eso no es para duques) no dudó en posar con su amiga, con Adriana Abascal e, incluso, con Nieves Álvarez. Por otro, Javier Bardem y Penélope Cruz regresan juntos a España tras la boda de Salma Hayek. La pareja iba totalmente de incógnito por Barajas aunque no se escondieron.

En Diez Minutos, Belén Esteban se planta su cazadora de lentejuelas y hace oídos sordos a su divorcio. Y es que está muy apenada porque resulta que su marido le podría haber engañado con otra. Siempre puede contratar a Sherlock Holmes para buscar las pruebas. Pero no todas las rubias están tristes esta semana. Belén Rueda se pasea con su novio francés por las calles de Málaga. Y parece que son felices. También lo es Letizia con sus zapatos de plataforma. La revista nos muestra todos los pares que ha utilizado en los últimos tiempos. Mejor no hacer números porque la cuenta sería desorbitada. Esperemos que no haya que ponerles tapas a todos a la vez.

Sin ningún interés llega la exclusiva de Paco Marsó en Lecturas. El ex de Velasco viajó raudo y veloz a La Habana para acompañar a su novia cubana en el parto. Tres días después ya estaban allí los fotógrafos para mostrar a la niña en una casa rosa y con una novia vestida de mercadillo. Pero aún hay más. Eugenia Martínez de Irujo se ha refugiado en Barcelona para superar su mar de amores con Gonzalo Miró, donde se apuntó a un acto en el que no estaba programada. Y es que la pareja está otra vez en crisis. La que no estaba en la ciudad era la Infanta Cristina. Se fue con su marido a Oviedo para ir a la boda del hijo de su jefe. Allí la carne de empresario con poder se contaba por kilos. En Sevilla, hasta la duquesa de Alba se vistió de flamenca, eso sí, con traje de Victorio y Lucchino. Nadie se quiso perder la Feria de Abril. Hasta Álvarez Cascos se paseó por el ferial, aunque no llevaba lunares ni en la corbata.

Siempre se había mantenido al margen de los altercados ‘rosas’, con unas amigas discretas y un marido que parecía perfecto. Pero al final todos se han convertido en ranas. El escandaloso divorcio de Lydia Bosch se corona como el tema de la semana con acusaciones, comunicados y desmentidos que parecen sacados de una telenovela barata. En Hola, fiel a su glamour, Paulina Rubio celebra su segundo aniversario de boda con un sorbito de champán. En Lecturas, el ex marido de Concha Velasco presenta en sociedad a su hijo cubano, aunque bien podía pasar su nieto. Suerte que Iberia le permitió llegar al parto y, sobre todo, a la exclusiva.