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Por qué es inocente el marido de Lydia Bosch
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Por qué es inocente el marido de Lydia Bosch

Tras recibir la sentencia que le absolvía al sobreseer la juez la denuncia de abusos sexuales interpuesta por su ex mujer, Alberto Martín se fue con

Foto: Por qué es inocente el marido de Lydia Bosch
Por qué es inocente el marido de Lydia Bosch

Tras recibir la sentencia que le absolvía al sobreseer la juez la denuncia de abusos sexuales interpuesta por su ex mujer, Alberto Martín se fue con sus hijos a Ibiza. Con los cuatro. Los dos mayores que tuvo en su primer matrimonio arropan a los mellizos, a los que mantienen al margen con unas historias edulcoradas sobre el drama familiar de sus padres.

Según explicaban a Vanitatis amigos comunes que lo fueron de la pareja “aquí no hay vencedores ni vencidos, sino heridos en ambos bandos. Aunque es cierto que la situación para Alberto ha sido tremenda y creo que le costará superar su paso por el calabozo”. Efectivamente, si no se hubiera producido esa denuncia, se trataría de una disolución matrimonial donde primaría el tema económico. Un divorcio contencioso como otros muchos donde al final la pelea se basa en un euro más, arriba o abajo.

Por eso, el hecho de que la jueza haya sobreseído la causa ha supuesto un respiro para el arquitecto y su familia. Ya en los fundamentos de derecho de dicha sentencia figura la siguiente aclaración: “Resulta necesario recordar que tal motivo (el archivar la causa) responde a que no resulta debidamente justificada la perpetración del delito que haya dado motivo a la formación de la causa”.

A continuación se relatan los hechos supuestamente delictivos, donde la juez explica que: “De la declaración de la menor y de la prueba pericial psicológica efectuada a la misma, no se puede concluir que existan indicios de la comisión de un delito de abuso sexual”. En este sentido se argumenta que “tras la exploración judicial realizada a la menor a puerta cerrada junto con el Ministerio Fiscal, fue difícil concretar los extremos de la denuncia. Se intentó dejar a la menor que relatara de modo abierto lo ocurrido sin  realizar peguntas encorsetadas, resultando un discurso simplista y sin detalle alguno. Llegando a la misma conclusión que la emitida por los psicólogos forenses del gabinete psicosocial adscrito a este juzgado (…) llegando a la conclusión de que el testimonio de la menor es probablemente no creíble”.

En otro momento la juez expresa que “no ha quedado acreditada por ningún medio probatorio la comisión de ese delito denunciado, ya que durante los cinco años anteriores a la interposición de la denuncia, la menor ha tenido una vida normal, adaptada a su medio y sin recibir tratamiento ni psicológico ni psiquiátrico. Sin que fuera maltratada de obra por su padrastro, ni amenazada, ya que lo que se ha evidenciado en la instrucción de la causa son distintos puntos de vista en la educación de la menor, que en modo alguno pueden considerar actuaciones delictivas En este sentido, se incide varias veces en la disparidad de criterios  “en la educación de la menor, que no gustaban a ésta. La menor, en la exploración judicial, relató la diferencia de trato existente entre ella y los hijos de su padre y cómo se sentía en segundo lugar. Asimismo relató que durante los dos últimos años han existido continuas discusiones entre su padrastro y su madre, poniéndose siempre del lado de la madre y decidiendo en navidades del 2008 separarse. Calificando al imputado de manipulador”.

Termina la exposición de la “verosimilitud” con el siguiente párrafo: “Todos los elementos valorados conjuntamente nos llevan a la conclusión de que el primer requisito exigido para dar por válido su testimonio no concurren, al evidenciarse la mala relación entre las partes, sobre todo de la menor con el imputado, y no tanto de éste con la víctima ya que, de lo declarado por él, siempre existió un ánimo por educarle en cumplimiento del rol de padre que había asumido con ella”. 

Ante la resolución judicial de sobreseimiento cabe interponer recurso de reforma y/ o apelación por parte de Lydia Bosch, que es lo que hizo la actriz nada más recibir la notificación.
 

Tras recibir la sentencia que le absolvía al sobreseer la juez la denuncia de abusos sexuales interpuesta por su ex mujer, Alberto Martín se fue con sus hijos a Ibiza. Con los cuatro. Los dos mayores que tuvo en su primer matrimonio arropan a los mellizos, a los que mantienen al margen con unas historias edulcoradas sobre el drama familiar de sus padres.