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Carmen Lomana posa en lencería para 'V Magazine'
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Carmen Lomana posa en lencería para 'V Magazine'

Hay personajes mediáticos que se seguirían llevando la palma de la popularidad, aunque los brackets de la princesa Letizia o las cenizas del volcán impronunciable no

Foto: Carmen Lomana posa en lencería para 'V Magazine'
Carmen Lomana posa en lencería para 'V Magazine'

Hay personajes mediáticos que se seguirían llevando la palma de la popularidad, aunque los brackets de la princesa Letizia o las cenizas del volcán impronunciable no hubiesen tomado vida propia. Por ejemplo, Carmen Lomana. Admirada por muchos y envidiada por otros, el movimiento surgido en torno a su figura se va encauzando en los márgenes de una vida pública cada vez más notoria y con una amplia presencia en los medios de comunicación que ni la misma emperatriz del baldosín.

Si Isabel Preysler encuentra en Hola su revista de cabecera, Lomana está de periplo preliminar, aunque la próxima sesión fotográfica de la empresaria metida a bailarina ya es harina de otro costal. La revista V Magazine, la misma que escogía a Scarlett Johansson como protagonista de su último número por su papel de Viuda Negra en Iron Man, curiosamente también ha pensado en Carmen Lomana como protagonista de uno de sus próximos números para la edición española. Las imágenes, realizadas por un equipo de fotógrafos venidos desde los Estados Unidos, darán mucho de qué hablar, ya que Lomana saca a relucir sus armas de seducción más escondidas. Todo parece indicar que lo hará en lencería. ¿Qué será lo próximo?

Dentro de una semana, Más Que Baile, el programa que le ha valido el apelativo de la reina de la pista, se despedirá de la parrilla televisiva, aunque Lomana está convencida de que no se alzará con la victoria. “No voy a ganar. Lo tengo clarísimo. Belén Esteban tiene mucho poder y es previsible que lo haga ella”, dijo a Vanitatis, durante la entrega de los tradicionales Bombines de San Isidro, con el que el mítico programa de la Cope 'Caliente y frío' ha querido galardonar a la leonesa, que llegó a Madrid tras enviudar de su marido Guillermo Capdevilla. “Madrid cambió por completo mi vida. Aquí ha sido donde he recuperado las ganas de vivir”, dijo.

Carmen Lomana subió a recoger su bombín, que han recibido personalidades de la talla de Rocío Jurado, y no dudó en bailar un chotis bien agarrada al productor Poty, su profesor de baile, también galardonado. Pero, aunque tiene fama de ser perfeccionista y detallista hasta el extremo, la coleccionista de arte olvidó un detalle imprescindible al tratarse de un homenaje a la fiesta de Madrid: el mantón de Manila. Suerte que la organización le prestó uno que contextualizaba a la perfección con su Karl Lagerfeld negro y unas impresionantes joyas de diamantes firmadas por la Marquesa de San Eduardo, que también estuvo presente en el acto. Nadie hubiera dicho que era un prestado. Dicen que por la elegancia innata, que hace propio lo ajeno.

En junio, Carmen hará la parada reglamentaria y se irá de vacaciones a un lugar remoto y desconocido, que probablemente no sea León, su tierra. Lo más posible es que su novio Eduardo, que no se separa de ella en ningún momento y que ya ha saltado oficialmente al ruedo de los flashes y los rumores, la acompañe. Nada más regresar del recorrido vacacional, Carmen seguirá trabajando en su especialidad, el glamour y la sofisticación, de nuevo en televisión. 'Charm School', un nuevo programa que prepara Telecinco, contará con ella como profesora de excepción, que aconsejará en estilo y protocolo a un grupo de jóvenes ‘desorientadas’. ¿Se animará finalmente la princesa de Asturias a ‘contratar’ sus sabios consejos? “Yo estaría encantada de ayudarla. Además desde que dije que parecía un avestruz he visto que ha suavizado un poco el estilismo. Ella es muy elegante”, reitera Lomana, quien asegura que se puede ser distinguido hasta en traje de bañador. ¿Será el bombín?

 

Hay personajes mediáticos que se seguirían llevando la palma de la popularidad, aunque los brackets de la princesa Letizia o las cenizas del volcán impronunciable no hubiesen tomado vida propia. Por ejemplo, Carmen Lomana. Admirada por muchos y envidiada por otros, el movimiento surgido en torno a su figura se va encauzando en los márgenes de una vida pública cada vez más notoria y con una amplia presencia en los medios de comunicación que ni la misma emperatriz del baldosín.