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El vídeo porno de Blanca Cuesta que nunca existió
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El vídeo porno de Blanca Cuesta que nunca existió

Blanca Cuesta y Borja Thyssen no quieren saber nada del supuesto vídeo porno que un chantajista ofreció a Carmen Cervera a cambio de 30.000 euros, como

Foto: El vídeo porno de Blanca Cuesta que nunca existió
El vídeo porno de Blanca Cuesta que nunca existió

Blanca Cuesta y Borja Thyssen no quieren saber nada del supuesto vídeo porno que un chantajista ofreció a Carmen Cervera a cambio de 30.000 euros, como condición para no hacerlo público. Y así lo ha transmitido la pareja cuando les han preguntado por esta truculenta historia, que más parece el guión de un Torrente de Santiago Segura que una verdadera extorsión.

Según la información publicada por Interviú, un individuo aseguraba tener en sus manos unas imágenes en las que la nuera de Tita Cervera no saldría muy bien parada en el caso de que se hicieran públicas. Según consta en el sumario abierto tras la denuncia interpuesta por el jefe de seguridad de la baronesa, se trataría de un vídeo casero en el que se podría ver cómo la protagonista habría mantenido este verano relaciones sexuales con varios hombres en la cubierta de un barco, propiedad de un importante empresario.

Esta historia, que no se sustenta por ningún lado, ha sido el desencadenante de otro desencuentro entre madre e hijo, porque Blanca considera, como confirmó ante el juez, que “esa mujer (refiriéndose a la baronesa) compraría  cualquier cosa  para hacerme daño”. El caso es que Carmen Cervera ha asegurado públicamente que ese tema lo llevan sus abogados y que no quiere saber nada. Tan solo ha resaltado que hay gente a su alrededor que la cuida a ella y al apellido Thyssen, dando a entender que su hijo y su nuera no lo hacen, cuando en este caso serían los damnificados.

Ya  hubo un antecedente de extorsión con un móvil de Blanca -extraviado o robado, nunca se supo- donde se suponía que había fotos eróticas suyas que, por supuesto, conocía su marido. Tampoco cayeron entonces en la tentación de sucumbir a la extorsión. Y por lo tanto el globo se desinfló, porque ni ellos ni la baronesa entraron al trapo.

Aunque el cutreasunto del vídeo porno no está cerrado, porque hay una instrucción judicial abierta, la supuesta orgía marinera ha pasado a segundo plano. La propia baronesa ha abierto otro frente al asegurar que tiene intención de solicitar judicialmente su derecho como abuela  para ver a sus nietos. Avala esta petición alegando que no la dejan comunicarse con ellos, porque Blanca le cuelga el teléfono cada vez que llama.

Sexo, mentiras y cintas de vídeo

Esta afirmación fue desmentida por la nuera a Vanitatis en la fiesta de entrega de los Premios Glamour: “Nunca he colgado el teléfono a nadie y menos lo haría a la madre de mi marido. No entiendo por qué se inventa esas cosas”. Mucho más expresivo fue el hijo querido respecto a las declaraciones de su madre ahora y antes: “No dice la verdad”. Según el historial familiar, cuando nació Erik, a la primera persona que llamó Borja fue a su madre. Eran las cinco de la madrugada y el padre eufórico le contó que todo había ido muy bien, que el bebé era precioso, que Blanca se encontraba estupendamente y que si quería conocer a su segundo nieto fuera cuando quisiera a la clínica o a casa.

No hubo visita y Tita a día de hoy sólo conoce a Erik por las exclusivas de ¡Hola!. Para el bautizo, el matrimonio envió una invitación que no tuvo respuesta presencial, aunque Carmen envió un obsequió para el bebé. El regalo consistió en un osito de la firma Tous. Donde efectivamente no estuvo convocada, como así ha descrito la abuela, fue al megacumpleaños que sus padres le organizaron en la isla Tagomago, que explota comercialmente Matías Khun, el novio de Norma Duval.

Según explicaría más tarde, la razón principal para no convocar a su madre (que permanecía en su barco a la espera de noticias) era que no tenía sentido invitarla si durante todo ese tiempo no le había interesado conocer al segundo nieto. La cuestión es que, por un motivo u otro, Carmen Cervera, su hijo y su nuera no consiguen entenderse. Y esta vez hasta harían suyo el titulo de la película de Steven Soderbergh Sexo, mentiras y cintas de vídeo.

Blanca Cuesta y Borja Thyssen no quieren saber nada del supuesto vídeo porno que un chantajista ofreció a Carmen Cervera a cambio de 30.000 euros, como condición para no hacerlo público. Y así lo ha transmitido la pareja cuando les han preguntado por esta truculenta historia, que más parece el guión de un Torrente de Santiago Segura que una verdadera extorsión.