Tom Cruise se encierra en Madrid en un 'búnker' de cinco estrellas

El paso de Tom Cruise por Madrid para promocionar Misión Imposible 4 ha sido propio de una estrella de su calibre: a lo grande. El actor aterrizó pasadas las ocho de la tarde en la base militar de Torrejón de Ardoz a bordo de su jet privado. Lo hacía acompañado de su mujer, la también actriz Katie Holmes, su hija Suri y un sinfín de personal de seguridad, asistentes y ayudantes varios. También se encontraban algunos de sus compañeros de reparto. Hasta una veintena de coches acompañaron al ex de Penélope Cruz, que descubrió España gracias a la de Alcobendas, al hotel Villamagna de la capital, donde ha pasado cerca de las 24 horas que ha durado su estancia en nuestro país.

A diferencia de su última visita a Sevilla, donde se le pudo ver disfrutando de su tiempo de ocio, el matrimonio Cruise- Holmes se ha encerrado en el lujoso hotel de Madrid, un búnker de cinco estrellas, donde han permanecido todo el tiempo, salvo algún que otro compromiso insalvable, como la visita a El Hormiguero. Ni han estado en la Iglesia de la Cienciología ni tampoco en el Prado, como ha hecho recientemente Clive Owen, que también se encontraba de visita en Madrid. Aunque el actor había reservado mesa para todo el equipo de la producción en un conocido restaurante del centro de La Latina, finalmente dicha reserva fue cancelada, para sorpresa de los propietarios del local.

Mientras sus compañeros se conformaban con habitaciones más sencillas, Cruise y su familia optaron por disfrutar de los privilegios de la suite real, la favorita de Julio Iglesias cada vez que viaja hasta Madrid. 209 metros cuadrados de lujo a lo largo de los cuales se disponen desde un piano de cola hasta una terraza privada. Durante los dos días que ha estado el que fuera marido de Nicole Kidman en Madrid, el hotel ha estado literalmente asediado por el personal de seguridad del actor, lo que ha molestado en parte al resto de huéspedes del ínclito antiguo palacio de los duques de Anglada.

Tras la premiere anoche en los cines Callao, Cruise puso rumbo a Londres, siguiente destino en su ajetreada promoción. Si en La India pagó rupias a los transeúntes para que aplaudieran a su paso, aquí su actitud fue diferente. Solo contestó a las preguntas de unos pocos medios de comunicación, previamente seleccionados por la productora Paramount, quien negó a varios periodistas la entrada, alegando problemas de seguridad. Así ha sido la corta estancia del actor de Hollywood por España.