El Supremo rebaja una indemnización que Telecinco deberá pagar a los Flores

El Tribunal Supremo ha rebajado, de 120.000 euros a 60.000 euros, la indemnización que Telecinco deberá pagar a las hijas de Lola Flores por vulnerar su derecho a la intimidad, un daño que el alto tribunal confirma en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe.

 

Telecinco fue condenado por la emisión en la cadena del programa El marido de Lola, sus anuncios y otros relacionados (programa debate sobre El marido de Lola de 28 de noviembre de 2006, programa Aquí hay tomate de 29 de noviembre de 2006, programa Dolce vita de 2 de diciembre de 2006, programa Aquí hay tomate de 1 y 4 de diciembre de 2006, y el programa de El marido de Lola el 12 de diciembre de 2006 y posterior debate).

 

En ellos se divulgaban datos de la vida íntima de Lola Flores y Antonio, tales como hijos secretos, relaciones extramatrimoniales e infidelidades, carácter del padre, hábitos y forma de vida.

 

La Audiencia Provincial de Madrid consideró que las circunstancias del caso hacían prevalecer la intimidad personal y familiar sobre el derecho a la información y expresión, que en este caso solo afecta al entretenimiento y no a la formación de la opinión pública.

 

Gestevisión - Telecinco recurrió y el Supremo confirma el daño a la intimidad apreciado por la Audiencia Provincial, pero acepta que la cuantía que se debe pagar por el daño causado debe tener en cuenta algunos factores.

 

En este punto, el alto tribunal señala que las pautas de comportamiento de los progenitores limitaron en parte el derecho a la protección de su intimidad, y que esta circunstancia debe tener reflejo en la indemnización.

 

En primera instancia la indemnización fijada había sido de 10.000 €, pero luego la Audiencia Provincial de Madrid la había elevado a 120.000 €.

 

Gestevisión argumentó que el importe de la indemnización había sido fijado de forma arbitraria e irracional, sin tener en cuenta que el interés que despierta la familia Flores ha sido fomentado por padres e hijas en innumerables exclusivas concedidas a la prensa rosa y que son personajes famosos de patente notoriedad pública.

 

El Supremo acepta que los padres de las demandantes, con sus propios actos y pautas de comportamiento, limitaron al menos en parte el derecho a la protección de su intimidad, y por eso deja la indemnización en 60.000€.