Vicky Martín Berrocal se plantea volver con su guitarrista cordobés

Empezó diseñando vestidos de gitana para ella. Después, para las amigas y, visto el éxito que tuvieron sus volantes, Vicky Martín Berrocal dio el salto y se convirtió, primero en empresaria a tiempo parcial, y después full time.

Cuando ya vio que tenía encauzado el tema flamenco se atrevió con los trajes de novia que también han funcionado, sobre todo en el Sur. Y volvió a repetir la fórmula que tan buenos resultados le ha dado. Una vez que ya la tenía montada, organizada y con compradores fieles, decidió crear una línea de cocktail que se venderá en El Corte Inglés.

Se fue con su carpeta bajo el brazo y los ofertó. Como gustaron, se puso manos a la obra y el resultado es un conjunto de vestidos de fiesta para mujeres que tiene una talla cuarenta y dos y con curvas como ella. En esto radica su éxito: en que no hace falta un esqueleto de modelo de pasarela para enfundarte en su marca.

Y si en el apartado profesional le va como un tiro, en el personal también. Tiene intención de cambiar de escenario y dejar Sevilla para instalarse con su niña en Madrid. “Mi hija es la primera que me anima a mudarnos. Tiene doce años y le hace mucha ilusión”, explicaba Vicky el día de la presentación de sus trajes. Y, aunque no es muy dada a tratar sus temas afectivos, parece que quiere darse una segunda oportunidad con Lin Cortés, el guitarrista cordobés que le alegró la vida durante un tiempo. Lo dejaron y ahora han vuelto a verse.