Joaquín Cortés se enfrenta a una deuda de más 3 millones de euros

Este jueves, Joaquín Cortés se enfrenta a los que pueden ser los días más difíciles de su carrera como artista. El bailaor se enfrenta a un presunto caso de estafa después de que se le acusase de adueñarse de una gran suma de dinero para abrir un local que nunca llegó a ver la luz.

Joaquín Cortés se personaba hoy ante la Audiencia Provincial de Madrid para responder a muchas preguntas desde que se presentase una querella en 2003. Unos inversores argentinos le acusan de apropiarse de 600.000 euros. Destinados a lo que supuestamente iba a ser un local en la calle Toledo madrileña –de nombre Gitana-, el proyecto nunca llegó a llevarse a cabo y el dinero ha desaparecido.

La Fiscalía de Madrid ha declarado que no hay delito, pero la causa sigue adelante por acusación particular. Sin embargo, Cortés no es el único que se ha visto envuelto en este asunto. Su hermana y el apoderado de la empresa acusada –Alfonso Durán-  también están inmersos en esta historia.

La historia se remonta a 1998. En ese momento, los representantes de la sociedad Gitana producciones y Gaviota morena, entre los que figuraba la imagen del bailaor, firmaron un documento con la sociedad argentina G. Export para llevar a cabo el proyecto Gitana que nunca se llevó a cabo.

Ambas empresas decidieron aportar el capital a partes iguales. Sin embargo, los argentinos reclaman que con su dinero jamás se llegó a hacer ningún proyecto.

Durante la audiencia, el bailaor ha afirmado que “posiblemente” se reunió con los inversores en Argentina o Uruguay, pero que jamás llegó a firmar ningún documento. “Yo soy artista y viajo por el mundo”, afirma Cortés. “Yo ni sé nada de ese que me cuenta”. Por otra parte, el apoderado de la empresa asegura que “Joaquín nunca aparecía como administrador y todo lo que intentábamos era salvar la inversión, siempre con fondos que provenían de Joaquín”.